El Espíritu Santo, uno de los elementos sagrados que forman la Santísima Trinidad junto con Dios Padre y Dios Hijo, entre sus muchos atributos y dones especiales, es el Sanador y Fortalecedor de la fe de todos los cristianos.
Es por su inmensa fuerza, que el demonio por medio de sus seguidores siempre trata de ofenderlo mediante el pecado.
La Iglesia Católica reconoce seis pecados contra el Espíritu Santo y son a saber:
1.- Presunción;
2.- Desesperación;
3.- Resistencia la verdad conocida;
4.- Envidia del bien espiritual del prójimo;
5.- Persistencia en el pecado;
6.- Impenitencia final.
La Iglesia Católica reconoce seis pecados contra el Espíritu Santo y son a saber:
1.- Presunción;
2.- Desesperación;
3.- Resistencia la verdad conocida;
4.- Envidia del bien espiritual del prójimo;
5.- Persistencia en el pecado;
6.- Impenitencia final.
Estos pecados en su repetición obstinada no tienen perdón ni en el cielo ni en la tierra, así lo dicen las sagradas escrituras:
Marcos 3, 29: “Pero el que calumnia al Espíritu Santo no tendrá jamás perdón, sino que arrastrará siempre su pecado.”
Mateo 12, 32: “ El que insulte al hijo del Hombre podrá ser perdonado; en cambio, el que insulte al Espíritu Santo, no será perdonado, ni en este mundo ni en el otro.”
Lucas 12, 10: “Toda persona que critique al Hijo del Hombre podrá ser perdonada pero el que calumnie al Espíritu Santo no tendrá Perdón.”
En estas tres citas bíblicas los evangelistas repiten las palabras pronunciadas por Jesús.
A continuación insertamos una breve explicación de cada uno de los pecados contra el Espíritu Santo:
1.- Presunción: Suposición de salvarse sin ningún mérito. La soberbia es el principal de los pecados capitales y de esta se desprende la “presunción” que consiste en confiar demasiado en si mismo.
2.- Desesperación: “Nunca desesperes de la misericordia de Dios”. La tentación mas grave que alguien puede tener es la duda de la realidad del amor y misericordia de Dios.
3.- Resistencia a la Verdad Conocida: Significa básicamente volver la espalda por completo consciente y deliberadamente a lo que consideras que Dios representa para ti.
4.- Envidia del Bien Espiritual del prójimo: El que cae en este pecado recome su alma atormentada con la pena, de la felicidad ajena.
5.- Persistencia en el Pecado: Es el que sigue en el pecado y reposa en él o sea que está atado por él y lo practica. Quienquiera que se declare libre, estando amarrado, no busca ni desea estar soltado.
6.- Impenitencia Final: Es la perseverancia en el pecado hasta la muerte.
1.- Presunción: Suposición de salvarse sin ningún mérito. La soberbia es el principal de los pecados capitales y de esta se desprende la “presunción” que consiste en confiar demasiado en si mismo.
2.- Desesperación: “Nunca desesperes de la misericordia de Dios”. La tentación mas grave que alguien puede tener es la duda de la realidad del amor y misericordia de Dios.
3.- Resistencia a la Verdad Conocida: Significa básicamente volver la espalda por completo consciente y deliberadamente a lo que consideras que Dios representa para ti.
4.- Envidia del Bien Espiritual del prójimo: El que cae en este pecado recome su alma atormentada con la pena, de la felicidad ajena.
5.- Persistencia en el Pecado: Es el que sigue en el pecado y reposa en él o sea que está atado por él y lo practica. Quienquiera que se declare libre, estando amarrado, no busca ni desea estar soltado.
6.- Impenitencia Final: Es la perseverancia en el pecado hasta la muerte.
El Espíritu Santo es la esencia infinita de amor que vive en Dios Padre y en Dios Hijo. Esencia que recibimos todos los cristianos bautizados y que nos inicia en el camino de la santidad. El Espíritu Santo es: Guía, Maestro, Abogado, Consolador, Luz Divina de Sabiduría y Entendimiento, Remanso de Paz Espiritual, Consejo de Comportamiento que nos acerca a la caridad, a la bondad y a la castidad.
El Espíritu Santo es nuestra Fortaleza, bendito fuego divino que nos enciende el alma de fe. Es la paciencia que nos permite aceptar con humildad los designios y la voluntad de Dios.
En resumen, el Espíritu Santo es el Principio fundamental de nuestra existencia en Dios y de nuestro más preciado objetivo en esta vida que es el de alabar y glorificar a Dios Nuestro Señor.
Hermanos, oremos siempre con fe y devoción para que jamás abandonemos nuestras creencias y que ni la soberbia ni falsas promesas nos lleven a pecar en contra de Dios, en su tercera persona, el Bendito Espíritu Santo.
Hermanos, oremos siempre con fe y devoción para que jamás abandonemos nuestras creencias y que ni la soberbia ni falsas promesas nos lleven a pecar en contra de Dios, en su tercera persona, el Bendito Espíritu Santo.
ALABADO Y ADORADO SEA POR SIEMPRE JESUS SACRAMENTADO.
¡¡¡VIVA CRISTO REY!!!