miércoles, 29 de agosto de 2012

Martirio de San Juan Bautista, Precursor de Nuestro Señor Jesucristo


No confundamos a San Juan Bautista -primo de Jesús, quien dio testimonio de que era el Hijo de Dios cuando, aún en el vientre de su madre Isabel, saltó de alegría durante la visitación de la Virgen María a Isabel- y a San Juan Apóstol y Evangelista, discípulo muy amado de Jesús a quién nombró como Representante de toda la humanidad como hijo de la Santísima Virgen María, cuando Jesús crucificado y próximo a morir le dijo: “Ahí tienes a tu madre”.

Hoy 29 de Agosto la Iglesia Católica conmemora el Martirio de San Juan Bautista por orden de Herodes aunque la fiesta establecida por la liturgia para recordar a San Juan Bautista es el día 24 de Junio.

San Juan Bautista precursor de Jesús, predicaba la venida del Hijo de Dios de quien decía “Al que viene después de mí no soy ni siquiera digno de atarle las correas de sus sandalias.”  Y también proclamaba: “Yo bautizo con agua pero el bautizará con el fuego del Espíritu Santo.”

San Juan Bautista dio testimonio de Jesús cuando lo bautizaba en el Jordán, mientras que se cumplían las profecías, el Espíritu Santo en forma de paloma se posó sobre la cabeza del bautizado y del cielo se dejó escuchar una voz poderosa que decía: “ESTE ES MI MUY AMADO HIJO”. Y Juan proclamó: “He ahí el Cordero de Dios”.

Tiempo después,  hallándose Juan Bautista prisionero por órdenes de Herodes a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, con la que se había casado. Porque Juan le decía a Herodes: “No te es lícito estar casado con la mujer de tu hermano”.

Herodías odiaba a Juan Bautista y deseaba matarlo, pero no se atrevía por el respeto que Herodes sentía por él. El momento oportuno se presentó cuando en el palacio se celebraba el cumpleaños de Herodes con la asistencia de muchos dignatarios de la corte. 

Dentro de los festejos se presentó un baile a cargo de la hija de Herodías terminado el cual y por su excelente ejecución fue premiado con aplausos y la total satisfacción personal de Herodes, quien llamó a la bailarina y le dijo que le pidiera lo que ella quisiera, que él se lo daría.

La joven fue donde su madre y le preguntó que le pediría al rey, y Herodías sin titubear le dijo dile que te traiga en una bandeja la cabeza de Juan Bautista. Así lo hizo la joven y Herodes con mucha pena no tuvo otra opción que cumplir con su promesa y ordenó a uno de sus guardias que cumpliera con lo que había solicitado la joven bailarina.

Después de unos momentos le fue entregada en una bandeja la cabeza de Juan Bautista a la joven quien a su vez se la entregó a su madre Herodías.

Cuando los discípulos de Juan  se enteraron de los hechos fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.

Desde su nacimiento hasta su muerte San Juan Bautista nos ha demostrado su humildad y valentía. Humildad para reconocer la grandeza de Dios y de Jesús Nuestro Señor,  a quién respetaba y amaba con verdadera humildad.

Valentía para oponerse a los violadores de las leyes humanas y divinas y señalar a los culpables aún con el pago de su propia vida.

Hermanos, que el temor de combatir a aquellos que ostentan el poder y se justifican en él para quebrantar las leyes de Dios y del hombre no nos haga cómplices de sus actos, Dios está con Nosotros, ¿quién estará contra nosotros?




Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡Viva Cristo Rey!!! 


jueves, 23 de agosto de 2012

Pescadores de Adoradores Eucarísticos


El mundo está hoy revuelto en un mar de maldad, hipocresía y carencia de fe. Todos luchamos por un interés personal, nadie se preocupa del pariente, amigo, vecino y menos del prójimo desconocido.

Hemos por completo olvidado los preceptos que nos fueron dados por Dios a través de su muy amado hijo, Nuestro Señor Jesucristo, durante los tres años que predicó y trató de que comprendiéramos su doctrina de que nos amáramos los unos a los otros como Él nos ama.
La humanidad ha ido avanzando en conocimiento material, los hombres se creen en su nefasta soberbia, creadores de la vida y dueños del universo. Poco a poco la cantidad de seres humanos aumenta día a día y poco a poco las nuevas generaciones van perdiendo el verdadero amor que nos enseñó nuestro Divino Redentor. Amor que brota de un corazón fundido con los corazones de Jesús y María por obra del Espíritu Santo.

