miércoles, 29 de junio de 2011

La Gloria de la Unión de Dos Corazones

En Un misterio glorioso de amor, el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María laten al unísono; donde está Jesús, está también María.

No podría ser de otra manera, si del cuerpo de la Virgen María que por obra y gracia del Espíritu Santo se engendró el cuerpo de nuestro Redentor, igualmente el Corazón de Jesús en el vientre de su Santísima Madre latía por el compás que le marcaba el Inmaculado Corazón de María.



¡Qué grandiosa y bendita unión de dulzura y sacrificio, de aceptación terrenal y de ordenamiento celestial!


Jesús, Dios hecho hombre, lleva en sí el cuerpo y la sangre de su Santísima Madre tal como fue la voluntad de Dios Padre.



La Iglesia Católica festeja con solemnidad la fiesta del Corazón de Jesús el viernes siguiente al segundo domingo de Pentecostés que este año 2011 corresponde al viernes 1 de Julio.

En el Corazón de Jesús, crisol de amor y ternura, se funden espiritualmente la materia humana con la esencia divina, la humildad y mansedumbre del Cordero de Dios con la Majestad y omnipotencia del Padre Celestial. En esta divinidad encontramos los humanos el refugio de paz que nos ofrece amorosamente nuestro Señor Jesucristo; en Él hallamos el consuelo a nuestras tribulaciones y el báculo que sostiene nuestra fe en momentos de debilidad y duda.



¡Pongamos en el Sagrado Corazón de Jesús nuestro corazón humano enfermo por el pecado y recemos humildemente para que nos lo libere de toda malignidad y sea digno de latir al compás de su Sacratísimo y Bendito Corazón!

Por coincidencia o designio celestial la Iglesia Católica celebra la festividad del Inmaculado Corazón de la Virgen María el día siguiente a la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús como una manifestación elocuente de que ambos corazones son inseparables... Donde esta Jesús esta María.


¿Que más podemos desear, que poseer para nuestra salvación a la más dulce y tierna creatura que mediante su intercesión nos abre el corazón de su amado hijo para que nos refugiemos en Él?

¡Qué arrobamiento espiritual nos avasalla totalmente cuando transidos de amor nos arrojamos a sus pies y sin mirarla -para no manchar su pureza celestial- le imploramos nos dé un pequeño rinconcito en su bendito corazón!... Y ella, Madre Nuestra, nos acoge sonriente y perdonando nuestras faltas humanas nos tiende amorosamente su delicada mano y recogiendo en ella nuestro palpitante corazón lo lleva hasta su amado hijo para que lo sane y nos lo devuelva envuelto en la fragancia de la santidad.

¡María Madre mía eres la Reina de la Tierra y del Cielo y también la dueña de mi corazón!

Hermanos en Dios Nuestro Señor, les pido humildemente que demuestren a Jesús Sacramentado el inmenso amor que le tienen y para complacerlo en su próxima visita a su Capilla de Adoración Eucarística Perpetua, reconozcan el amor que también le profesan a su Santísima Madre y recen una oración que le diga en el silencio de las Avemarías del Santo Rosario que tenemos nuestro corazón unido en dos corazones:



El Sagrado Corazón de Jesús
y
El Inmaculado Corazón de María.


ALABADO Y ADORADO SEA POR SIEMPRE JESUS SACRAMENTADO.

¡¡¡VIVA CRISTO REY!!!

jueves, 23 de junio de 2011

Corpus Christi



Hoy jueves 23 de Junio la Iglesia celebra llena de júbilo el día más grandioso de nuestra religión, paradigma de todos los misterios y milagros de su santidad, el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo transformado en la Hostia Sagrada.



En este día recordamos la institución de la Eucaristía por nuestro Señor Jesucristo y que se llevó a cabo el Jueves Santo durante la Última Cena.



Corpus Christi surgió como festividad en la Edad Media, en el año 1208, siendo el encargado de difundirla Santo Tomas de Aquino con su obra Oficio y Misa del Corpus. La Fiesta Litúrgica del Corpus Christi fue instituida el 8 de septiembre de 1264 por el Papa Urbano IV.




La Sagrada Eucaristía es un Sacramento que celebramos todos los días en la Santa Misa, pero el día especial de su celebración litúrgica por la iglesia es el siguiente Jueves al octavo Domingo después del Domingo de Resurrección, bajo el nombre de Fiesta de Corpus Christi.



