miércoles, 28 de mayo de 2014

La Renovación Litúrgica de la Iglesia.


Ya desde el Concilio Vaticano II, nuevos aires de renovación aparecen en la Iglesia Católica. Sus efectos renovadores, a través de casi medio siglo, ya han sido asimilados por el pueblo católico.

Los tres últimos Papas, Juan XXIII, Juan Pablo II y Benedicto XVI, han sembrado una nueva semilla renovadora y le ha tocado al Papa Francisco ser el germinador, escogido por Dios, para llevar a cabo las transformaciones que darán a la Iglesia Católica la verdadera Misión que Dios por intermedio de Jesús, estableció para la salvación de la humanidad.

No será fácil la tarea del Papa Francisco. No pocos obstáculos encontrará, muchas voces se alzaran en acérrima crítica de aquellos que se oponen al cambio. Ya sea por intereses personales o grupales, o simplemente por la comodidad estática de no luchar para avanzar al ritmo del progreso de la época actual.

Un punto vital de la Renovación Evangélica de la Iglesia Católica y que ya está en acción, es la Nueva Evangelización y que con tanto amor y sabiduría nos ha expuesto el Papa Francisco en su primera exhortación apostólica 

“Evangelli Gaudium“, la alegría del Evangelio

Es necesario que todos los católicos tengamos la oportunidad de conocer la exhortación del Papa Francisco a través de la Alegría del Evangelio. Debemos de leerla con detenimiento para que nuestras mentes se abran al entendimiento de lo que se nos quiere comunicar. Y si existiera alguna duda no quedarnos con ella, buscar la verdad hasta encontrarla. Nuestro Párroco o nuestro director espiritual nos podrán de seguro ayudar.

No es nuestro propósito darles en detalle lo que significa el Evangelli Gaudium, solamente, con humildad, tratamos de descubrirles el inicio del camino que nos llevará a nuestra verdadera misión.

La respuesta depende de cada uno, Dios nos llama y si estamos preparados para seguirle, digámosle, ¡SI!

El Papa Francisco nos dice personalmente en su exhortación: 

“Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso“


Otro punto importante es el que trata de la “Parroquia”, en la que nos dice que la Parroquia no es una estructura caduca; “precisamente porque tiene una gran plasticidad, puede tomar formas muy diversas que requieren la docilidad y la creatividad misionera del pastor y de la comunidad. Esto supone realmente que esté en contacto con los hogares y con la vida del pueblo, y no se convierta en una prolija estructura separada de la gente o en un grupo de selectos que se miran a sí mismos. La parroquia es presencia eclesial del crecimiento de la vida cristiana, del diálogo, del anuncio, de la caridad generosa de la adoración y la celebración.

Esta integración evitará que se queden sólo con una parte del evangelio y de la iglesia, o se conviertan en nómadas sin raíces.




Queridos hermanos, que nuestra Capilla de Adoración Eucarística Perpetua sea la fuente espiritual donde acudamos a beber la gracia de Jesús Sacramentado, para que salgamos  a evangelizar y compartir con todos la alegría de ser hijos de Dios.



Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡Viva Cristo Rey!!!

jueves, 22 de mayo de 2014

María, Nuestra Señora del Santísimo Sacramento.


La Santísima Virgen María en su coronación como Nuestra Señora del Santísimo Sacramento, con su dulzura y amor de madre, nos abre la puerta que nos conduce directamente al corazón de su Divino Hijo, Jesús Sacramentado.

Una vez que Jesús ascendió a los cielos, María pasó el resto de su vida ante Jesús en la Eucaristía, donde lo tenía todo para sí misma y ya no había límite en el grado de intimidad y unión divina que compartía con Él.

En la reunión con los Apóstoles, María se consagró totalmente a la gloria Eucarística de Jesús, con lo que  transmitió a todos los seres  humanos el amor rebosante que guardaba el Sagrado Corazón de Jesús Sacramentado, haciéndolo conocido, amado y servido por todos,  para la gloria eterna del Padre Dios Todopoderoso

La Adoración Eucarística Perpetua tiene a su más grande propagador, discípulo y adorador en San Pedro Julián Eymard, quien dedicó su vida entera a establecer los cimientos y difundir la  Adoración Eucarística Perpetua.

La experiencia de la Adoración Perpetua es una gracia que individualmente recibimos de Dios, es la semilla de amor y fe que nos es concedida para que hagamos de ella el milagro de transformación más hermoso que ser humano pueda obtener.

Mediante nuestra devoción total y entrega sin condiciones, con la completa certidumbre de que Jesús Sacramentado está vivo en la Hostia Consagrada, iremos poco a poco sin darnos cuenta, recibiendo los frutos de nuestra constancia, de nuestro amor, y de nuestra infinita fe en Él, que jamás nos dejará solos y a quien nosotros nunca abandonaremos en su sagrada morada, la Capilla de Adoración Eucarística Perpetua.

