jueves, 31 de marzo de 2016

Rezo del Padre Nuestro en la Misa.


En las últimas décadas se han producido una serie de polémicas entre los fieles de la Iglesia Católica que asisten generalmente y mayoritariamente al Santo Sacrificio de la Misa los días Domingo; una de ellas se refiere al rezo de la oración del Padre Nuestro con la que iniciamos la parte correspondiente a La Eucaristía.

Nos referimos a la forma exterior en que manifestamos nuestra fe en la oración que nos enseñó el mismo Jesús y esencialmente a la posición de nuestras manos durante el rezo. Muchas personas lo hacen 
  • Levantando las manos con las palmas hacia arriba en imagen de súplica o petición,
  • Otras lo hacen entrelazando ambas manos a la altura del pecho en evidente acción de fe en lo que estamos haciendo
  • Y otras lo hacen tomados de las manos en señal de comunión. 

Hay Parroquias en que establecen una u otra forma para rezar el Padre Nuestro en la Santa Misa, y la mayoría de los fieles obedecen lo dispuesto por su párroco y pastor.

Con el fin de orientar a nuestros lectores sobre el punto que estamos tratando en esta semana, nos hemos tomado la libertad de reproducir algunos artículos escritos por entidades respetables dentro de la Iglesia Católica así como de algunos sacerdotes, en los que expresan su respetable opinión.

Primeramente hemos seleccionado un artículo publicado por la revista “Aleteia”.  Que es una red católica mundial para quienes buscan la verdad, sobre temas de fe, vida y sociedad. Es un proyecto promovido por la fundación por la evangelización a través de los medios, Fem–Roma org.

"…la práctica de tomarse de las manos para rezar el Padre Nuestro viene de los protestantes. Los católicos nos unimos en la comunión, no cuando nos cogemos de las manos. No hay nada en la Instrucción General del Misal Romano que indique que la práctica de cogerse de las manos tenga que hacerse."  ...Ver artículo Fuente.

Otra cosa que se ve mucho cuando se reza el Padre Nuestro, es que la gente levante las manos como lo hace el sacerdote, lo cual tampoco está bien, porque no corresponde a los laicos durante la misa hacer los gestos reservados para el Sacerdote. Como tampoco pronunciar las palabras u oración del sacerdote. Confundiendo el sacerdocio común con el sacrificio ministerial…Solo los sacerdotes extienden sus manos y lo mejor es que los fieles permanezcan u oren con las manos juntas pues la fe interior es lo que cuenta, es lo que Dios ve.

Extender los brazos en la oración era ya habitual en la iglesia primitiva,  pero en el contexto de un círculo de oración, o en la oración en privado o en otro encuentro no litúrgico.

"Tanto tomar de la mano a alguien, como alzar las manos al rezar el Padre Nuestro son, en los fieles unas prácticas no litúrgicas, que si bien no están prohibidas en el misal, tampoco corresponden a una sana liturgia.”   ...Ver artículo Fuente.

Comentario de un sacerdote publicado en el conocido sitio católico Ewtn:

“Es algo que se ha metido sigilosamente en la experiencia americana. No se ve esto en Europa. No se ve esto en Suramérica. Se ve en Norteamérica, particularmente en Estados Unidos, y, de nuevo viene de que la gente vaya a diferentes grupos de oración, en los cuales cuando se realizan fuera de la misa, y las personas se cogen de la mano, es bueno, porque es un gesto muy emotivo y un gesto muy simbólico. Pero, en la Misa cada gesto es corografiado por la Iglesia y sus Rúbricas o sea que por eso tenemos partes particulares de la misa en que nos arrodillamos, partes en las que nos levantamos, partes en las que nos sentamos, y no hay mención en las Rúbricas de una parte en que nos cogemos de las manos para rezar el Padre Nuestro".   Fuente.

Hay muchas opiniones y comentarios sobre si es lícito durante la Misa levantar las manos al igual que el Sacerdote o tomarnos de las manos cuando rezamos el Padre Nuestro, unas están en favor y otras en contra.

