Según la Biblia, en los Evangelios se nombran las Siete Palabras de Jesús en la Cruz, tres de ellas en el de Evangelio de San Lucas, otras tres más en el de San Juan y otra más tanto en el Evangelio de San Marcos como en el de San Mateo.
Cada una de estas palabras guarda una relación con la identidad de
Dios hecho Hombre.
Primera palabra:
”Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.” En esta palabra Jesús expresa mancomunadamente su infinita bondad manifestada en el perdón para todos aquellos que le hacen mal.
Segunda palabra:
“En verdad te digo: hoy mismo estarás conmigo en el Paraíso”. Jesús se dirige al pecador arrepentido y le ofrece la gloria en retribución a su fe.
Tercera palabra:
“Mujer he ahí a tu hijo… He ahí a tu Madre”. Jesús instituye en María a la Madre de toda la Humanidad en la persona del discípulo amado.
Cuarta palabra:
“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?". El hombre clavado en la cruz sabedor de su misión y destino se siente solo y en lamento humano sin blasfemar, sin protestar, sin reclamar se dirige a su Padre.
Quinta palabra:
“Tengo sed”. Las largas horas crucificado han agotado sus reservas de líquidos en su cuerpo torturado y en natural exclamación expresa su dolor y necesidad del vital elemento.
“Todo está consumado”. El fin está cerca, las profecías se han cumplido, Jesús ha redimido a la humanidad.
”Padre, en tus manos entrego mi espíritu”. Es el final, el hijo amado ha cumplido las órdenes de su Padre, Dios Omnipotente, y amorosamente vuelve al Padre en la dulce entrega de su espíritu.