jueves, 31 de octubre de 2013

Católicos por Convención o por Convicción


Somos católicos desde que nos Bautizamos y recibimos al Espíritu Santo y por este Sacramento somos perdonados del pecado original,  por el cual murió Jesucristo, nuestro Dios y Redentor.

Luego, recibimos los Sacramentos de la Eucaristía y de la Confirmación mediante los cuales, con conocimiento de causa reafirmamos nuestra Catolicidad.

De aquí en adelante, nuestra permanencia activa en la Iglesia Católica es dependiente de nuestra propia decisión

Es nuestro libre albedrío el que nos convierte en Católicos Verdaderos, Católicos solo “de nombre” o tajantemente: No-Católicos.

Cada quien construye su vida, tanto en el aspecto material como en el espiritual. Nada ni nadie nos obliga a escoger los malos o buenos tabiques que emplearemos en edificar nuestra morada temporal.

En el Catecismo de nuestra Santa Iglesia Católica, que aprendimos desde niños, están los  métodos, instrucciones, herramientas y elementos que nos capacitan y ayudan para llevar a cabo la obra de nuestra persona.

Aquel que sigue primero las enseñanzas de Jesús, es decir su palabra señalada en las escrituras por los Santos Evangelistas, y luego cumpliendo fiel y estrictamente de todo corazón, los preceptos emitidos por la iglesia, es un católico verdadero.

Lo anterior entre otras cosas, establece como obligación de cumplimiento con irrestricta sinceridad de corazón, Amar a Dios sobre todo ser o cosa existente; Amar al prójimo como a uno mismo y hasta más que a uno mismo, porque bendito aquel que padeciendo hambre le da al hermano más necesitado el único bocado de su boca;  y  ser hombre de rectitud y compromiso en aceptar y realizar los mandamientos de la Santa Iglesia Católica con íntima y profunda convicción.

Estos son los principios básicos para la formación del verdadero católico. Hay otras muchas, muchísimas cualidades que son propias del ser humano que ama a dios y a su iglesia y que necesitaríamos la inteligencia necesaria para llenar libros completos y nombrar y explicar las mencionadas cualidades.

Cada uno debe procurar durante su vida buscar y encontrar dichas cualidades (entre ellas: Humildad, Generosidad, Castidad, Paciencia, Templanza, Caridad, Diligencia) para que su conocimiento y practica de las mismas, engrandezcan su riqueza espiritual para el único fin de la gloria de Dios Padre.

En el plato opuesto de la balanza encontramos al católico solo-de-nombre, al católico solo de boca, al católico de conveniencia, al católico light o superficial, al católico de menú (como lo catalogó en una homilía el Arzobispo de Xalapa, Veracruz, México: Monseñor Hipólito Reyes Larios).

Todos los sobre nombres de este católico tibio son inherentes a aquel ser humano que habiendo sido bautizado,  no es miembro activo de la iglesia, es diríamos un muy simple simpatizante del movimiento sin involucrarse en él.

Es católico de nombre porque en su crasa ignorancia cree que fue bautizado solamente para que le pusieran un nombre o también estima que porque vive en el seno de una familia católica el por añadidura es también católico.

Es católico solo de boca porque cuando le preguntan ¿cuál es su religión? Responde como autómata o robot: católico, así  con minúscula, porque así es su catolicismo, mínimo y  vacío.

Es católico de conveniencia porque como el fariseo quiere mostrarse como hombre justo y de bien solo por aparentarse católico y obtener así un falso reconocimiento.

Es católico light o superficial porque cree que yendo de vez en cuando a misa sin recibir la Santa Eucaristía porque jamás recibe el Sacramento de la Reconciliación, y ser devoto de un santo y asistir a ciertas festividades es suficiente para que se crea con derecho a ser llamado católico.

Es católico de menú aquel que acepta los compromisos y mandamientos de Dios y de la Iglesia como si fueran el menú de platillos que recibe cuando llega a un restaurante, donde escoge solo lo que le gusta y le acomoda.


