El día 10 de Agosto de cada año, la Iglesia Católica celebra la fiesta en honor de San Lorenzo, Diácono y Mártir.
En nuestra humilde tarea de dar a conocer a los fieles católicos la identidad personal de los principales personajes que engalanan la distinguida Lista de los Santos más notables que nuestra Santa Iglesia Católica venera y celebra, y muy poco conocidos por la actual grey del catolicismo en el mundo, nos hemos atrevido a mostrar un análisis sintético de la semblanza del santo que hoy nos ocupamos en divulgar.
Son muy pocos los datos fidedignos que existen sobre la vida de San Lorenzo, la mayor parte de los relatos están basados en leyendas y tradiciones populares de los primeros cristianos. Estas narrativas, no han sido ni aceptadas ni negadas, por el Vaticano, que guarda un respetuoso silencio sobre su autenticidad.
Por lo tanto, los hechos que describimos a continuación, son el producto de un trabajo personal, que entrelaza lo fidedigno con lo legendario, escrito sin ningún interés material y solamente con el fin de dar a conocer lo que la fe nos permite aceptar, y que presentamos para nuestro propio conocimiento y el de toda persona que pueda comprender nuestra sana intención.
Lorenzo es uno de los santos y mártires más venerados en Roma.
El poeta Prudencio y San Ambrosio citan en sus relatos tradicionales que Lorenzo era originario de Huesca, España.
Era uno de los Siete Diáconos de Roma, colaboradores especiales y de confianza del Sumo Pontífice, que en aquellos tiempos era SS. Sixto II.
La responsabilidad personal de Lorenzo era custodiar y guardar las Reliquias Sagradas de la Iglesia como también la de administrar y distribuir las ayudas y los bienes de la iglesia en ayuda a los pobres y más necesitados; y servir al Papa Sixto II que lo había llamado a Roma.
Cuenta un relato, no estrictamente fidedigno, que Lorenzo tenía entre las Reliquias encargadas a su custodia personal el Santo Grial, el Cáliz que Jesús utilizo en la Última Cena, y que en una ocasión de peligro inminente para la Santa Reliquia, se la entregó a un soldado español que regresaba a España, con encargo solemne de entregarlo a su familia.
Esta instrucción fue cumplida por el militar y luego la familia lo entregaría a la Catedral de Valencia, en donde actualmente se encuentra; y que con ocasión de una visita que hiciera el Papa Juan Pablo II a Valencia lo utilizó en el Santo Sacrificio de la Misa.
Lorenzo sufriría uno de los martirios más crueles efectuados por los perseguidores de los cristianos, el de ser quemado vivo, atado sobre una parrilla en vez de ser decapitado.
En el año 258 el Papa Sixto II fue condenado a la pena de muerte por orden del Emperador Valeriano, acérrimo perseguidor de los cristianos. Cuenta la historia que mientras el Sumo Pontífice era conducido a su muerte, le acompañaba Lorenzo, y le preguntaba éste al Papa:
¿Por qué me dejas tan solo, y ya no podré servirte?
En efecto pasados tres días del martirio de Sixto II, Lorenzo fue condenado a morir quemado vivo amarrado a una parrilla.
Según se cuenta, la parrilla fue colocada frente al alcalde Decio, quien había ordenado que Lorenzo fuera quemado vivo .y el santo tuvo el valor de increpar al funcionario romano, mientras los verdugos atizaban las llamas, diciéndole:
"¡Mira, ya has asado un costado; dale vuelta y cómetelo!”
Luego gritó,
"¡Gracias Señor Jesucristo, porque he merecido franquear las puertas de tu Reino!"
Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado
¡¡¡ Viva Cristo Rey !!!
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