miércoles, 26 de agosto de 2015

Los Sacramentos


Hemos creído conveniente señalar en esta oportunidad en nuestro post semanal, como un deber de evangelización general, el tema de los Sacramentos, que muchos católicos o hemos olvidado o no los conocemos.

Los Sacramentos son signos sensibles y eficaces de la Gracia, instituidos por Jesucristo para nuestras almas, y confiados a la Iglesia para su administración.

Después de su Ascensión a los Cielos, Jesús desaparece físicamente de entre los hombres; sin embargo, quiso prolongarse y vivir en una comunidad pequeña de creyentes, que le reconocen como el Único Señor y se reúnen en su nombre para glorificar a Dios. Esa comunidad se consolida el Día de Pentecostés. Esta comunidad es la que hoy llamamos Iglesia, palabra que significa Asamblea.

¿Cuáles son los Sacramentos?... Son siete a saber:

1) Bautismo: Dios nos da su vida divina, la entrada a la Iglesia Católica y nos hace participes de Cristo Profeta, Rey y Sacerdote y heredero del cielo.

2) Confirmación: Dios nos confiere la madurez espiritual para la lucha y nos capacita para ser Apóstoles de Jesucristo y Testigos de su palabra.

3) Comunión: Dios nos alimenta con el Cuerpo y Sangre de su hijo Jesucristo y nos hace crecer en la caridad.

4) Penitencia o Reconciliación: Dios nos ofrece este Sacramento por medio del Sacerdote, nos perdona nuestros pecados y nos ayuda a vencer las tentaciones.

5) Unción de los Enfermos: Dios nos ofrece este Sacramento para prepararnos a afrontar con confianza el momento de la enfermedad y de la muerte, confortándonos en el sufrimiento y sosteniéndonos en las tentaciones finales y así preparándonos para mirar con gozo la eternidad.

6) Orden Sacerdotal: Dios ofrece este Sacramento a hombres varones a quienes Él ha elegido para servir a la comunidad creyente, como Ministros Sagrados y Administradores de sus Misterios.

7) Matrimonio: Dios regala este Sacramento a hombres y mujeres que sienten su llamada para formar una familia y así perpetuar la especie humana. El matrimonio es signo eficaz del amor esponsal que Cristo tiene hacia su iglesia.



Podemos clasificar a los Sacramentos de la siguiente forma:
  • Sacramentos de iniciación: 
    • Bautismo, 
    • Confirmación 
    • Comunión.
  • Sacramentos de Sanación
    • Penitencia 
    • Unción de los enfermos.
  • Sacramentos de Servicio: 
    • Orden Sacerdotal 
    • Matrimonio.



Cada Sacramento es un signo visible, instituido por Jesucristo con el que obtenemos una Gracia que Dios nos daLa gracia es un don sobrenatural que Dios nos concede para alcanzar la vida eterna.

El Bautismo nos hace cristianos, nos da la Gracia de ser Hijos de Dios y miembros de la Iglesia.

Confirmación nos da la Gracia de llenarnos del Espíritu Santo con sus dones, y nos hace perfectos Cristianos y Apóstoles de Cristo.

Penitencia o Confesión nos da la Gracia del perdón de los pecados cometidos después del Bautismo.

Comunión o Eucaristía es el Sacramento que nos da la Gracia de recibir el Cuerpo y Sangre de Cristo bajo las especies del Pan y del Vino.

Unción de los Enfermos nos da la Gracia de aliviar el alma y el cuerpo del cristiano gravemente enfermo.

Orden Sacerdotal es el Sacramento por el cual algunos cristianos son elevados a la dignidad de Ministros de Dios (Sacerdotes)

Matrimonio Cristiano significa la unión de un solo hombre con una sola mujer para siempre y les da la Gracia para cumplir fielmente los deberes de esposos y padres.

Queridos hermanos ahondemos nuestros conocimientos sobre los Sacramentos, apoyándonos en los muchos libros escritos sobre el tema, y que están disponibles en las librerías católicas de todo el mundo. Así mismo, en internet podemos consultar las fuentes católicas autorizadas que nos permitirán aumentar nuestro conocimiento sobre los Sacramentos.

Pidamos a Jesús Sacramentado gue nuestros deseos de ampliar nuestros conocimientos para el robustecimiento de nuestra fe, nos lleven a conocer y amar a Dios con el mismo amor que Él nos ama.


Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡ Viva Cristo Rey !!!



miércoles, 19 de agosto de 2015

La Adoración Eucarística Perpetua temida por muchos Sacerdotes


El 2 de Diciembre de 1981 el Papa Juan Pablo II, hoy San Juan Pablo II, comenzó la Adoración Perpetua en una capilla de la Basílica de San Pedro y pidió, con palabras de aliento, que todas las Parroquias hicieran lo mismo.

“Todos en la Iglesia … deben vigilar para que este Sacramento de Amor sea el centro de la vida del Pueblo de Dios, para que, a través de todas las manifestaciones del culto debido, se procure devolver a Cristo amor por amor, para que Él llegue a ser verdaderamente la vida de nuestra alma, de nuestra parroquia y del mundo entero.”

Decisión santa, inspirada por el Espíritu de Dios, la de establecer la Capilla de Adoración Perpetua en el Vaticano. Y sus palabras, humilde súplica, a todos los Obispos y Párrocos del mundo a formar Capillas de Adoración Eucarística Perpetua en todas las Diócesis y Parroquias de la tierra.


Exhortación de la Madre Teresa de Calcuta:

“Cuando miras al Crucifijo comprendes cuánto te amó Jesús...
Cuando miras la Sagrada hostia comprendes cuanto te ama Jesús ahora.

Por eso debes pedirle a tu Párroco que tenga Adoración Perpetua en tu Parroquia. Le ruego a la Santísima Virgen María que toque el corazón de los sacerdotes de todas las Parroquias para que tengan Adoración Perpetua en sus Parroquias y que esta devoción se propague por el mundo entero.”

El próximo año se cumplirán los 25 años del establecimiento de la primera Capilla de Adoración Eucarística Perpetua por San Juan Pablo II en la Basílica de San Pedro, en Roma.

¿Qué experimentará el alma de San Juan Pablo II por el 
insignificante caso hecho por los Párrocos a su humilde invitación?...

Tal vez no sea ya en el cielo este problema el que inquiete su alma ahora dedicada a alabar y adorar a Dios, pero ¿qué experimentarán las almas de aquellos muchos sacerdotes que hasta ahora no han cumplido con la súplica del Papa Juan Pablo II, Vicario de Cristo en la tierra?... Ellos sí están aquí para servir a Dios y a sus hermanos, o no es un pecado desobedecer la petición de la Cabeza de la Iglesia en la tierra? Sus conciencias les habrán de dar la respuesta.

El principal “obstáculo” que encuentra un sacerdote en no aceptar la responsabilidad de establecer una Capilla de Adoración Eucarística Perpetua es el temor de fracasar,  temor a que su grey no responda al llamado, si se atreve a hacerlo.

Luego hay excusas de otra índole, como por ejemplo, 
  • Que el pueblo es muy pequeño y que no hay suficientes personas que se comprometan a velar una hora semanal en la Capilla. 
  • Que no hay dinero para construir una capilla, 
  • Que la gente teme ir a un turno nocturno por la inseguridad que existe hoy ante el crecimiento de la criminalidad...


Pero ¿quién dice que el trabajo de evangelización es fácil... o convencer al incrédulo cuesta poco trabajo?.... Ahí tenemos ejemplos de hombres que no se amilanaron en seguir el camino de Jesús y sus Apóstoles, que sacando fuerzas de un espíritu de indomable porfía por cumplir con el compromiso de servir a Dios ¡No renunciaron hasta ver cumplida su misión!.

Son muy pocos por no decir uno o dos los sacerdotes que leen este humilde blog, por ello no se enterarán de esta humilde opinión. Pero aquellas 10 o 15 personas que nos ven en el mundo diariamente, a ellos les pedimos que sigan la exhortación de la Madre Teresa de Calcuta y soliciten a sus Párrocos que abran una Capilla de Adoración Eucarística Perpetua, porque

Una Capilla de Adoración Eucarística Perpetua
 es la morada de Jesús Vivo,
que nos espera con los brazos abiertos, 

para derramar sobre los que vienen a visitarle 
todos los beneficios y dones
 que su infinita misericordia y eterno amor
son capaces de dar a quien se los merece.



Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡ Viva Cristo Rey !!!

miércoles, 12 de agosto de 2015

¿Sabes cómo se puede medir la Fe?


Casi todas las cosas materiales o físicas,  son susceptibles de poder medirse, como ejemplo mencionaremos, el oro y la plata por su peso, los líquidos por su volumen, el tiempo por los siglos, años, meses, días, horas, minutos y segundos, el calor y el frío por sus grados de temperatura, y así sucesivamente. 