Queridos hermanos, ser católico no es un hobby ni un entretenimiento pasajero, ser católico es pertenecer  de por vida y a tiempo completo, a la única iglesia que el mismo Jesús Dios y Señor Nuestro estableció. 



Ser católico es ....


¡Tener en el corazón un pedacito del Corazón de Jesús
y de la Santísima Virgen María!


Vivir siguiendo el camino que Jesús nos señala.


¡¡Amar sin límites ni recompensas!!

Ser católico es al momento de morir...
Tener en nuestros labios el dulce nombre de Jesús!!!



Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡ Viva Cristo Rey !!!



miércoles, 23 de octubre de 2013

La Codicia y la Avaricia, ¿Son Sinónimos?



¡No son sinónimos!... aunque se mal interpreta su significado por el uso indebido de estas palabras al emplearlas para señalar la pasión por algo material, como por ejemplo las riquezas o el dinero.

En nuestro humilde concepto, estimamos que la diferencia existe y es sencilla:   


  • La codicia es el deseo vehemente de poseer algo que no se tiene, 
  • mientras que  la avaricia consiste en la exagerada pasión por aumentar y guardar sin gastar lo que se tiene.


Ambos son males que corrompen y destruyen al ser humano, a la familia y a la comunidad; principalmente cuando involucran al dinero y a las riquezas materiales.
La Iglesia Católica lo señala firmemente al nombrar a la avaricia como uno de los siete Pecados Capitales. Y sobre la codicia, Dios lo dice en los Diez Mandamientos que entregó a Moisés y donde el noveno ordena; “No codiciaras los bienes  ajenos.”

La Santa Biblia nos hace mención sobre la avaricia y la codicia en el dinero y en las riquezas terrenales en varios pasajes, aquí les transcribimos algunos:

“No se hagan tesoros en la tierra, donde la polilla y el gusano los echan a perder y donde los ladrones rompen el muro y roban. (…) acumulen tesoros en el cielo.”  (Mateo 6: 19,20)
“Eviten con gran cuidado toda clase de codicia, porque, aunque uno lo tenga todo, no son sus pertenencias las que le dan vida.” (Lucas 12:15)



Y como ejemplo les relató la siguiente parábola: 

“Había un hombre rico al que sus tierras le habían producido mucho. Se decía a sí mismo: ¿qué haré? Porque ya no tengo lugar dónde guardar mis cosechas. Pero pensó: ya sé lo que voy a hacer, echaré abajo mis graneros y construiré otros más grandes, para guardar mi trigo y mis reservas. Entonces yo conmigo hablaré: alma mía, tienes muchas cosas almacenadas para muchos años; descansa, come, bebe, pásalo bien. Pero dios le dijo: 'Tonto, esta misma noche te reclaman tu alma, ¿quién se quedará con lo que amontonaste?', asi le pasa al que amontona para sí mismo en lugar de trabajar por Dios. (Lucas 12: 16-21).

Igualmente el Papa Francisco, recientemente ha alertado a los fieles, que cuando una persona está apegada al dinero, se termina por destruir a sí misma y destruye también a su familia. El dinero y los bienes temporales deben ser bien utilizados y usados para ayudar a los demás.

Amigos nuestros, no nos dejemos ilusionar por las falsas promesas de Satanás que siempre trata de hacernos caer en el pecado y para ello utiliza su principal arma y argumento de corrupción que es el dinero. Rechacemos sus torvos consejos y no nos dejemos vencer por el enemigo más vil de nuestras almas.

La avaricia y la codicia son los caminos del demonio que nos conducen a la idolatría de las riquezas materiales y nos apartan del camino que nos señala Jesús para llegar al Reino de Dios.


No cerremos nuestros oídos a las continuas súplicas de nuestra Madre Celestial, que con amoroso y dulce acento nos dice: “Hagan todo lo que él les dice.”  Porque ella encontró toda su riqueza en el Amor Divino y todos sus tesoros en la presencia real de Jesús en el Santísimo Sacramento.