En conclusión, el mundo no tiene amor por lo espiritual y lo divino,  solo ama a su Yo material, a su egoísmo y a su avaricia insaciable de poseer bienes terrenales que de nada le servirán cuando termine su existencia material.

Entonces... ¿Cuál es nuestra misión?  ¿Qué debemos hacer ante esta avalancha de miseria espiritual que nos arrastra a nuestra eterna perdición?

 Pues conjuntamente con aquellos escogidos por Dios, sigamos el camino que nos señaló Jesucristo sin apartarnos del divino sendero. Seamos pescadores de seres privilegiados con los dones del Espíritu Santo y hagamos de ellos,  Adoradores Eucarísticos Perpetuos.

Porque fomentando la multiplicación universal de las Capillas de Adoración Eucarística Perpetua estaremos contribuyendo a esparcir la semilla de amor que Jesús Sacramentado nos da a diario cuando dialogamos con Él en nuestras capillas. Y seremos los sarmientos que den fruto abundante y no nos detendremos hasta que el mundo vuelva al amor y toda la humanidad sea un solo rebaño con un solo pastor, el Dios único del universo, compuesto de tres personas distintas indivisibles, Dios Padre, Dios Hijo y el Espíritu Santo.

Queridos hermanos en el divino culto a Jesús Sacramentado, cada uno de ustedes tiene la misión irrenunciable de adorar al Santísimo Sacramento por lo menos una hora en un día a la semana durante toda su vida.

Igualmente tienen la misión de atraer tantos adoradores como les sea posible.


¿Cómo  conseguir que las personas se interesen en ser adoradores?


  • Tener el propósito y la fe necesarios para llevar a cabo la tarea.
  • No desistir, venciendo todo obstáculo, hasta ver cumplido nuestro objetivo.
  • Ser ejemplo de adorador perfecto en actitud, adoración, puntualidad, humildad, compromiso, y amor a Jesús Sacramentado para que tus hermanos te vean como un espejo que refleje la luz divina de Jesús Nuestro Señor.
  • Dar a conocer los testimonios de fe expresados por otros adoradores por las gracias y favores recibidos en sus peticiones a Jesús Sacramentado durante las Horas Santas en la Capilla de Adoración Eucarística Perpetua.
  • No descansar en nuestra misión evangelizadora y que al feliz término de haber conquistado un Nuevo Adorador, empecemos con otro.

  • Rogar al Espíritu Santo que  nos ayude,  nos proteja, y nos evite los errores que podamos cometer en nuestra misión.

Y que la paz de nuestra alma  refleje en nuestro rostro el intenso amor y la dicha sublime de servir a nuestro amadísimo Jesús Nuestro Señor para la gloria de Dios Padre Todopoderoso.


Alabado y adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡Viva Cristo rey!!!

martes, 14 de agosto de 2012

El Cuarto Dogma Mariano, La Asunción.


El día 1 de Noviembre de 1950 el Papa Pío XII proclamó el Cuarto Dogma Mariano, La Asunción al Cielo,  en cuerpo y alma,  de la Santísima Virgen María, Madre de Jesús y de toda la humanidad.

No existe certeza de la fecha de la muerte de la Virgen María y si en verdad murió o fue elevada a los cielos en vida. Sin embargo desde los siglos VI y VII se festeja su Asunción. Hoy en día la Iglesia Universal festeja el 15 de Agosto la Celebración de su Asunción en Cuerpo y Alma a los Cielos,  donde está el Reino de Dios.

Después de Jesús, María es la única persona que ha sido digna por sus propios méritos de ser elevada al Reino de Dios; y nadie más lo será hasta la Segunda venida de Nuestro Redentor.

La Virgen Santísima que nació predestinada por Dios para ser la madre de su hijo, Nuestro Redentor, vino al mundo sin pecado original  y mantuvo su pureza virginal al concebir a Jesús por obra y gracia del Espíritu Santo, y durante su vida jamás cometió pecado alguno, atributos que le valieron para compartir la gracia de estar a la derecha de Dios Padre al lado de su amado Hijo Nuestro Señor Jesucristo.

La Virgen María, nuestra Madre Celestial, es la intercesora ante Dios de todos nuestros ruegos, los cuales lleva amorosamente poniéndolos a los pies de su misericordioso Hijo y para que Él los ponga en las  manos del Padre Todopoderoso.