Queridos hermanos si en su Parroquia se acostumbra rezar el Padre Nuestro en una forma a la que no estás acostumbrado no te pongas en franco antagonismo con tus hermanos

  • Se humilde y pide consejo a tu Párroco.
  • Extiende tus conocimientos investigando y leyendo escritos confiables y autorizados que tratan sobre la Liturgia en el Sacrificio de la Eucaristía.


Dios, mediante el Espíritu Santo iluminará tu inteligencia para que sigas el camino correcto según te lo dicte tu corazón guiado por la divina voluntad del que Todo lo Sabe y Todo lo Puede. Tu Dios y Señor por los siglos de los siglos. Así sea.




Bendito y Alabado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡ Viva Cristo Rey !!!



miércoles, 23 de marzo de 2016

El Sermón de las 7 Palabras de Jesús en la Cruz.


El Sermón de las 7 Palabras o de Las 3 Horas es una práctica religiosa católica que se celebra cada Viernes Santo.  Generalmente empieza al medio día y termina con la Muerte de Jesús en la Cruz, alrededor de las tres de la tarde.

Las Siete “palabras” por ser así comúnmente llamadas, aunque en verdad son siete frases que Jesús dice durante su agonía en la cruz, están escritas en los Evangelios del Nuevo Testamento.

El orden en que han sido señaladas se supone que así fueron pronunciadas por Cristo en la Cruz

  • 1ra. Palabra: ”Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen".
  • 2da. Palabra: “Hoy estarás conmigo en el paraíso“ 
  • 3ra. Palabra: “He aquí a tu hijo, He aquí a tu madre“
  • 4ta. Palabra: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?“
  • 5ta. Palabra: “Tengo sed“
  • 6ta. Palabra: “Todo está consumado“
  • 7ma. Palabra: “En tus manos encomiendo mi espíritu“


Referencias en el Nuevo Testamento:
  • 1ra. Y 2da. : Lucas 23, 34 y 43
  • 3ra.: Juan 19, 26
  • 4ta.: Mateo, 27, 46
  • 5ta.  Y 6ta. : Juan 19, 28 y 30
  • 7ma.: Lucas 23, 46


La iniciación de celebrar el Ritual de las Siete Palabras o Sermón de las Tres Horas tiene sus orígenes, sin ser una confirmación fidedigna en varios escritos, entre los cuales relatamos a nuestro buen criterio los siguientes:

Las Siete Palabras de Cristo en la Cruz fueron recopiladas en detalle, por primera vez, por el Monje Arnaud de Bonneval en el siglo XII. Pero fue San Roberto Belarmino (1542 – 1621) quien más impuso su difusión y pràctica al escribir el Tratado sobre Las Siete Palabras pronunciadas por Cristo en la Cruz.

El Sermón de las Tres Horas, como asì también es llamado el Sermón de las Siete Palabras,  es una reflexión sobre las últimas palabras que Jesucristo pronunció en la cruz. Esta práctica en público se inició con el Sacerdote Jesuita Francisco del Castillo, quien nació en Lima, Perú, en el año 1615. En el año 1660 este sacerdote, realizó una práctica durante el Viernes Santo.

Este sermón se extendió luego a una duración de tres horas. Y desde entonces se celebraban cada Viernes Santo en el Perú. Posteriormente esta práctica se extendió al resto de América y a Europa.

Actualmente se sigue llevando a cabo el Viernes Santo y cada predicador desarrolla el tema de cada Palabra expresada por Jesús en la cruz según su criterio personal pero dentro de los límites divinos y humanos con que Cristo las pronunció.

Creemos que la esencia encerrada en las frases que Jesús pronunció en su agonía en la cruz, representan la culminación de toda la Obra Redentora de Cristo.

Cristo se entrega al Padre sabiendo que su misión ha concluido y con la plena confianza de que resucitarà al tercer día y que luego estará en los cielos a la derecha del Padre, por toda la eternidad.