En cambio, los elementos espirituales o mentales no son medibles. Por ejemplo el amor, el odio, la verdad, la mentira, y otros más. Pero ¿y la fe?  ¿puede ser medida?.

La fe es una creencia en algo o en alguien que nunca hemos visto. La fe es una creencia que tenemos sin tener ningún testimonio material de ella.

Podemos tener mucha o poca, pero ¿cuándo podemos decir que es mucha o cuándo que es poca?...

En nuestra santa religión hay muchos misterios de fe que son incomprensibles para nuestro razonamiento humano,  pero que debemos creerlos porque son revelaciones de Dios y Dios no enseña falsedades.

Además los filósofos y los teólogos demuestran que los Misterios de la Fe son superiores al entendimiento humano, pero no contrarios a la razón, es decir, que no son imposibles ni absurdos. Ocurre con ellos como muchas cosas de la vida, que las usamos continuamente y no sabemos lo que son.

  • Nuestra fe es un Don de Dios, una virtud implantada por Él en nuestro ser para que mediante el crecimiento y fortalecimiento de la misma, podamos llegar a nuestra eterna redención. 


Siendo Dios un Ser Infinito en Sabiduría e Inteligencia, no necesita medir la fe que se desarrolla en nosotros, puesto que la fe es una creación divina infinita e inconmensurable.

Por lo tanto la fe no se puede medir según nuestro poco entendimiento humano con respecto a ella. La medición de la fe no es más que una expresión de nuestro egoísmo que exige saber cuánta fe tenemos para poder vanagloriarnos de ella.

La fe que crece en nosotros por nuestros propios méritos es el conducto que nos lleva a una intimidad divina con Dios, en donde aprendemos a pensar con pensamientos de Dios y no con pensamientos humanos

Dios es el único que sabe cuánto mide nuestra fe y mediante el crecimiento de ella en nosotros, Dios nos concederá otros dones y milagrosos misterios que nos llevarán si no a la Santidad, a los umbrales de la misma.

Queridos hermanos que este pequeño escrito nos abra nuestra mente con la luz de la humildad, y llenos de fe nos postremos en la Capilla de Adoración Eucarística Perpetua, con todo amor y humildad ante el monumental Misterio de nuestra santa religión:  el Sacramento de la Santísima Eucaristía, en donde se encuentra Jesús Sacramentado resucitado y vivo en la Hostia Consagrada.

Roguémosle respetuosamente pero con fe firme y sincera que les permita a nuestras almas, cuando hayamos terminado nuestro peregrinar en este mundo, alcanzar la gracia de contemplar la Luz de su Divino Rostro y eternamente adorarle en el cielo junto a la Santísima Virgen María, nuestra dulce madre celestial, por los siglos de los siglos, para la gloria de nuestro Dios Padre Todopoderoso.



 Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡ Viva Cristo Rey !!!

miércoles, 5 de agosto de 2015

Año Santo o Jubilar 2015 – 2016 (Año de la Misericordia)


En esta ocasión deseamos informar a nuestros lectores sobre el Año Santo Extraordinario convocado por el Papa Francisco. 


Estamos conscientes que son muchos los católicos que ignoran esta convocación, por lo que humildemente nos hemos atrevido a escribir sobre este tema en el post de esta semana; para que nos ilustremos básicamente en lo que es un Año Santo o Jubilar y especialmente en lo que es el Año Santo para el periodo 2015 – 2016.

El Jubileo o Año Santo es una celebración que tiene lugar en distintas Iglesias Cristianas particularmente en la Iglesia Católica y en la Iglesia Ortodoxa. Tiene sus orígenes en el Judaísmo en el que se celebraba cada 50 años

El termino jubileo proviene del hebreo Yobal o Jobel que alude al cuerno de macho cabrío que se utilizaba como instrumento sonoro para anunciar al pueblo el Año del Jubileo.

Actualmente, en la Iglesia Católica es una celebración que tiene lugar cada 25 años, ya que en sus inicios se efectuaba cada 50 años. El Jubileo puede ser Ordinario o Extraordinario.

El Ordinario es el que se celebra a intervalos regulares, mientras que el Extraordinario es el proclamado en  cualquier año que se desea proclamar la celebración de un hecho destacado.

El Primer Jubileo Ordinario en la Iglesia Católica fue celebrado en el año 1300 por el Papa Bonifacio VIII, como Año Santo de Perdón de los pecados. Y el ultimo fue celebrado en el año 2000 por el Papa Juan Pablo II.