Corpus Christi es Jesús Sacramentado, es la Divina Eucaristía, es el pilar fundamental de nuestra fe, nadie puede ser católico si no cree en ella. Aunque fue implantada en nuestros corazones por el Espíritu Santo hay muchos que la rechazan sin saber lo que hacen, apartándose del camino de Nuestro Señor Jesucristo, perdiéndose así la gracia de la vida eterna y no tener la felicidad de estar algún día en el reino celestial.



Hoy todos los católicos que creemos y adoramos a la Sagrada Eucaristía debemos festejar llenos de amor y fe la festividad del Corpus Christi, porque en ella festejamos a Dios Padre, a Dios Hijo y al Espíritu Santo.


La Eucaristía es Fuente y Cima, Alfa y Omega de toda la vida cristiana. Los demás Sacramentos y todos los ministerios de la iglesia y obras de apostolado, están unidos a la eucaristía y a ella se ordenan. En la eucaristía está todo el bien espiritual de la iglesia, es decir, Cristo mismo.



Hermanos, es por esto que hoy cuando en nuestra Hora Santa visitemos al Santísimo en nuestra Capilla de Adoración Eucarística, digámosle personalmente a Cristo que hoy le amamos un poquito más que ayer pero menos que mañana y queremos, en compañía de su bendita madre la Virgen María y de todos los ángeles y santos del cielo ofrecerle nuestra alma vida y corazón diciéndole con una sola voz de silencio más fuerte que el de las trompetas que destruyeron las murallas de la tierra prometida: ”Alabado y Adorado sean por siempre tu Cuerpo y Sangre Bendito Jesús Sacramentado, para la gloria y complacencia de Dios Nuestro Padre Celestial"


Alabado y adorado sea por siempre Jesús Sacramentado.

¡¡¡Viva Cristo Rey!!!

jueves, 16 de junio de 2011

Los Montes en la Historia Sagrada


¿Coincidencia o hechos preestablecidos?... En la historia sagrada que los católicos aprendemos desde muy niños, se nos dan lecciones que enfocan diferentes aspectos. Entre ellos salen a relucir nombres que aprendemos y que realmente pasan sin dejar un significado preciso en nuestras mentes. Los nombres de ciertas elevaciones terrenas, llamadas montes, son parte de aquellas palabras, a las que no les prestamos mayor importancia, mas al hecho que en ellos se realiza.



A continuación analizamos algunos de estos nombres y de los hechos que en ellos se llevaron a cabo sin que signifique una auténtica verdad. Aunque nuestra fe y ciertos testimonios sobre alguno de ellos se acepten como verdaderos.

Monte Ararat.- Nos narra la historia que éste fue el monte donde se posó el Arca de Noé después del diluvio de 40 días y 40 noches que asoló a toda la tierra. En la actualidad es el pico más alto de Turquía y se encuentra muy cerca de la frontera con la actual República de Armenia.

Monte Sinaí.- Es en este monte que Moisés halló la “zarza ardiente” de donde salió la Voz de Dios y más tarde fue también el lugar donde Dios entregó al mismo Moisés las Tablas con los Diez Mandamientos de la Ley de Dios. Se encuentra en el noreste de Egipto, justo en la península que lleva el mismo nombre.



Monte Tabor.- Es en donde se realizó la Transfiguración de Jesús en el Hijo De Dios, siendo sus testigos sus discípulos Santiago, Pedro y Juan y en presencia de Moisés y el profeta Elías. Está situado a unos 20km al oeste del extremo sur del Mar de Galilea y a unos 8km al sureste de la ciudad de Nazaret.

Monte de Las Bienaventuranzas.- Se dice que en este lugar fue donde Jesús pronunció “El Sermón de la Montaña” que es una síntesis de la doctrina de Nuestro Señor Jesucristo. Es un error considerar que el Sermón de la Montaña es solamente las bienaventuranzas, estas son solo una parte de el. La versión completa Consta de El Exordio o Introducción; el Cuerpo del Discurso y la Conclusión que pueden leerse en el Evangelio de San Mateo Capítulos V, VI y VII. Está situado sobre la costa oeste del Mar de Galilea sobre la ciudad de Cafarnaúm.

