No miro ya para atrás el camino recorrido, los hechos de mis acciones, malas y buenas han sido inscritas en el libro de mi vida, te pido perdón por las primeras con el corazón contrito y por las segundas te doy las gracias, por haberme permitido realizarlas siguiendo tu amorosa y misericordiosa insinuación.
Mírame aquí Señor con el alma azotada por tanta maldad reinante en el mundo, por la gran indiferencia de aquellos que ayer falsamente te adoraron y hoy reniegan de Ti, por todos aquellos que no han llegado aún a conocerte por la falta de evangelizadores que les muestren tu camino. Por todos ellos, por el mundo entero: Te ruego Señor que les toques el corazón con tu infinita misericordia, los perdones y nuevamente escuches las palabras que Jesús tu Hijo unigénito, pronunció en la cruz:
Hermanos, tengamos conciencia en este nuevo año de cambiar nuestros malos hábitos, de perdonar al que nos ofende, de dar de comer al hambriento, de vestir al desnudo, de amar sin reparar en raza, religión o situación económica, amar con el mismo corazón que Jesús nos ama. Y los que ya hacen todo esto, sigan haciéndolo con el espíritu de cristianos verdaderos, solo por amor a Dios. Que nuestras acciones por insignificantes o rutinarias que sean siempre lleven impregnado el amor y la alegría con que debemos siempre hacerlas. De esta manera estaremos cumpliendo con la voluntad de Dios Padre y estaremos convirtiendo una espina de la corona clavada en Nuestro Salvador por un pétalo de la más delicada flor.
A nuestros queridos hermanos Adoradores Perpetuos de la Santísima Eucaristía les exhortamos a ¡Seguir Adelante! con los compromisos de honor contraídos con Jesús Dios y Señor Nuestro:
ALABADO Y ADORADO SEA POR SIEMPRE JESUS SACRAMENTADO
¡¡¡VIVA CRISTO REY!!!