jueves, 28 de abril de 2011

Nuestro Señor Jesucristo y los Niños.

En diversos Evangelios Jesús nos habla de los niños o pone en sus ejemplos a los pequeños.

A continuación transcribimos algunas de las mencionadas citas Bíblicas.


  • “Les aseguro que si no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los cielos. El que se haga pequeño como este niño será el más grande en el Reino de los cielos.” (Mt 18, 1-4)


  • “No les impidan a los niños que se acerquen a mí, porque de los que son como ellos es el Reino de los cielos.” (Mt 19, 13-15)


  • “Dejen que los niños se acerquen a mí.” (Mc, 13-16)


  • “El que recibe a este niño en mi nombre me recibe a mí, y el que me recibe a mí recibe a Aquel que me envió.” (Lc 9, 46-50)


  • Un día Jesús se sintió inundado de gozo en el Espíritu Santo y dijo: “Yo te alabo, Padre, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes, y las revelaste a los pequeñuelos. Si, Padre, porque tal ha sido tu beneplácito.” (Lc 10, 21)

Jesús amó entrañablemente a los niños y durante su vida pública, fueron muchos los milagros que obró en niños enfermos y hasta muertos ya, resucitándolos. Hechos que constan también en las sagradas escrituras.

Es pues en nuestros días que no podemos concebir los pecados que se cometen contra los niños como los abusos sexuales, la pederastia y la pedofilia que son actos ejecutados por los seguidores de Satanás y que Dios no perdonará si no existe un verdadero arrepentimiento de corazón por el mal hecho. Porque si un infanticidio es el crimen cometido al privar de la vida a un niño, el atentar contra su candor e inocencia es un crimen mil veces más repudiable.

¡Vil y desgraciado el ser que mancilla a un niño y no se arrepiente de su maldad y peor aún, si la vuelve a repetir!.



No queremos ser ejecutores de la justicia, no es nuestra facultad hacerla. Dios y su Divinidad como Juez Justo determinará en el juicio final el castigo que merecen aquellos que pecan sin jamás arrepentirse de sus pecados.

Hermanos, nuestro escudo y defensa contra las arremetidas de satanás, es la oración.



Oremos para que este mundo nuestro se de cuenta que está en el camino equivocado y vuelva al camino que Nuestro Señor Jesucristo nos señaló.


Oremos para que los seres humanos reconozcan que Jesús es nuestra salvación y sin El nuestro final será la condenación eterna.


Oremos con el corazón y el alma, con fe y sin desmayo, siguiendo las súplicas que nos hace en cada una de sus apariciones nuestra Santísima Virgen María, Madre de Dios. Que ella sea nuestra intermediaria ante su divino hijo para que tenga misericordia de esta humanidad pecadora.

Oremos hora tras hora, día tras día, mes tras mes, año tras año sin fatiga ni desaliento hasta que Dios nos diga: "tu camino terrenal ha terminado" y merezcamos que también nos diga "ven hijo mío al Reino de los cielos para toda la eternidad"



Hermanos, nuestra Capilla de Adoración Eucarística Perpetua te espera con las puertas abiertas de par en par para que platiques con Jesús Sacramentado, Dios vivo, que te espera un minuto, una hora, o el tiempo que tu quieras ofrecerle retribuyéndole con verdadero amor el infinito amor que Èl siente por ti.

ALABADO Y ADORADO SEA POR SIEMPRE JESUS SACRAMENTADO
¡¡¡VIVA CRISTO REY!!!

miércoles, 20 de abril de 2011

Milagro en la Cena del Jueves Santo


La última Cena demuestra que la Eucaristía es el memorial del acontecimiento definitivo de la vida de Jesús.


La última Cena de Jesús y la Eucaristía están plenamente vinculadas con los acontecimientos de la Pasión, Muerte y Resurrección, donde Jesús, Profeta, se manifiesta como Cristo.


La última Cena es la Institución de la Eucaristía, que es el Milagro de Milagros, el más grandioso acto de amor de toda la historia hecho por Dios por intermedio de su amadísimo hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de los pecados y la salvación de toda la humanidad.


A la entrada de la noche, próxima ya la hora de la Cena Pascual, Jesús se reunió con sus discípulos en la habitación que escogiera para ese fin. Al sentarse a la mesa dijo: “De todo corazón he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de sufrir. Porque os digo que Yo no la volveré a comer hasta que ella tenga su plena realización en el Reino de Dios.”



No hay palabras que puedan expresar el significado de la última Cena para nuestra pequeña inteligencia, solo la Fe y la Gracia del Espíritu Santo nos lo pueden revelar.