Queridos hermanos, no somos de este mundo, ni de sus riquezas ni de sus placeres, aquí estamos solo de paso, para podernos santificar con el amor de Jesús Nuestro Señor y así alcanzar el sublime deleite de llegar a nuestra Patria Celestial, el Reino de Dios, y allí, gozar  eternamente, bendiciendo y adorando a Nuestro Creador.


Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡ Viva Cristo Rey!!!


miércoles, 16 de octubre de 2013

Gratitud


Buscando en un Diccionario de la Lengua Española, la palabra “gratitud”, me encontré con este simple significado: Agradecimiento

En mi humilde investigación, fui a enterarme en el mismo diccionario, lo que significa agradecimiento y dice: “Acción y efecto de Agradecer; gratitud"... y seguí adelante, en pos de lo que quiere decir la palabra agradecer, y he aquí lo que hallé:


Sentir o mostrar gratitud: agradecer a un bienhechor. 

Fig. Corresponder a un beneficio o favor.

No es fácil la tarea de buscar y encontrar un vocablo que nos ayude a expresar nuestro agradecimiento o gratitud con alguien que nos proporciona un beneficio o favor sin ningún interés personal.

¿Será por esta razón que muchas personas no sabemos lo que es agradecer o dar las gracias por algo que recibimos gratuitamente, sin beneficio alguno para el que nos lo da?

En estas épocas de crisis espiritual en todo el mundo es notable la ingratitud del ser humano por los favores que recibe primero de Dios Nuestro Creador y en segundo lugar los que recibe de sus hermanos y semejantes.

La gratitud es un valor espiritual y moral que las personas están olvidando y en su mayoría ya no la expresa ni con palabras ni con acciones.

Para corroborar lo anterior, permítanme queridos lectores, relatarles un simple ejemplo sucedido hace unos pocos días en un autobús:


 “El autobús estaba casi lleno y no habían asientos disponibles. En una parada subió una joven familia y la madre llevaba en brazos a una pequeña, un joven que viajaba sentado le hizo una seña a la madre y levantándose le ofreció el asiento. La mujer se sentó, sin decir una sola palabra y sin mostrar una mínima sonrisa por el favor recibido. Igual actitud asumió el acompañante o esposo de la desagradecida joven señora".


Sean ustedes queridos lectores los que razonen sobre las dos actitudes de los personajes del relato, el que da un favor y la que lo recibe.

Este es un ejemplo entre humanos, en el que se refleja una actitud generalizada que está haciendo desaparecer de nuestras costumbres la gratitud.

Analicemos ahora queridos hermanos, como actuamos en la relación con Dios Nuestro Señor. Él nos llena diariamente de bendiciones, gracias, dones y favores desde el día que nacemos hasta el día de nuestra muerte. ¿Y nosotros acaso recordamos agradecerle su infinita bondad, su infinita misericordia y su infinito amor?

Muy pocos son los que agradecen los favores recibidos del Altísimo, digo verdadero agradecimiento,  con palabras y pensamientos de fe y acciones de corazón. La mayoría nos olvidamos y algunos hasta ignoramos los beneficios recibidos. Somos como la pasajera del cuento del autobús, que creemos que todo lo merecemos porque decimos que somos buenos cristianos. ¿Pero en verdad lo somos? Cada uno de nosotros sabemos nuestra  respuesta y por supuesto, Dios Todopoderoso sabe si es la que verdaderamente tienes en tu alma y corazón.

En la Biblia hay muchos pasajes que se refieren a la gratitud y agradecimiento a Dios, he aquí un par de ellos:

“El rey David expresó  'Bendice alma mía a Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios'  " (Salmo 100: 4 -5).

Y solo uno de los leprosos sanados por Jesús, volvió para darle gracias y Jesús preguntó; “¿Dónde están los otros nueve?”.(Lucas 17: 11-19)

"Quien me ofrece su gratitud, me honra" (Salmo 50:23)

Para terminar hermanos, sabemos de un adorador que una hora a la semana, en su Capilla de Adoración Eucarística Perpetua, la dedica solo para agradecer a Dios y a Jesús Sacramentado, los beneficios y favores recibidos, excluyendo en ella cualquier clase de petición personal. 