El Primer Jubileo Extraordinario fue celebrado en el año 1390 por el Papa Urbano VI y el último de ellos fue convocado por el Papa Juan Pablo II en el año de 1983 al cumplirse el 1950 Aniversario de la Redención.

El Año Santo o Jubileo del 2015 – 2016 es convocado el día Viernes 13 de Marzo del 2015 por el Papa Francisco:

“He decidido convocar a un Jubileo Extraordinario que coloque en el centro la Misericordia de Dios. Sera un Año Santo de la Misericordia.”
Este Año Santo 

Empezará el día 8 de Diciembre del 2015, Fiesta de la Inmaculada Concepción y

Terminará el día 20 de Noviembre del 2016, celebración litúrgica de la Fiesta de Cristo Rey.

A continuación señalamos muy brevemente los 25 puntos básicos extraídos de la Bula Papal en la Convocatoria de este Año Santo de la Misericordia.

1.- Jesucristo es el mismo Rostro de la Misericordia del Padre. Con su palabra, su vida y toda su persona refleja la Misericordia de Dios.

2.- Tenemos necesidad de contemplar y manifestar el Misterio de la Misericordia.

3.- El Año Santo se abrirá el 8 de Diciembre del 2015.

4.- Abriremos la Puerta del Año Santo sabiendo que estamos acompañados por la fuerza del Señor Resucitado.

5.- El Año Jubilar concluirá el 20 de Noviembre del 2016, en la Fiesta Litúrgica de Cristo Rey.

6.- La Misericordia de Dios no es una idea abstracta sino una realidad concreta de su amor.

7.- Que nuestras oraciones en el Año Jubilar empiecen así: ”Eterna es su Misericordia.”

8.- La misericordia es lo que movía y mueve a Jesús en toda circunstancia.

9.- Jesús revela la naturaleza de Dios, como la de su Padre,  no parar hasta que haya vencido al pecado mediante su compasión y misericordia.

10.- Ha llegado nuevamente para la iglesia el tiempo de anunciar la alegría del perdón.

11.- La misericordia está  en el amor por toda la humanidad.

12.- En cualquier lugar que haya un cristiano debe existir un oasis de misericordia.

13.- Debemos contemplar la Misericordia de Dios y asumirla como nuestro modelo de vida.

14.- Debemos comprometernos a ser misericordiosos con los demás, como el Padre es con nosotros.

15.- Recordemos y practiquemos las obras de misericordia  materiales que Jesús nos pide realizar: 
  • Dar de comer al hambriento,  
  • Dar de beber al sediento, 
  • Vestir al desnudo, 
  • Acoger al forastero, 
  • Asistir a los enfermos, 
  • Visitar a los presos, 
  • Enterrar a los muertos.

Tampoco olvidemos las obras de misericordia espirituales: 
  • Dar consejo al que lo necesita, 
  • Enseñar al que no sabe, 
  • Corregir al que yerra, 
  • Consolar al que sufre, 
  • Perdonar al que nos ofende, 
  • Tener paciencia con quien nos molesta 
  • y rogar a Dios por los vivos y los difuntos.


16.- Este es un Año de Gracia, este Año Santo lleva consigo la misión de Jesús.

17.- el Sacramento de la Reconciliación nos permite experimentar en carne propia la Grandeza de la Misericordia de Dios.

18.- Durante la Cuaresma de este año, el Santo Padre enviará “Misioneros de la Misericordia” los cuales tendrán autoridad de perdonar los pecados reservados a la Sede Apostólica.

19.- Este es el tiempo de optar por la llamada de la conversión y cambiar de vida.

20.- La Justicia de Dios es liberación, la Justicia de Dios es su perdón.

21.- Dios añade a su Justicia, su Amor y su Misericordia.

22.- Vivamos intensamente este Año Santo y pidamos al Padre la dispensación de su indulgencia misericordiosa.

23.- Este Año Jubilar puede favorecer el encuentro de las religiones.

24.- Dirijámonos ahora a la Madre de la Misericordia y que la dulzura de su mirada nos acompañe en este Año Santo para que podamos todos percibir la ternura de Dios.

25.- Que este Año Jubilar la Iglesia se convierta en el sagrado eco de la Palabra de Dios, para que llegue a nuestros corazones como, Palabra de Misericordia, Perdón y de Amor.



 Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡ Viva Cristo Rey !!!