¡Ha nacido el Niño Dios y ya está con nosotros nuestro Salvador!
¡Qué día tan grandioso para la humanidad!
¡Dios nos da a su hijo para que nos salve del pecado!
Pero...
que representan al Santo Niño de Belén?
¿Acaso los protegemos físicamente del hambre, del frío,
de la enfermedad, del abandono?
Definitivamente ¡NO! ... Ante nuestros ojos se presentan los niños pobres de todo el mundo, de todos los continentes. No hay imagen más desgarradora que ver a un niño en brazos de su madre muriendo de hambre.
¿Y qué hacemos nosotros por ese niño, futuro de nuestro planeta?, dejarlo morir, volteando la cara y pretender no mirar la repugnante actitud de nuestra indolencia.
Es lacerante y llena de ignominia nuestra acción, digna de un monstruo sin entrañas, sin sentimientos, sin amor.
En verdad esta falta de compasión para con los niños que sufren físicamente es incomprensible e imperdonable. Pero peor a ésta, nos encontramos con una agresión que llega a sobrepasar a los límites de la maldad: “es la corrupción del alma de un niño”, pecado abominable, que Jesús, en toda su misericordia, tal vez dude en perdonar.
Son muchos los abusos y crímenes cometidos en contra de la niñez en su pudor, pureza e inocencia. Y cada día se refinan los métodos de envilecimiento empleados por los hombres para cumplir con su avaricia y lujuria, instigados por el mismo Satanás. Porque no hay pecado que más agrade al demonio que la corrupción de un niño inocente.
Hoy queremos referirnos a uno de los instrumentos del mal que con mayor frecuencia y perverso deleite utilizan los hombres para envilecer el alma de los niños de todas las edades, y aún de jóvenes y adultos que sin una sólida base de moral religiosa y fe inquebrantable claudican ante los embates de la tentación. Este mal de males es la Pornografía.
La Pornografía difundida por muchos medios sin escrúpulos, donde el principal beneficio es el económico, el dinero sangre del pervertido demonio.
La pornografía escrita es aquella que utiliza libros ilustrados y escritos por seres abominables y que son distribuidos en colegios y escuelas aprovechándose de la curiosidad de niños y jóvenes que carecen de verdaderos cimientos morales y religiosos que no les son inculcados por padres y maestros irresponsables. Este es el medio más utilizado por los servidores del demonio y que más le reditúan en esparcir el pecado.
¡Hay que luchar incansablemente contra este mal pornográfico, persiguiendo a los criminales que los dirigen desde altas posiciones sociales y desenmascararlos para que todos sepamos que en ellos radica la corrupción de nuestros pequeños!
La pornografía difundida por medio de películas, videos y celulares, impactante motivo propagandístico de mucha actualidad y efectividad corruptora. Se necesitan leyes que los prohíban y castiguen a las cabezas de los poderosos dirigentes del mal, sea quien sea.
¡Sólo llegando a la raíz y destruyéndola completamente
llegaremos a la destrucción del árbol y los frutos
que envenenan a nuestros hijos!
Para terminar quisiéramos mencionar al tercer medio de divulgación que emplean las fuerzas del mal para matar y marchitar la flor de la inocencia de las almas de nuestros niños.
Es el ejemplo vivo pornográfico llevado a cabo por adultos envilecidos y de almas podridas, que escondiéndose como el lobo con piel de oveja, y valiéndose de una falsa apariencia o reputación inducen a la práctica de acciones aberrantes. Estos miserables son los que mayor peligrosidad representan por la ascendencia que tienen sobre los niños y jóvenes y son difíciles de descubrir e identificar. Pero sobre ellos debemos enfocar nuestros esfuerzos para señalarlos y castigarlos, para que así, jamás vuelvan a repetir sus inmundas y corruptoras acciones.
Queridos hermanos en nuestra próxima visita a Jesús Sacramentado pidámosle con toda la fuerza de nuestra fe en Él, que nos ayude a proteger a nuestros niños y jóvenes de la maldad de seres indignos de ser llamados “Seres Humanos”.
Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado
¡¡¡Viva Cristo rey!!!