Queridos hermanos, les pido humildemente que este Viernes Santo reflexionemos en lo más íntimo de nuestra alma y corazón el efecto y significado personal de as Siete Palabras que Jesús nos dejò como testimonio del amor y misericordia que siempre tuvo, tiene y tendrá por cada uno de nosotros.



Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡ Viva Cristo Rey !!!


miércoles, 16 de marzo de 2016

Al Final de la Cuaresma… ¿Cuántos llegamos a la Conversión?


La pregunta obviamente va dirigida a los que el pasado 10 de Febrero de 2016, Miércoles de Ceniza, iniciamos con devoción el compromiso de que en los siguientes 40 días abriríamos nuestros corazones para fielmente arrojar el mal de nuestro ser mediante la Oración, la Reflexión y la Reconciliación y así llegar a nuestra Conversión Espiritual.

El tiempo de preparación está por terminar, y hay muchos, muchísimos, “católicos” que ¡Ni siquiera saben lo que es un Miércoles de Ceniza y menos un Tiempo de Cuaresma!. Ellos siguen con su vida de aridez espiritual sin que una sola lágrima de amor, derramada por Jesús en la cruz, les pueda sacar de su inconsciente proceder. Para ellos no nos queda más que repetir las palabras de nuestro redentor, Jesucristo,”Perdónalos porque no saben lo que hacen.” 

Hermanos evangelizadores católicos, he ahí en ese grupo su verdadera misión de salvación, ¡Salvemos esas vidas de las garras del maligno!, que aprovechando su ignorancia, con sutileza en su engaño las conducen a su mundo de tinieblas y perdición. 


Retomando el tema de nuestra pregunta sobre el resultado de la Cuaresma en nuestros propósitos personales; no todo es negativo, sí hay católicos verdaderos de conocimiento, fe y práctica. Son aquellos que movidos por el amor de Dios implantando en sus corazones, han aprovechado estos cuarenta días para prepararse debidamente para celebrar el acontecimiento más grande de nuestra fe que es la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo. 

  • Cada día ha sido un día de oración mediante la cual hemos humildemente reflexionado sobre nuestros actos, nuestro entorno material y espiritual, nuestros sentimientos de amor y perdón para con todos los seres que compartimos en este peregrinar por el camino que nos señala Jesús.


  • En estos cuarenta días hemos estado en contacto directo con nuestro creador, Él sabe de la sinceridad de nuestros corazones, de nuestras penas y alegrías, de nuestros aciertos y desaciertos, de la fortaleza y debilidad de nuestra fe, de nuestras caídas y de nuestro esfuerzo para volver a ponernos de pie y seguir las huellas santas en el caminar con Jesús.


  • Hemos cumplido con lo que nos manda nuestra Santa Iglesia Católica en este bendito tiempo de Cuaresma. Donde cada día, junto con el amanecer se asoma el resplandor de Jesús, diciéndonos: “Sígueme” y en el feliz atardecer diario en la tibieza de una dulce penumbra encontramos la paz y la misericordia de nuestro Dios Todopoderoso, por haberlo complacido con nuestra humilde oración.


Hemos pues, queridos hermanos, en la medida de nuestras posibilidades, expresadas con toda nuestra voluntad, cumplido con lo prometido: oración, reflexión y conversión. Estamos dignamente preparados para una celebración, solemne, jubilosa y gozosa de la Pascua de Resurrección, culmen del misterio de nuestra fe. 

Para aquellos hermanos que no hayan cumplido cabalmente con las obligaciones dictadas por la Santa Iglesia Católica para la celebración del Tiempo Litúrgico de la Cuaresma, les recordamos que aún quedan tres días, Jueves, Viernes y Sábado, para verdaderamente reconciliarse con Dios acudiendo al Sacramento de la Confesión, arrepentirse de todo corazón por la falta cometida y ofrecer un Sacrificio Penitencial que nos permita pasar por el dolor y sufrimiento que significa haber ofendido a Dios Nuestro Señor, al cual, postrados a sus pies imploramos humildemente nos conceda su perdón por su infinita misericordia que nace de su infinito amor.



Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡ Viva Cristo Rey !!!

miércoles, 9 de marzo de 2016

¿Por qué los Católicos no somos Creyentes Comunitarios?


Esta pregunta no ha sido formulada por algún miembro de otra agrupación religiosa con intención de socavar la frágil unidad de nuestra Religión Católica y conseguir adeptos para su organización.

¡No!,

Esta pregunta nos la hacemos diariamente en el fondo de nuestras mentes y corazones, los que nos damos cuenta de nuestro pobre conocimiento de la Doctrina Cristiana Católica

Es fácil comprobar nuestra ignorancia crasa, y veamos en nuestra propia persona, si poseemos los conocimientos sobre 
  • Las Sagradas Escrituras o la Historia de Salvación,
  • Nuestra misión en este mundo,
  • Los Sacramentos instituidos por el propio Jesucristo,
  • Liturgia,
  • Apologética,
  • Cristología,
  • Eclesiología,
  • Mariología,
  • Doctrina Social de la Iglesia,
  • Comunidad Católica,
  • Comunidad de Fe,
  • Comunidad Orgánica,
  • Comunidad Eucarística.


Y ante este preliminar, sencillo y básico cuestionario...

¿Cuál es nuestra propia conclusión?

Es doloroso y vergonzoso reconocer que los católicos no somos verdaderos seguidores de Jesucristo y de la iglesia que Él mismo fundó. 

La razón principal de nuestro error, es no conocer a cabalidad,  los preceptos, mandamientos y disposiciones de la Iglesia a la cual decimos pertenecer.

Entonces ¿qué debemos hacer todos nosotros, ignorantes de una fe que decimos profesar, los que creemos sin conocer, los que pensamos  que con ser bautizados, los que con ir a misa los domingos, los que damos la limosna de los que nos sobra, ya somos seguidores de Jesús y verdaderos católicos

Tenemos que llenarnos de humildad y arrojar muy lejos de nosotros nuestras vestiduras de soberbia y reconocer que No somos creyentes comunitarios, pertenecientes a una pseudo-comunidad, conformada por un mosaico de preceptos creados por nosotros mismos para nuestra propia comodidad y así poder justificar nuestra respuesta cuando se nos pregunta ¿qué religión profesas? Y poder responder tibiamente: 

“Católico, pero no totalmente practicante.”

¡Qué respuesta tan solo nominativa, hueca, llena de nada!

¿Somos o No somos?

Y si no lo somos... ¡Debemos serlo!,  buscar el abrevadero de conocimientos donde podamos beber del conocimiento de Dios para ser verdaderos católicos, dignos seguidores de Jesús.

  • Busca..., porque el que busca encuentra,
  • Pide..., porque al que pide se le dará 
  • y al que toca se le abrirá.


Y los Pastores del Rebaño de Dios, que cuiden de las ovejas de su redil, dándoles el conocimiento necesario para que alaben y adoren en la plenitud de su fe a Dios Todopoderoso por toda una eternidad.

Obispos, Presbíteros, Párrocos y Diáconos, no busquen evangelizar al de otra religión primordialmente, pienso que mejor sería trabajar con esfuerzo y completa dedicación a evangelizar a los que aún siendo católicos, que son la mayoría, no pueden amar a Dios porque aun no lo han llegado a conocer.

Que la Santísima Virgen María muestre con la luz de su Divino Corazón el camino  a seguir junto a su muy amado Hijo, a todos nosotros  que no hemos llegado a conocer, que no hemos llegado a comprender todavía lo que con nuestra vida debemos hacer.


Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡ Viva Cristo Rey !!!



miércoles, 2 de marzo de 2016

Cuaresma Tiempo de Oración, Reflexión, Reconciliación y Conversión.

Ya se nos ha ido un poco más de la mitad  de este hermoso Tiempo Litúrgico de Oración, de  Reconciliación y de Conversión, hagamos un paréntesis, para llevar a cabo una introspección sincera a nuestra conciencia y preguntémonos: 

¿He cumplido cabalmente en este lapso, con lo que 
la Santa Iglesia nos ordena cumplir?