Mientras estaban comiendo, tomó pan y lo bendijo, lo partió y dándoselo a sus discípulos dijo: “Tomad y comed, ESTO ES MI CUERPO el que se da para vosotros. Haced esto en memoria mía.” Así, Jesús mostró cuán profundo era su amor por nosotros dándonos en la Sagrada Eucaristía el regalo de sí mismo y de su amor total.


Luego tomó la copa de vino, dio gracias y la presentó a sus apóstoles, diciendo:
“Bebed de él todos, porque ésta es la sangre mía de la Alianza, la cual por muchos se derrama para remisión de los pecados.” “Haced esto cuantas veces bebáis, para memoria mía.”


Una vez que hubo otorgado a sus discípulos estos supremos dones, Jesús les impuso otro mandamiento cuya observancia había de ser la marca distintiva del verdadero cristiano: “Que os améis unos a otros, así como Yo os he amado"


He aquí en esta corta recapitulación de la Ultima Cena en que Jesús nos deja:
  • La Institución de la Sagrada Eucaristía.

  • El establecimiento del Sacerdocio.

  • El reconocimiento de su Pasión, Muerte y Resurrección.

  • El perdón de los Pecados.

  • La creación de la Nueva Alianza.

  • Un mandamiento nuevo de amarnos unos a otros.

  • Y por sobre todas las cosas nos deja el testimonio de su inmensa misericordia y de su infinito amor por todos nosotros.



  • ¿Quién mas podría heredarnos semejantes dones?.. Solo nuestro Dios, Dios de Bondad y Dulzura , Dios de Perdón y Reconciliación, Dios Unico y Dios Verdadero, y finalmente nos da su promesa inquebrantable de algún día recibirnos en su reino y tengamos la dicha infinita de Glorificarle y Adorarle por toda la eternidad.


    Que inmensamente dichosos debemos de sentirnos de tener un Dios como Nuestro Dios, roguémosle para que mediante su omnipotencia haga que todos los seres humanos le amen y adoren para que cielos y tierras le adoren y bendigan como dice la letra de una hermosa canción.

    Este es el humilde deseo en esta Celebración del Jueves Santo de la Adoración Eucarística Perpetua de Cardel.



    ALABADO Y ADORADO SEA POR SIEMPRE JESUS SACRAMENTADO.


    ¡¡¡VIVA CRISTO REY!!!

    jueves, 14 de abril de 2011

    Domingo de Ramos, Entrada de Jesús a Jerusalén

    El Domingo de Ramos cierra el tiempo de Cuaresma y da principio a la Semana Santa.

    En este día se conmemora la entrada de Jesús, Nuestro Señor, a Jerusalén montado en un burrito tal como lo anunciara el Profeta Zacarías (9,9), entre alabanzas y hosannas de la muchedumbre que tendía sus mantos en el suelo como señal de pleitesía y respeto. De la misma manera que con palmas daban la bienvenida al Mesías tan largamente esperado.

    Este acontecimiento nos revela la inconsistencia y lo voluble que es una masa humana manipulada por unos cuantos. En un principio, alaban a Jesús impresionados por los milagros hechos por el Hijo de Dios y que aun se reflejaban en sus conciencias, especialmente, el último de ellos, la Resurrección de Lázaro de entre los muertos.


    Los escribas y fariseos, temiendo que en el pueblo germinara la fe en Jesús, iniciaron una campaña de desprestigio y repudio hacia Él y cuyos resultados no tardaron en aparecer, ya que unos días después esta misma muchedumbre que había vitoreado a Jesús como rey, ahora reclamaba su muerte gritando: ”crucificadle”.



    La falta de estabilidad y firmeza en nuestros conceptos es una debilidad del ser humano y cambia según los factores externos que le afecten. Es así que nuestra inconsistencia se hace presente repetidas veces en nuestras acciones, y el cambio fluctúa del bien al mal y del mal al bien. Ejemplo cotidiano de este proceder se refleja en nuestro trato directo con Dios... hoy le ofendemos con el pecado y luego nos arrepentimos y juramos no volver a cometer el mismo pecado, mas sin embargo volvemos a repetir lo que rechazamos ayer.


    Contra esta forma equivocada de actuar debemos recurrir a la ayuda del Espíritu Santo y a la oración para que nos fortalezca la fe en nuestros principios católicos. Debemos acercarnos con más frecuencia al Sacramento de la Comunión para estar siempre en la gracia de Dios, la cual nos permitirá alejarnos del pecado. Oremos con verdadera fe y constancia inquebrantable.


    ¡Pidamos al Espíritu Santo que nos ilumine el camino hacia Jesús! Él que es inconmensurablemente misericordioso no nos rechazará, oirá nuestras suplicas y nos dará la fe que necesitamos y su amor, sin el cual no podríamos coexistir en Él.