Creemos que es una acción digna de imitar, no solo pidamos, también agradezcamos lo que recibimos ya sea algo que pedimos o algo que Dios nos otorga aun sin solicitarlo.




Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡Viva Cristo Rey!!!

miércoles, 9 de octubre de 2013

La Oración de Jesús: “El Padre Nuestro”

El Padre Nuestro es la oración que Jesús nos revela como la forma más apropiada para dirigirnos a Dios Padre. Es la oración más recitada por los cristianos en todo el mundo.

Tiene su origen en la religión judía y siendo Jesús judío por haber nacido en ella y por serlo también sus padres, la Santísima Virgen María y San José, era necesario que la conociera y practicara como lo hacían los judíos.

La oración del Padre Nuestro que hoy los católicos rezamos, es la que el mismo Jesús,  compuso y enseñó a sus seguidores y discípulos. 

La Santa Biblia la consigna en los Evangelios de San Mateo: (6: 9-13) y San Lucas: (11: 1-4).

En la versión del Evangelista San Mateo se dice que fue revelada por iniciativa del propio Jesús a una multitud que le seguía para escuchar su palabra mientras que el Evangelista San Lucas la refiere como una respuesta de Jesús a una solicitud de un discípulo.


  • Versión de Mateo (6:9-13)

“ustedes, pues, oren de esta forma: 

Padre Nuestro, Padre de los Cielos,
Santificado sea tu nombre
Venga tu reino,
Hágase tu voluntad,
En la tierra como en el cielo.
Danos hoy el pan de este día
Y perdona nuestras deudas,
Como nosotros perdonamos
A nuestros deudores,
Y no nos dejes caer en la prueba,
Sino que líbranos del malo.”



  • Versión de Lucas (11:1-4)
“Un día estaba Jesús orando en cierto lugar. Cuando terminaba su oración, uno de sus discípulos le pidió: Señor, enséñanos a orar así como Juan enseñó a orar a sus discípulos. Él les dijo: cuando recen, digan;
Padre,

Santificado sea tu nombre,
Venga tu reino.
Danos cada día el pan del día.
Perdónanos nuestros pecados,
Pues nosotros perdonamos a todo el que nos debe.
Y no nos dejes caer en la prueba.


  • La actual versión católica dice así:

Padre nuestro,
Que estás en el cielo.
Santificado sea tu nombre,
Venga a nosotros tu reino,
Hágase tu voluntad
En la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
Perdona nuestras ofensas,
Como también nosotros perdonamos
A los que nos ofenden;
No nos dejes caer en la tentación,
Y líbranos del mal.
Amen

Entendemos que las tres versiones en esencia significan lo mismo: 

  • Dirigirnos a Dios Nuestro Padre;
  • Alabarlo reconociendo su Divinidad;
  • Que nos haga partícipes de su Gracia Celestial;
  • Serle obedientes acatando su voluntad;
  • Que nos otorgue el alimento de cada día (material y espiritual);
  • Que nos  perdone como también nosotros perdonamos;
  • Que nos aleje de la atracción a lo prohibido.


La oración del Padre Nuestro actualmente podemos decir que es la síntesis del Evangelio y está dividida en una introducción, siete peticiones y una finalización.


Mediante la introducción identificamos a quien nos estamos dirigiendo: a nuestro Dios Padre en su morada celestial.

Las siete peticiones con llevan nuestros deseos más profundos de amor, esperanza, obediencia total, comunión espiritual, amor al prójimo, humildad, arrepentimiento, rechazo del pecado y lucha eterna contra el mal.

Finalmente con el Amen, terminamos esta hermosa oración que nos enseñó Jesús, nuestro Señor, Dios Hijo y Salvador. Refrendando con el Así Sea lo que contiene y significa.