Lo que nuestra Santa Iglesia nos ordena en este tiempo es que nos preparemos debidamente para celebrar la Semana Santa y la Pascua. Días en los que recordamos los hechos culminantes de nuestra fe, en los que damos testimonio de nuestro amor y agradecimiento a Dios Padre, en el sacrificio que Dios Hijo realizó para salvarnos del pecado y darnos la Vida Eterna.

No solo con el Ayuno y Abstinencia habremos cumplido con nuestra obligación cuaresmal. Es verdad que la penitencia y la mortificación física y espiritual contribuyen a preparar nuestras almas para dar fuerza y valor a nuestro compromiso con Dios, pero no olvidemos que nuestros Actos de Amor son las verdaderas ofrendas, las cuales, son inmensamente agradables a Dios Nuestro Señor.

La Oración debe ser intensa y comprometida para establecer un dialogo con nuestro creador, mediante la cual reflejemos nuestra más profunda humildad, nuestro más virtuoso respeto y nuestro más irreversible amor. La Oración no debe ser un medio para obtener la satisfacción de un deseo personal, más material, que espiritual, la Oración debe ser un 

"Hágase en mí tu voluntad, porque en tí yo espero,
en tí confío y sobre todo, en tí creo"

Es necesario observar nuestra Reconciliación con Dios durante el Tiempo de Cuaresma. Es imposible cumplir con nuestra obligación de católicos si no estamos plenamente Reconciliados con Dios, es decir, 
  • Estar en Gracia de Dios, 
  • Haber recibido la Sagrada Eucaristía y
  • Tener a Jesús Vivo en nuestro corazón y no alejarlo por el pecado.

Luego de estar en Paz y Gracia de Dios, debemos buscar la reconciliación con nuestros hermanos. En el Tiempo de Cuaresma debemos volver a distribuir nuestro amor a todos aquellos hermanos que los hubimos alejado, sea cual fuere la causa, perdonarlos si nos han ofendido o pedirles perdón si los hemos ofendido.

Es decir que:

La Cuaresma es la Limpieza del Alma para hacerla digna
de dirigirse humildemente a nuestro Dios. 

Esta limpieza profunda y minuciosa del alma es, como en muchas ocasiones de nuestra vida social, nos aseamos, vestimos correctamente, y nos preparamos para asistir a una ceremonia o fiesta a la que hemos sido invitados; y nos arreglamos para demostrar nuestro respeto a la ocasión o al festejado, ponemos todo nuestro afán en presentarnos lo más adecuadamente posible para ser partícipes dignos del acto a celebrarse y en algunos casos llevamos un regalo que escogemos de acuerdo al sentimiento que deseamos expresar a nuestro anfitrión.

¿No será, pues, nuestra preparación durante el Tiempo de Cuaresma, para festejar la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo en la Fiesta de la Pascua, un propósito mucho más importante para nuestra almaque prepararnos para asistir a cualquier otro acto social mundano?


¡Todo lo escrito, nos anima a seguir con obediencia
lo que la Santa Madre Iglesia Católica 
nos obliga a cumplir en este Tiempo de Cuaresma!


¿Y nosotros cómo cumplimos con lo que nos manda la Iglesia?

He aquí la pregunta que solo cada uno, en nuestra profunda intimidad espiritual podremos responder.

Ni nuestro Director Espiritual, ni nuestro Párroco, ni nuestro Obispo, ni nuestros padres, hermanos o demás familiares, ni nuestros mejores amigos, responderán por nosotros, ¡¡nadie!!, absolutamente nadie, solo tú.

Sólo tú, con tu alma de rodillas ante Jesús crucificado, viéndole sufrir el martirio de su muerte y sufriendo tú, ese mismo martirio de clavos, espinas, lanzas que cual dardos de dolor infinito, atraviesan su corazón amoroso.

¡¡En ese momento, tú le darás a tu iglesia,
la respuesta que nadie podrá dar por tí!!



Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡ Viva Cristo Rey !!!