¡Oh bendita Madre Nuestra, que nos muestras todo el amor que nos tienes al interceder  ante Jesús, por estos tus hijos que aún no llegan a comprender la grandeza infinita de tu eterna compasión. Perdónanos y danos la oportunidad de cambiar nuestras vidas y ponerlas humildemente a tus pies para venerarte y mostrarte que también deseamos amarte con todo nuestro corazón!

¡Oh dulce Virgen María, símbolo de ternura, ícono de purísimo amor, permite que enjugue tus lágrimas que dolorosa derramas por nuestro mal proceder y puedan convertirse  mis buenas acciones en la brisa que esfume la humedad de tu llanto!

¡Oh celestial doncella, Virgen inmaculada, pon en mi corazón el suspirar de tu dolor para que en cada latido te pueda decir, perdón madre de amor!

¡Oh Reina del Cielo, Madre de Dios, abre tus manos de blanca pureza que deseo poner en ellas mi alma, mi vida para que las bendigas y me apartes de la senda prohibida!

¡Oh Señora de la Luna y de las doce estrellas, que tu manto de sol cubra la desnudez de mi soledad cuando la tentación me vence y no vuelva yo a alejarme de la luz de tu salvación!

¡Oh Santísima Virgen de la Asunción, no me dejes solo en mi tribulación, mírame con tu compasión, toma mi corazón y dame tu perdón!

Queridos hermanos en la visita que hagamos al Santísimo en nuestra Capilla de Adoración Eucarística Perpetua el día 15 de Agosto o en días sucesivos a esta fecha, recemos el Rosario para que Nuestra Santa Madre sonría feliz y ¡le lleve a Dios la ofrenda de esta oración y el amor de todo nuestro corazón!


Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡Viva Cristo Rey!!!



miércoles, 8 de agosto de 2012

Las Bienaventuranzas o el Sermón de la Montaña.


En repetidas ocasiones hemos escuchado estas palabras de Jesús, más sin embargo no nos hemos percatado cabal y plenamente de lo que ellas significan.

  
Las Bienaventuranzas (Mateo 5, 1-12):

Jesús, al ver a toda esa muchedumbre, subió al monte. Allí se sentó y sus discípulos se le acercaron. Comenzó a hablar y les enseñaba así:
¡Felices los que tienen espíritu de pobre, porque de ellos es el Reino de los Cielos!
         ¡Felices los que lloran, porque recibirán consuelo!
¡Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia!
¡Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados!
¡Felices los compasivos, porque obtendrán misericordia!
¡Felices los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios!
¡Felices los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios!
¡Felices los que son perseguidos por causa del bien, porque de ellos es el Reino de los Cielos!
¡Dichosos ustedes que por causa mía los maldigan, los persigan y les levanten toda clase de calumnias. Alégrense y muéstrense contentos, porque  será grande la recompensa que recibirán en el cielo. Pues bien saben que así trataron a los profetas que hubo antes que ustedes!

En el Evangelio de San Mateo se da inicio al Sermón de la Montaña con frases tan contundentes como desconcertantes, ya que Cristo ofrece felicidad y bienaventuranza a lo que el mundo considera infelicidad y desdicha.

Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.- La pobreza no es un bien ni la riqueza es un mal. No es el hecho de ser pobres lo que nos hace agradables a Dios, sino nuestra actitud con respecto a la riqueza material, un pobre puede estar lleno de odio, de envidia y de pasiones como un rico puede ser generoso, magnánimo y  desprendido interiormente de la riqueza material. No hay que entender la pobreza de espíritu con la falta de valor. Dios no bendice a los cobardes.

Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.- Dios en la tierra nos consuela de nuestros sufrimientos, y es un consuelo saber que nos ama y nos escucha. Consuelo es también  tener la fe y confianza de que Dios nos dará en la otra vida más de lo que podríamos esperar y merecer.

Bienaventurados los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.- No es que Jesús prometa una recompensa material en esta bienaventuranza ni en ninguna otra; se refiere específicamente a la tierra prometida de su Reino Celestial.

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.- He aquí otro significado en los tiempos de Jesús de la palabra justo, que también quería decir Santo y justicia Santidad. Porque el hombre que busca ser Santo, con fe y verdadero empeño podrá alcanzar la santidad.

Bienaventurados los compasivos, porque obtendrán misericordia.- Aquel que hace una buena acción hacia su prójimo es como si lo hiciera con el mismo Jesús, por lo tanto Dios hará que otro le retribuya con creces lo que él ha dado de buena fe.

