miércoles, 27 de febrero de 2013

Tercera Semana de Cuaresma, “La Oración”


Estamos ya a mitad de la tercera semana de la Cuaresma y nos acercamos a los días de la Pasión de Nuestro Señor y nos preguntamos ¿Cómo vamos en nuestra preparación para la Pascua?... y no sabemos que contestarnos. 


¡No tenemos noción exacta de lo que hemos hecho 
y de lo que nos falta por hacer!

Esta incertidumbre brota de nuestra propia conciencia que nos señala la falta de oración que hemos tenido. 

  • Orar no es repetir la lectura de las más hermosas palabras en alabanza a Dios,
  • Orar es sentir en el alma lo que estamos diciendo con la mente, es sentir la opresión embriagadora del amor ahogando nuestros corazones,
  • Orar es sentir la felicidad del dolor sublimado en el palpitar de un regocijo que enteramente nos sacude hasta hacer brotar lágrimas de infinita dulzura celestial, 
  • Orar es caer rendidos a los pies de nuestro creador y humildemente besar las huellas de su caminar en nuestro camino.


Santa Teresita del Niño Jesús escribió: “Para mí, la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento de amor tanto desde  la prueba como desde dentro de la alegría”

San Juan de la Cruz dice: “La oración es una escucha en profundo silencio de lo que habla Dios, el Señor de ella.”

San Pedro Pío nos dice “Apenas me pongo a orar, enseguida siento mi corazón como invadido de una llama de amor vivo. Esta llama no tiene nada que ver con cualquier llama que destruye y no causa pena alguna.”

La Beata Madre Teresa de Calcuta dijo: "Mi secreto es de lo más simple... Rezo y a través de mi oración me convierto en alguien que ama a Cristo y veo que rezarle es amarlo y eso significa cumplir con su palabra.”


El Catecismo de la Santa Iglesia Católica nos enseña que la oración es: “La elevación del alma a Dios o la petición a Dios de bienes convenientes.”

La oración la podemos manifestar de diferentes formas pero lo esencial es que cumpla con su fin único: Ponernos en Coloquio Espiritual con Nuestro Dios.

Jesús acostumbraba a orar al Padre en la soledad y en el silencio  de la noche.  Muchos pasajes Bíblicos nos lo testimonian.

Es complejo el tema de la Oración, cada uno tiene su manera o forma de hacerla, lo importante es que sea sinceramente verdadera y lleve a Nuestro Creador nuestro amor y respeto con la humildad de ser escuchados y que acataremos su respuesta sea cual fuere, porque es la voluntad de Dios.

Hay citas y frases muy hermosas que conmueven y nos dan sentimientos de amor acerca de la oración y entre ellas nos ha tocado escoger la siguiente por su sencillez y efectividad:

De la Primera Carta de San Pablo a los tesalonicenses 5,16-18:

“Estén siempre alegres, oren sin cesar y en toda ocasión den gracias a Dios: ésta es por voluntad de Dios, vuestra vocación de cristianos.”

Queridos hermanos seamos persistentes en nuestro objetivo cuaresmal de prepararnos para la gran festividad de nuestra Santa Iglesia que es la Pascua de Resurrección.

Oremos en toda ocasión propicia que se nos presente,  apartemos la apatía de nuestros corazones y platiquemos sinceramente con nuestro Dios poniendo en sus manos nuestras vidas, que de hecho son suyas por habernos Èl creado.

Recemos con fe, constancia y amor, sin reposo ni tregua, porque la Oración es el don que nos aleja de la tentación y del pecado y nos mantiene unidos a Dios Nuestro Señor.


Alabado y adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡Viva Cristo Rey!!!




miércoles, 20 de febrero de 2013

Segunda Semana de Cuaresma, ¿y Tú, Ya Empezaste?


Durante el Tiempo de Cuaresma que señala la Liturgia Católica, que comienza en el Miércoles de Ceniza y termina el Jueves Santo, antes de la Última Cena, este blog publicará solo temas referidos a este Periodo Penitencial.

La semana pasada empezamos con la serie de artículos Cuaresmales que pretendemos nos ayuden a reflexionar sobre el significado de este tiempo en que la iglesia nos exhorta a la oración, al ayuno y a la abstinencia en preparación para la Pascua. La Pascua es la Fiesta Principal de todos los cristianos y en ella conmemoramos la Resurrección del Cordero Inmolado en la cruz por nuestra Redención, Jesucristo Nuestro Señor.