Queridos hermanos, en cada una de nuestras visitas al Santísimo en la Capilla de Adoración Eucarística Perpetua, ofrezcámosle a Dios Padre Todopoderoso, como una salutación que nos salga de lo más puro e  íntimo de nuestra espiritualidad, un Padre Nuestro, lleno de alabanza, repleto de adoración y rebosante de amor.



Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡ Viva Cristo Rey !!!

miércoles, 2 de octubre de 2013

Juan XXIII y Juan Pablo II, Santos de la Iglesia.

El día 30 de Septiembre del 2013, el Papa Francisco anunció oficialmente que los Papas y también beatos Juan XXIII y Juan Pablo II, serían canonizados el mismo día, el 27 de Abril del año 2014. Día que la Iglesia Católica festeja en la Liturgia de ese año al Señor de la Misericordia.

Como de costumbre, el Papa Francisco, siempre pensando en sus pobres, sugirió cambiar una primera opción en el mes de Diciembre por la ahora oficial en el mes de Abril. 

La razón expuesta fue que las personas pobres que desearían asistir a la canonización lo tendrían que hacer en autobús desde los países europeos, y en el mes de Diciembre las temperaturas son extremadamente bajas, y por el contrario en el mes de Abril es Primavera y de hecho sería más conveniente para los peregrinos de baja condición económica hacerlo en la fecha ya confirmada por el Vaticano.

Para recordarles a nuestros lectores algunos datos biográficos de los Futuros Santos, Papa Juan XXIII y Juan Pablo II a continuación una breve reseña de los mismos:


Papa Juan XXIII  (Ángelo Giuseppe Roncalli)
  • Nació el 25 de noviembre de 1881 en Sotto Il Monte, cerca de la ciudad de Bérgamo, Italia.
  • Se ordenó de Sacerdote el 10 de Agosto de 1904.
  • Fue elegido Papa el 28 de octubre de 1958.
  • Falleció el 3 de junio de 1963. 
  • Siendo Beatificado el 3 de septiembre del 2000.


El Papa Juan XXIII se distinguió por la profunda sencillez y humildad de su vida espiritual. Fue muy querido por los católicos de todo el mundo quienes le llamaban “El Papa Bueno”.

Una de sus tantas obras notables fue, a sorpresa de muchos, la convocatoria al Concilio Ecuménico Vaticano II.






Papa Juan Pablo II   (Karol Wojtyla)
  • Nació el 18 de mayo de 1920 en Wadowice, cerca de Cracovia, Polonia.
  • Recibió la Ordenación Sacerdotal el 1 de noviembre de 1946.
  • Fue elegido Papa el 16 de octubre de 1978.
  • Falleció en Roma el 2 de abril del 2005.
  • Siendo beatificado el 1 de mayo del 2011.


Este gran Papa Viajero de incansable espíritu misionero, realizó 104 viajes apostólicos fuera de Italia.
Muchas fueron sus obras de amor hechas durante su largo periodo papal destacando entre ellas su amor a los jóvenes que lo llevó a iniciar en el año 1965 las Jornadas Mundiales de la Juventud

También mostró su gran devoción por la Santísima Eucaristía, instalando la Primera Capilla de Adoración Eucarística Perpetua en el Vaticano el 2 de Diciembre de 1981.

Este Santo Padre se distinguió por su fácil comunicación con todos los seres humanos por lo que fue llamado: “El Papa Amigo”.


Hoy, el Papa Francisco ha querido que estos dos humildes siervos de Dios, en un gesto hermoso, sean canonizados en la misma fecha por la voluntad de Dios y por los propios méritos de ambos,  pilares de nuestra Santa Iglesia Católica.


Queridos hermanos, reconozcamos nuestra veneración por nuestros Santos Papas,  Juan XXIII y Juan Pablo II, pidiendo en una oración conjunta por ambos,  para que sus almas continúen disfrutando del amor de Jesús Sacramentado para la gloria de Dios Padre por toda la eternidad.



Bendito, alabado y adorado sea por siempre Jesús Sacramentado.

¡¡¡ Viva Cristo Rey !!!