Bienaventurados los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios.- ¿Qué mayor recompensa puede esperar un ser humano que cumple con los preceptos cristianos y que su alma está libre de mancha de pecado, que la de ver la luz del rostro de Jesús al final de sus días de tránsito por esta tierra?

Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán reconocidos como Hijos de Dios.- Si el saludo habitual de Jesús era dar la paz, no como la dan los hombres, sino como la daba Él, que era Dios, transmitiendo al alma del saludado la felicidad total de desprenderse de todo lo material y vivir una vida santa y espiritual. ¿No serán acaso reconocidos como Hijos de Dios los que trabajan por esa Paz de Dios?

Bienaventurados los que son perseguidos por causa del bien, porque de ellos es el Reino de los Cielos.- La esencia del bien es Dios mismo, de allí que todos aquellos que sean perseguidos, sean maldecidos y se les levanten injurias y toda clase de calumnias por causa de Dios, de ellos por seguro es el Reino de los Cielos, morada de Dios Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Hermanos,  el Sermón de la Montaña  que nos enseña Jesús, es la nueva versión de los mandamientos de Moisés y junto con ellos conforman los preceptos de la Nueva Alianza entre Dios y el hombre por la cual se inmoló por nosotros el Cordero de Dios.



Alabado y adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡Viva Cristo rey!!!

miércoles, 1 de agosto de 2012

Nuestra Fe ante la Corrupción Mundial


¡Dondequiera que sea el lugar del mundo al cual nos dirijamos encontraremos la degradación de los valores humanos!... Nadie respeta los derechos ajenos, se pisotean las leyes civiles y se violan las garantías constitucionales de los ciudadanos. El ser humano se va transformando lenta pero definitivamente en un ente insensible, donde se impone la doctrina egoísta del yo antes de todos y de todo, repudiando los principios cristianos y los mandamientos de Dios.

Las señales indicadas en el Libro del Apocalipsis se van haciendo presentes con bastante frecuencia. Los cambios en nuestro planeta  producidos por el propio hombre nos conducirán a un desastroso y holocaustico final. Solamente Dios con su infinita misericordia podrá salvar al género humano del merecido castigo que él mismo se está labrando al ignorar y quebrantar las leyes Sagradas concebidas por su Omnipotente Creador.

¿Qué podemos hacer  ante tal desmoronamiento espiritual,
moral y religioso?

Nos apabullan los actos inhumanos de nuestros congéneres, 
  • Las matanzas indiscriminadas de víctimas civiles causadas por la ambición de poder de líderes despóticos quienes no vacilan en enfrentar a hermanos en abominables guerras fratricidas;
  • Los millones de abortos que cometen mujeres que reniegan a  su privilegio de concebir la vida para convertirse en asesinas de su propia vida;
  • Los niños y jóvenes que son impunemente violados por sus propios amigos, consejeros y hasta por sus propios padres; 
  • Los traficantes de drogas que con tal de enriquecerse roban, secuestran y matan a sus semejantes y podríamos seguir escribiendo sobre cosas horrendas que contemplamos en nuestros vecindarios y hasta en nuestro entorno familiar sin que movamos un dedo para detener la ola de maldades que nos van envileciendo poco a poco.


En no pocas ocasiones, cada vez más frecuentes,  las apariciones de la Santísima Virgen María, Madre de Dios nos llaman a orar con fe para suplicar que su Divino Hijo interceda ante el Padre para salvarnos una vez más.

¿Hemos acaso prestado oídos a las súplicas de nuestra Madre Celestial?... Cada uno conteste la pregunta según su propia decisión. Dios no nos obliga, Dios amorosamente nos llama y nosotros, solo nosotros, tomamos la alternativa de acudir o no a su llamado. 

En nosotros y en nuestra fe esta nuestra salvación.

La lucha entre el bien y el mal siempre ha existido, pero en estos tiempos el demonio cuenta con muchos aliados, seres corruptos por su soberbia,  avaricia y lujuria quienes cual falsos profetas contagian con la lepra de su odio hacia Dios a aquellos que carecen de fe.

Hermanos, ¡Es hora de defender nuestras creencias, a nuestra Iglesia, a nuestro mundo... a nuestro Dios! 

¡Hagamos acopio de toda nuestra fe y cual soldados de ejércitos celestiales luchemos hasta derramar si es necesario nuestra última gota de sangre en defensa y honor de quien se inmoló y dio su vida por nuestra redención!

¡Combatamos al mal hasta su total destrucción!... iSi Dios está con nosotros... Quién podrá estar contra nosotros!



Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado
 

¡¡¡Viva Cristo Rey!!!