Confiamos en que nuestras repetidas recomendaciones sean escuchadas y practicadas para nuestra purificación y principalmente ¡Para la gloria de Dios!.

Hay un refrán que dice: “La gota de agua horada la piedra”, y a ustedes queridos hermanos: 

Las infinitas lágrimas de Jesús en la cruz, ¿ya han atravesado vuestros corazones? 

¡Cada quien sabe su respuesta y Dios también!

Si aún no has iniciado tu camino Cuaresmal es preciso que lo hagas ya. Deja de lado un placer y reemplázalo por una oración. Si tienes deseos de comer algún manjar de tu preferencia, piensa en Jesús crucificado cuando dice: ”Tengo sed” y rechaza el apetito que apremia tus sentidos y dáselo como una ofrenda a Dios Nuestro Señor.

Si de costumbre haces una oración diariamente, haz una más para que ésta te colme de satisfacción. Es una humilde contribución de poner una sonrisa en el herido corazón de Jesús.

Busca en las biografías de los Santos, cómo ellos llegaron a la Santidad. Sigue sus ejemplos.  Rompe tu cotidiana rutina de perder el tiempo y aprende a purificar tu alma con la meditación,  solo con el único fin de agradar a Dios Nuestro Señor.

El tiempo de Cuaresma es también de renovación. Renueva tu Adoración a Dios, introduce los cambios que sean necesarios en tus oraciones, busca nuevos caminos que te lleven a caminar más cerca de Jesús. Ayuda a los pobres, viste al harapiento, visita al enfermo, consuela al afligido, en fin haz el bien sin reparar a quien se lo haces. ¡Hazlo en nombre del Señor!

Asiste aunque sea por una vez al rezo del Vía Crucis, en el cual se contemplan y meditan en sus 14 estaciones los misterios dolorosos de Cristo en su camino del pretorio hasta el calvario. Es una manera muy fructífera de preparar el alma para  la Pascua de Resurrección.

Así como el dicho que dice “Todos los caminos conducen a Roma”, así hay mil y una formas de obtener mediante ellas el objetivo de la Cuaresma, que es el de prepararnos espiritualmente para celebrar la Fiesta de la Pascua de Resurrección, el más grandioso acontecimiento Litúrgico de la Iglesia que fundó Jesús.


Queridos hermanos, ustedes que continua y cumplidamente asisten a visitar a Jesús Sacramentado en las capillas de Adoración Eucarística Perpetua en todo el mundo, en este tiempo de Cuaresma, traten de hacerle una visita extraordinaria , en la que poniendo toda su fe y amor le soliciten que les permita un arrepentimiento sincero, un ayuno voluntario y   una abstinencia verdadera. Y así, poder ser dignos de conmemorar y celebrar su Gloriosa Resurrección.


Alabado y adorado sea por siempre Jesús sacramentado

¡¡¡Viva Cristo Rey!!!





miércoles, 13 de febrero de 2013

Cuaresma, 40 Días de Oración, Ayuno y Abstinencia, Preparación para la Pascua.


Hoy Miércoles de Ceniza la Iglesia Católica da comienzo al tiempo de Cuaresma, lapso durante el cual los católicos nos preparamos espiritualmente, mediante  la Penitencia y la Oración, y materialmente, mediante el Ayuno y la Abstinencia a celebrar dignamente la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, nuestro Señor y Redentor.

Cada uno de nosotros nos reconocemos pecadores, y por medio de este acto de responsabilidad declaramos haber ofendido a Dios, y con el fin de implorar y merecer la misericordia de Nuestro Señor, voluntaria y humildemente prometemos introducir un cambio en nuestras vidas que radicalmente nos ayude a alejarnos del mal y reconciliarnos con Dios.

La Oración debe ser la manifestación espiritual que nos permita expresar con toda sinceridad el testimonio más eficaz de nuestra súplica de obtener el perdón  y de confirmarle a él que todo lo sabe, nuestro  verdadero arrepentimiento por haberle ofendido.

Nuestra oración debe ser personal, íntima, humilde. Sentida y donde el corazón herido por el mal, reconozca plenamente el error cometido y que firmemente se comprometa a jamás volver  a servir a Satanás.

