miércoles, 20 de julio de 2016

El Profeta Elías


El gran profeta Elías, quien Dios quiso que fuera la causa que recordara a su pueblo que solo hay un Dios y ese Dios es Yahvé

¡Ese fue pues el oficio de Elías!,

convencer al pueblo israelita que el único Dios es Yahvé, el creador de cielos y tierra.

Elías significa: “Mi Dios es Yahvé “

No obstante la gran misión de Elías y su misma vida, son muy poco conocidas por la mayoría de los católicos. Es nuestra humilde intención de introducir mediante este artículo, los acontecimientos principales en la vida y tarea de Elías.

La historia del profeta Elías está indicada en la Santa Biblia en el Libro Primero de los Reyes, Capítulos del 17 al 21 del Antiguo Testamento. Ojalá tengamos la oportunidad de leerlos para nuestro mejor conocimiento de los hechos.

Nació Elías en Tishbe, en la región de Galaad, al oriente del río Jordán en el siglo IX aC.
El ministerio profético de Elías empieza en la época del Reinado de Acab, quien gobernó el Reino de Israel entre los años 874 y 853 aC.

El Rey Acab era un hombre de débil voluntad que se dejaba gobernar por su esposa Jezabel, que era pagana y extranjera y que deseaba imponer entre el pueblo la religión de los falsos dioses. Esta mujer hizo asesinar a los profetas y sacerdotes del Dios verdadero, de los cuales se salvaron de morir unos cien, a quienes escondió Abdías, el mayordomo del rey, en unas cavernas y los alimentó durante la época de mayor peligro.

Elías se libró de la muerte huyendo a su ciudad natal. Yéndose después a una ciudad fenicia llamada Sarepta. Cuando parecía que Jezabel iba a triunfar destruyendo la verdadera religión de Israel, aparece el Profeta Elías y comienza el combate total entre las fuerzas del bien y del mal.

Elías anuncia que como un castigo de Dios por haber abandonado la religión verdadera, vendrá sobre la nación un verano de tres años continuos. Y así sucedió; deja de llover durante 36 meses y el hambre y la sed se hacen presentes.

Llegado a Sarepta en las afueras de la ciudad encuentra Elías a una viuda recogiendo leña. Y le pide que le dé agua y le prepare un pan para comer. La viuda le responde que apenas tiene suficiente harina y aceite para preparar un pan para ella y su hijo y después no les quedaría nada y solo esperarían morir de hambre. Elías le dijo: 

“Haga un pan para mí y verá que ni el aceite ni la harina
se acabarán hasta que empiece a llover nuevamente.” 

Así lo hizo la mujer y tuvieron harina y aceite hasta que terminó la sequía.

Elías hizo que el Rey Acab reuniera a todo el pueblo israelita junto al Monte Carmelo y también a los 450 profetas del Dios Baal. Estando todos reunidos les hizo este desafío:

Construiremos dos altares de sacrificio en uno estarán los sacerdotes de Baal y en el otro estaré yo en el nombre de Yahvé. Cada uno invocará a su Dios para que queme las ofrendas. El que lo consiga y su Dios le responda, ése es el verdadero Dios.
Y descendió fuego del cielo y consumió todo el sacrificio que Elías había ofrecido. El pueblo emocionado por tal milagro. Acabó con todos los sacerdotes del falso dios Baal.



Muerto Acab fue nombrado rey un general llamado Jehu el cual hizo asesinar a todos los hijos del difunto Acab y mandó echar desde un balcón hasta el piso de la calle a Jezabel, y allí la devoraron los perros.



El profeta nombró como su sucesor a Eliseo y fue avisado por Dios que iba a ser llevado al cielo; y llegó un carro de fuego y se llevó a Elías al cielo. Eliseo lo vio mientras subía entre las nubes y se le transmitieron a él las cualidades y poderes de Elías, y empezó a hacer milagros.



Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡Viva Cristo Rey!!!


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