Dios tarda pero no olvida, Él sabe de tu sinceridad y de tu fe, de tus infortunios y de tus satisfacciones, día a día Él te demuestra cuanto te ama, tal vez tú no lo percibas, pero la belleza y resplandor de tu alma crecerán sin límite, hasta que toda ella sea plenamente:

¡El alma de Dios en ti!

Las gracias espirituales que todos los que de verdad amamos a Jesús Sacramentado y que recibimos en nuestra hora de adoración contrita, humilde,  y sumisa a su divina voluntad, son:

  • Santificación.- La forma más eficaz de crecer en santidad, es pasar tiempo con Jesús en el
    Santísimo Sacramento.
  • Reparación.- Cada Hora Santa es un consuelo para el corazón de Jesús por aquellos que rehúsan acercarse a Él; la adoración es un gran acto de entrega que repara el mal que hay en el mundo.
  • Transformación.- Cada momento dedicado a estar ante el Señor profundiza nuestra unión con Cristo, somos transfigurados a su propia imagen con un esplendor cada vez más glorioso.
  • Salvación.- Cuando Jesús ve nuestra fe al acercarnos al Santísimo Sacramento derrama su Preciosa Sangre sobre aquellos en el mundo que más necesitan de su misericordia.
  • Restauración.- En la Eucaristía, el mismo Jesús del Evangelio permanece con nosotros; con nuestra fe lo tocamos y Él derrama su poder sanador sobre nosotros y el mundo entero.


El mejor tiempo que pasas en la tierra es con tu mejor amigo…

¡Jesús Sacramentado!

¡Qué valiosa es la conversación con Cristo en el Santísimo Sacramento! porque no hay nada que consuele más en la tierra, nada más cierto para avanzar en el camino de la Santidad.

Queridos hermanos, cuando vayan a visitar en su Hora Santa a Jesús Sacramentado, recen el Rosario de la Santísima Virgen María. No hay mayor deleite y alegría que podamos dar a Cristo, que el de ofrecerle la plegaria de nuestro corazón por medio de su Santa Madre, para que ella con su ternura y amor de madre le lleve a su divino hijo, la humilde palabra de sus hijos terrenales.


Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡Viva Cristo Rey!!!



miércoles, 14 de mayo de 2014

¡¡¡Seguimos con la Adoración Eucarística Perpetua!!!


Continuamos con nuestra humilde súplica de unir nuestras vidas espirituales y materiales al incomparable gozo de pertenecer a la Adoración Eucarística Perpetua.

Es menester que conozcan en persona a Jesús Sacramentado, para que la experiencia les permita entender a Dios.

Parafraseando al Papa Francisco nos atrevemos a decir: 

“Las cosas de Dios no se pueden entender solo con la cabeza, 
es necesario abrir el corazón.”

Por ello les ruego que se acerquen a la Capilla de Adoración Eucarística Perpetua, con la llama de la fe encendida y con el corazón completamente abierto para una plática espiritual verdadera con nuestro Dios; en donde con toda libertad y respeto le hagamos partícipe de nuestras alegrías y de nuestras desventuras.

Hablemos con Él, como hablamos con nuestros padres, con familiaridad respetuosa, sin poses ni pensamientos de hombres, sino con humildad y con pensamientos puros y sencillos donde nos dejemos ver tal como somos, porque no los engañaremos, porque ellos nos conocen perfectamente.

Que nuestra conversación con Jesús Vivo sea un éxtasis de tránsito de intensa comunión espiritual con nuestro creador. Que el incienso de nuestros pensamientos ascienda suave y dulcemente hasta tocar los umbrales de la custodia donde está el Santísimo Cuerpo y la Santísima Sangre de nuestro Divino Salvador.

Dios nos oye como el padre misericordioso y amoroso que es, nunca nos rechazará y su respuesta la tendremos inmediata, justa y verdadera. 

Busquemos en nuestros corazones y allí encontraremos sus palabras. Palabras que se traducen en hechos reales, que como parábolas infalibles nos enseñan lo profundo de su significado, su justa voluntad y sobre todo su infinito amor.

Aprendamos con ferviente afán a comprender los designios de nuestro Dios, que no tienen otro propósito que el de nuestra salvación.

Por más duras que sean las pruebas con las que Dios nos responda a nuestras súplicas, aceptémoslas con alegría, porque Dios nos las propone para nuestro bien, jamás para nuestro mal.

Hay millones de testimonios, de santos, sacerdotes y seres como tú y yo, que su vida ha sido inmensamente enriquecida desde el instante en que Jesús Eucaristía penetró en sus corazones e hizo su morada en ellos.