    Hermanos, que este Domingo de Ramos nuestros corazones griten con toda la fuerza de nuestra sangre el hosanna que Cristo Rey desea escuchar en el cielo y en la tierra. Y que juntamente con los ángeles y los santos digamos:


    “Bendito el que viene en nombre del Señor”


    Y hoy, mañana o pasado mañana, cuando nos toque visitarlo en su Santa y Bendita Capilla de Adoración Perpetua, le digamos dulcemente en silencio con la voz del alma:


    “Jesús Sacramentado, Rey y Dios mío, te alabo y te adoro, y te alabaré y adoraré, pase lo que pase, por toda la eternidad”



    ¡¡Alabado y Adorado sea por Siempre Jesús Sacramentado!!


    ¡¡¡VIVA CRISTO REY!!!

    jueves, 7 de abril de 2011

    Sentimientos… Expresiones del Alma


    Sentimiento es experimentar en una acción física una reacción moral o espiritual que puede ser buena o mala.


    En ocasión de la Cuaresma queremos señalar algunas preguntas sobre nuestros sentimientos y que nuestras respuestas nos sirvan como un examen de conciencia para conocer el tamaño de nuestra fe y la magnitud de nuestro amor a Dios.


    • ¿Creemos de verdad y de corazón cuando rezamos nuestro “Credo” o solo repetimos las palabras sin sentimiento alguno?

    • Cuando asistimos a Misa, ¿lo hacemos por costumbre u obligación, sin considerar que en este Acto Litúrgico estamos conmemorando el Sacrificio de Nuestro Redentor?

    • Cuando confesamos nuestros pecados ¿los consideramos como una ofensa a Dios y tenemos el verdadero sentimiento de arrepentimiento y dolor de haber pecado?

    • Al dar una limosna o apoyo a un necesitado ¿lo hacemos para satisfacer nuestro ego o porque al dar sentimos de corazón que estamos alegrando a Jesús Nuestro Señor?


    • En los momentos antes de recibir la Sagrada Hostia ¿sentimos con todas nuestras fuerzas espirituales que vamos a recibir en verdad el Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor o estamos pendientes de saludar o que nos saluden los amigos en el templo?

    • ¿Somos solamente católicos de nombre porque fuimos bautizados o somos católicos de tiempo completo cumpliendo con todos los mandamientos de Dios y de nuestra Santa Iglesia Católica?

    • ¿Sabemos que con nuestros golpes de pecho o ayudando a diferentes labores en nuestra Parroquia no alcanzaremos la vida eterna, y ésta la lograremos, si todas nuestras acciones solo son realizadas por amor a Jesús?

    • Cuando pedimos a nuestro Padre Celestial alguna gracia o favor ¿lo hacemos con exigencia impostergable y si no se nos cumple de inmediato nos embarga un sentimiento de injusta carencia de fe católica en lugar de exclamar siempre después de nuestras súplicas: “Hágase Señor tu voluntad”?...

    Hermanos, podríamos continuar hasta llenar cientos de páginas con otras tantas preguntas, pero solamente deseamos terminar con la siguiente:

    ¿Crees tú, que Jesús está verdaderamente presente en la Sagrada Fórmula en tu Capilla de Adoración Eucarística Perpetua?

    Si es así para tí... respóndete con sentimiento de honestidad y verdad:


    ¿Por qué si estás ante Dios Vivo le ofendes con actitudes irrespetuosas, como:

    Al entrar o salir de la capilla, no lo saludas o despides de Él hincándote de rodillas.



    • Durante tu hora santa, bostezas y te estiras grotescamente adoptando sentimientos de aburrimiento.

    • Te acercas a otros adoradores para comunicarles algo sin pedir primero a tu Dios y Señor un permiso de rodillas.

    • Te quitas los zapatos porque tus pies lo requieren,…… y Dios no requiere respeto.

    • Llegas tarde y hasta algunas veces ni te presentas a tu hora sin avisar a nadie de tu ausencia para que seas puntualmente reemplazado.

    • Te ofendes cuando por un acto flagrante de irrespetuosidad se te llama la atención, amenazando a Dios, tu Dios y Señor, de no volver a participar en tu Hora Santa.

    • ¿Harías todas estas cosas, si por ejemplo, estuviera el Papa en persona frente a tí en la capilla de Adoración Perpetua?... ¡seguro que no!... entonces, ¿por qué sí lo haces ante Jesús Sacramentado, Dios Vivo hecho hombre?...


    Respóndele a Dios, ¡a Él se lo debes todo!


    Dios nuestro, te ruego que siembres en los corazones de todos aquellos hermanos alejados la semilla de la fe y la rocíes con el agua pura de tu amor eterno, para que vuelvan a Tí.


    Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado.


    ¡¡¡Viva Cristo rey!!!