Monte de los Olivos.- Este era el lugar preferido por Jesús para orar en silencio solitario a Dios Padre. Se supone también que en el huerto de Getsemaní, de este monte, fue donde se detuvo a Jesús. En el libro de Zacarías, el Monte de los Olivos aparece como el lugar desde el cual Dios comenzará a redimir a los muertos al final de los siglos. Esta situado en el Valle de Kidron al este de Jerusalén.



Monte del Calvario o Gólgota.- En este lugar Jesús fue crucificado y es el más conocido por todos nosotros. Se encuentra a las afueras de Jerusalén y su nombre proviene de las rocas en forma de calaveras que están en los lados de la colina.

Es así como terminamos nuestra comunicación de esta semana, llevando a Ustedes con humildad algunos hechos de nuestra Historia Sagrada. Algunos de estos hechos eran desconocidos para mí y he aprendido mucho de ellos. Espero que conociéndolos ustedes también o recordándolos otros, les permitan amar aún más a nuestra religión y por ende a Dios Nuestro Señor.



ALABADO Y ADORADO SEA POR SIEMPRE JESÚS SACRAMENTADO

¡¡¡VIVA CRISTO REY!!!

jueves, 9 de junio de 2011

Pentecostés, Eslabón de Unión Eterna

El día que Dios, nuestro Señor envió al Espíritu Santo sobre los discípulos reunidos con la Virgen María, estableció el vínculo de fuego de la nueva alianza creada por Jesús y eternizó en este acto la unión indestructible del Rey con su grey, haciéndola partícipe de sus dones celestiales en manifestación de su amor y bondad.



El Espíritu Santo se hace presente en nosotros desde que somos bautizados y desciende sobre nosotros cada vez que lo invocamos. Durante la celebración de la Fiesta de Pentecostés recordamos este hecho, pero diariamente, Dios Padre, Dios Hijo y el Espíritu Santo están con todos nosotros.


Para los hermanos que semanalmente leen esta humilde columna, así como también para aquellos que se tropiezan con ella en su búsqueda de verdad y paz van dirigidas estas palabras:


No hace mucho tiempo pensaba y creía que los milagros y hechos de Dios eran solo percibidos por seres santos y temerosos de Dios Nuestro Señor, dones especialmente destinados a ellos. Pero estaba equivocado y aquí les relato el por qué de mi error.

Llegué a la Parroquia del pueblo como cualquier católico que busca el lugar donde asistir semanalmente al sacrificio de la Santa Eucaristía y de vez en cuando hacer una oración por algún familiar, amigo o conocido que necesitara de ella. Con el correr de los meses llegué a conocer y entablar amistad con el Párroco y de vez en cuando charlábamos cuando ambos disponíamos de tiempo, sobre diferentes temas. Cierto día, el Padre me comentó que se estaban dando unas pláticas en el templo sobre la Adoración Eucarística Perpetua y que la primera ya se había realizado, misma que le impactó muy favorablemente y me invitó a que asistiera ya que pensaba que ayudarían en mi desarrollo como católico y creyente.



Y fue así, que al día siguiente estaba desde muy temprano en el templo para escuchar a la hermana misionera encargada de la propagación de la Adoración Eucarística Perpetua. Al final de la misma comprendí muchas cosas que no sabía yo acerca de Jesús Sacramentado y ¡quedé magnetizado por una fuerza de fe que nunca antes había sentido!. Dios había querido obrar y despertar en mí uno de los Dones del Espíritu Santo, el de la inteligencia y sabiduría.


Continué asistiendo a las charlas y terminé aceptando el compromiso de ser Adorador Perpetuo del Santísimo Sacramento en la capilla que habíamos inaugurado en nuestra Parroquia, la primera en nuestro decanato.


Mi hora santa de adoración corresponde a horas de la madrugada y durante ellas, en la soledad de la noche y en el silencio del alma y la paz del espíritu, platico con Jesús -Dios Vivo- que está frente a mí y Él me responde con la silenciosa voz de su inmensa misericordia e infinito amor. A veces el Espíritu Santo también se me presenta y guía mis pasos en este camino hacia el Reino de Dios.



Desde el día que conocí personalmente a Jesús Sacramentado y al Espíritu Santo en nuestra capillita, todo en mí ha cambiado, soy más paciente, soy menos soberbio (mucho menos de lo que era), quiero a mi prójimo como nunca lo hice en el pasado, y ¡amo a Dios sobre todas las cosas!.