No es necesario que sucedan extraordinarios milagros para corroborar el efecto que produce en nuestras almas y vidas; porque la Sagrada Eucaristía es la nueva alianza, el lazo de amor entre Dios y el hombre, que nos proporciona una paz verdadera, una ternura infinita y una alegría rebosante,  que se reflejan en el aliento de vida que respiramos, en el latir amoroso de nuestros corazones y en el placer infinito de vivir solo en y para Jesús para la gloria del Padre, Dios Todopoderoso.

Queridos hermanos, no desperdicien la oportunidad de vivir la indescriptible alegría de conocer a Jesús Sacramentado, para luego bendecirlo, alabarlo y adorarlo por el resto de nuestro camino por este mundo y llegar a ser dignos de hacerlo eternamente en el cielo con el apoyo e intercesión de la Santísima Virgen María, Madre de Dios.


Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡ Viva Cristo rey !!!

miércoles, 7 de mayo de 2014

La Adoración Eucarística Perpetua


Este máximo movimiento espiritual que no pretende otra cosa más que Alabar y Adorar a Jesús Sacramentado está siendo olvidado por muchos católicos en el mundo entero y en especial en América latina.

El 2 de diciembre de 1981 el Santo Juan Pablo II inauguró en Roma la Capilla de Adoración Eucarística Perpetua con el fin de demostrar a todos los creyentes que él, en ese entonces Papa y Guía Universal de la Iglesia Católica, era adorador  e impulsor de la Adoración Eucarística Perpetua.

El ideal de Juan Pablo II era de que se estableciera en cada Parroquia del mundo una Capilla de Adoración Eucarística Perpetua

¡Qué lejos estamos hoy del sueño de nuestro querido santo Juan Pablo II!

Se empezó con mucho entusiasmo, pero faltó la fe y el movimiento fue perdiendo fieles seguidores y fueron muy pocos los nuevos adoradores.

¿Es acaso que muchos de los que escucharon el llamado de Jesús Sacramentado y juraron serle fieles hasta la muerte no tuvieron el pleno conocimiento de que su compromiso fue hecho a Jesús Vivo Transubstanciado en la Hostia Consagrada, y le abandonaron rompiendo la palabra dada a su Dios y Señor?...

Hoy, con un nuevo Papa que nos pide ser alegres evangelizadores de la palabra, que nos pide renovación de nuestros principios cristianos, que nos pide que nos llenemos de amor para repartir ese amor a todos los seres y especialmente a los pobres y a los más necesitados...

¡Acordémonos del más humilde y pobre de todos
que abandonado y olvidado llora su soledad 
en muchas Capillas de Adoración Eucarística Perpetua!.


Es justo, necesario e impostergable que revivamos la llama de fe que agoniza en nuestros corazones y que rescatemos nuestra personal alianza con Jesús y volvamos contritos postrándonos a sus pies para amarle más que a nada ni nadie en el mundo y renovarle nuestras promesas para toda la eternidad.

Dios es misericordioso y nos ama como nadie nos podrá amar jamás, y aceptará nuestro arrepentimiento si se lo ofrecemos de verdad y de corazón. Él sabe si lo haces con sinceridad o con falsedad y tú también lo sabes. 

¡¡Eah pues!! Despojémonos de nuestra ingratitud 
y volvamos alegres y radiantes a la casa de Jesús Sacramentado.

Que nuestras manos ávidas de entrelazarse en amorosa adoración abran la puerta de la Capilla de Adoración Eucarística Perpetua y entren nuestros cuerpos y permitan también entrar a nuestras almas para volver a adorar a Jesús Vivo que ansioso nos espera con los brazos abiertos y el corazón lleno de eterno amor e infinita alegría.

Que estas palabras sean el apropiado lenguaje que exprese nuestros sentimientos ante Jesús nuestro Dios y Señor, que nuestro sentir sea un inmenso oleaje de ternura amorosa que se derrame en todo nuestro ser, haciendo que el palpitar de nuestros corazones encuentre eco en cada célula, en cada átomo, en cada gen de nuestro organismo, para bendecir a nuestro salvador.

¡Seamos pues hermanos, evangelizadores de nuestro movimiento de Adoración Eucarística Perpetua, llevando la voz de Jesús Sacramentado que clama para que lo vengan a adorar. 

¡Demos este mensaje de amor a todos aquellos que no han tenido la bendita experiencia de dedicarle una hora a la semana al Cuerpo y Sangre de Jesús en la Sagrada Eucaristía!

¡Participemos para hacer realidad el sueño 
de nuestro querido santo Juan Pablo II!

Que en cada Parroquia del mundo haya 
una Capilla de Adoración Eucarística Perpetua



Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡ Viva Cristo Rey !!!