Son muchos los testimonios que cimentan las bases de nuestra creencia y nos hacen crecer en nuestra fe. Esta semana expresamos nuestros sentimientos y nuestra humilde opinión, guiados siempre por la sabiduría del Espíritu Santo.
Testimonio según la definición del Diccionario de la Lengua Española es:
Una declaración en que se afirma o asegura una cosa.
Una prueba, justificación y comprobación de la certeza o existencia de una cosa.
Para nosotros, es una prueba de la omnipotencia de Dios y su existencia.
La Eucaristía es el más grande, excelso y santo Sacramento en el que están presentes verdaderamente la carne, sangre, alma y divinidad de Nuestro Señor Jesucristo. En la historia de la Santa Iglesia Católica han ocurrido más de 400 testimonios Eucarísticos y entre ellos uno de los más impresionantes es el de Lanciano, Italia ocurrido en el año 700.
Relata el testimonio la historia de un monje que continuamente se veía atacado por grandes dudas acerca de la presencia de Cristo en la Hostia Consagrada. Un día mientras celebraba la Santa Misa y en el momento que pronunciaba las palabras consagratorias nuevamente fue acosado por la duda y fue en ese preciso instante que la hostia se convirtió en la Carne y el vino en la Sangre Viva de Nuestro Señor Jesucristo. El monje conmocionado y llorando volteó hacia los presentes y les manifestó lo sucedido invitándolos a que se acercaran al altar y comprobaran el milagro. Y he aquí que después de 13 siglos, la carne y la sangre de Cristo permanecen frescas e incorruptibles a la vista y presencia de todos.
La iglesia y la ciencia han sometido esta carne y esta sangre a diferentes estudios científicos que han dado una respuesta segura y exhaustiva acerca de la autenticidad del milagro Eucarístico de Lanciano, afirmando que:
- La carne es verdadera carne
- La sangre es verdadera sangre
- La carne y la sangre pertenecen a la especie humana
- La carne es del tejido muscular del corazón
- La carne es un corazón completo en su estructura esencial.
- La carne y la sangre tienen el mismo grupo sanguíneo (AB)
Su conservación, aún dejadas al estado natural por espacio de 13 siglos y expuestas a la acción de agentes atmosféricos y biológicos, es de por si un hecho extraordinario.
Hermanos, ¡Jesús está vivo en la Sagrada Eucaristía! lo dice y corrobora este testimonio grandioso, pero también hoy día a día tenemos testimonios de gente humilde que nos conmueven y fortalecen nuestra fe. He aquí dos testimonios sencillos para la gloria de Jesús Sacramentado.
Hace algunos días una señora se acercó y nos dijo:
- Quiero que sepa hermano porque estoy tan feliz de venir a mi Hora Santa, porque desde que visito al Santísimo soy otra, Él ha hecho que muera en mi el YO y nazca el TU.
¡¡Sabias palabras de humildad y amor al prójimo!!
El segundo testimonio fue de un señor ya mayor que dijo:
- Hermano, sepa que Dios esta aquí y escucha lo que uno le pide, a mi me ha hecho un gran milagro, y casi con lagrimas en los ojos, continuó, ¡A partir de hoy voy a venir dos horas... aunque ya no me haga más milagros, con el que me hizo ha abierto su corazón para que entre el mío y jamás dejaré de adorarlo!
Prueba indudable de fe y amor al Santísimo.
El primer testimonio narrado, el de Lanciano y el de los dos adoradores son por sí mismos, llamas que encienden nuestra Fe y abrazan nuestros corazones de amor a la Sagrada Eucaristía.
Alabado y adorado sea por siempre Jesús Sacramentado.
¡¡¡Viva Cristo rey!!!!