Vivo enamorado de mi religión y de todo lo que me enseña nuestra Santa Iglesia Católica. Y como resultado de este cambio recibo continuamente signos y señales que hacen menos penoso y más llevadero mi paso temporal en el mundo.

Hermanos, Dios ha querido obrar en mí el milagro del cambio para bien mío y para gloria de su Santo Nombre. En mí, que soy pecador indigno y el más humilde de sus adoradores. Cada acto de Dios para con cada uno de nosotros por más insignificante que nos parezca, es un Milagro de Fe, de Amor y de testimonio irrefutable que los milagros no son facultativos solo a los santos, sino a todos los seres que verdaderamente amamos a Jesús Nuestro Señor y llevamos en nuestros corazones un pedacito de su Sagrado y Bendito Corazón.


Alabado y adorado sea por siempre Jesús sacramentado.

¡!! Viva Cristo rey!!

jueves, 2 de junio de 2011

Cierre del Mes de María


En días pasados, el 31 de Mayo, se dio fin a las celebraciones de la Virgen Santísima Madre de Dios. Muchas parroquias en el epilogo de las fiestas coronaron a la Virgen María como Reina del Cielo y de la tierra. Es el reconocimiento de la Iglesia Católica a la divinidad jerárquica solamente por debajo e incomparable con Dios Padre, Jesucristo Dios Hijo, y con el Espíritu Santo.

La Virgen María tiene su vida estrechamente ligada a la de Nuestro Señor Jesucristo, es la mujer escogida por Dios Padre para ser la Madre del Salvador de la humanidad. Es la mujer que le acompaña como madre dolorosa y amorosa durante su ascensión al Gólgota lugar de su crucifixión.

Y después de su muerte lo recibe en sus brazos y le da sepultura. Y es testigo al igual que sus apóstoles de su gloriosa resurrección y con ellos recibe el fuego sagrado del Espíritu Santo.

Y durante toda su vida terrenal le venera y adora en el Santísimo sacramento de la Eucaristía sin apartarse un solo día de el.

Y más tarde a su muerte, es ascendida a los cielos en cuerpo y alma para vivir en Dios y con Dios por toda la eternidad.

El día 31 de Mayo la Iglesia Católica también celebra una fecha importante en la vida de la Virgen María y es “La visitación de María a su prima Isabel.” Hecho relatado en la Santa Biblia en Lucas 1, 39-56 y que dice:



“En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró a casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: “Bendita tu entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mi que la madre de mi Señor venga a mi? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!” Y dijo María:

“CELEBRA TODO MI SER LA GRANDEZA DEL SEÑOR Y MI ESPIRITU SE ALEGRA EN EL DIOS QUE ME SALVA PORQUE QUISO MIRAR LA CONDICION HUMILDE DE SU ESCLAVA, EN ADELANTE, PUES, TODOS LOS HOMBRES DIRAN QUE SOY FELIZ.
EN VERDAD EL TODOPODEROSO HIZO GRANDES COSAS PARA MI RECONOZCAN QUE SANTO ES SU NOMBRE QUE SUS FAVORES ALCANZAN A TODOS LOS QUE LE TEMEN Y PROSIGUEN EN SUS HIJOS.”


Es con esta visita que aparecen signos relevantes en nuestra liturgia como son: El Avemaría, El Magníficat y luego la tenemos en el Rosario en el Segundo Misterio Gozoso.




Una vez en el cielo La Virgen María no descansa e inicia su misión misionera por toda la tierra, pidiendo a la humanidad que oren por la salvación del mundo tal como lo hace desde México en la advocación de Nuestra Señora de Guadalupe; en Europa en varios países como La Virgen de Fátima en Portugal; la Virgen de Lourdes en Francia y después de muchas otras, la más reciente en la ex Yugoeslavia como la Virgen de Medjugorje.

Hermanos, en honor a la santísima Madre de Dios y para la Gloria de Dios Padre y del Hijo y del Espíritu Santo pidamos rezando el Santo Rosario para que interceda por nosotros y nos proteja de todo mal y nos socorra en el momento de nuestra muerte.


“María tu eres mi Madre,
María tu eres mi amor,
María Madre Mía
Yo te doy mi Corazón.”



ALABADO Y ADORADO SEA POR SIEMPRE JESUS SACRAMENTADO.
¡¡¡VIVA CRISTO REY!!!