La Penitencia, es la mortificación que uno voluntariamente se impone a sí mismo con el fin de sentir el dolor del mal hecho y experimentar en carne propia la aflicción de haber transgredido la Ley Divina.

El Ayuno es también un castigo personal que nos imponemos  para que la privación del alimento debilite al ser material pero que a la vez sirva para fortalecer y purificar al ser espiritual. Y es seguro que purificando y fortaleciendo a nuestro espíritu seremos dignos de que Dios nos pueda escuchar.

La Abstinencia es la virtud que nos permite rechazar parcial o totalmente de todo aquello que nos proporcione un placer material.
Nuestros sentidos son las facultades que tiene el hombre o cualquier animal de recibir por intermedio de determinados órganos corporales la impresión de objetos o estímulos exteriores. Cuando estos objetos o estímulos son placenteros a nuestro ser material generalmente debilitan nuestra fuerza y voluntad espiritual.
La debida y controlada acción sobre los factores placenteros exteriores nos ayudan a fortalecer nuestra voluntad espiritual. Un espíritu débil cede ante el mal, una voluntad espiritual fuerte triunfa sobre el mal.

Hemos tratado de exponer cual debe ser nuestra participación durante el tiempo de Cuaresma y  qué es lo que debemos hacer para cumplir con los preceptos que nuestra Santa Iglesia Católica nos aconseja seguir. 

Somos libres de actuar según nos lo dicte nuestra propia conciencia. Cada uno de nosotros es responsable de sus actos. 

¡Nadie podrá reemplazarnos el día que Jesucristo regrese
para juzgar a vivos y muertos!

y ¡Solo nosotros responderemos por lo que está escrito
 en el Libro de nuestras vidas!

Queridos hermanos, ¡Renovemos nuestras vidas!, es tiempo de cambios, escojamos el Cambio para el Bien

Aprovechemos este tiempo de Cuaresma para hacer oración ante Jesús Sacramentado en la Capilla de Adoración Eucarística Perpetua. 

Aumentemos nuestras visitas al Santísimo,

Fortalezcamos nuestro espíritu, con la ayuda del Espíritu Santo

Demos a Dios lo que Dios merece y no lo que tú creas que debe merecer.

Pidamos a la Santísima Virgen María que interceda por nosotros ante su Divino  Hijo y hagamos la promesa cuaresmal de rezar el Santo Rosario un día a la semana en nuestra Capilla, para  ofrecerle a Jesús nuestra alabanza y a Dios  Padre la eterna gloria e infinita adoración.



Alabado y adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡Viva Cristo Rey!!!





miércoles, 6 de febrero de 2013

Jesús Sacramentado, ¡Qué solo te he Dejado!


En el ocioso transcurrir de las horas muertas, sin la claridad de un pensamiento de fe, agoniza el amor que juramos a Jesús Sacramentado. 

Ya no asoma a nuestros corazones la fragancia de la Sagrada Eucaristía.

Ya no corre en nuestra sangre, la sangre de nuestro Dulce Redentor, le hemos totalmente abandonado, dejando que beba en sus lágrimas nuestra ingratitud. 

Ya no somos los apasionados Adoradores de la Fórmula Divina, solo somos el  humeante rescoldo de una fe desvanecida.

¿Por qué de la Adoración te has alejado? ... ¿Es acaso que el favor solicitado o el milagro tan implorado no se ha cumplido?

Dime hermano alejado,  el por qué de tu injusto proceder, desnuda la  desvergüenza de tu ingrato corazón. ¿Te has olvidado tal vez  que Jesús murió en la cruz por salvarte del pecado y dio amoroso su cuerpo y sangre para que algún día pudieras vivir en la Casa de Dios?... ¿Ya no recuerdas los pequeños favores que sin pedirlos te concedió Jesús?

¡Qué fácil te olvidas de tus promesas!, ¡Qué rápido desandas el camino recorrido!, ¡Qué presuroso abandonas a tu Dios!, ¡Qué gran imitador eres de Judas, que sin remordimiento entregas, traidor, a tu Señor!.

Disculpa Adorador de poca fe, no quiero ofenderte, solo ansío no perderte, porque tú vales mucho para Jesús.  Él siempre te amará, hagas lo que hagas, digas lo que digas, procedas como procedas.

Reflexiona y comprende que Dios te trajo a este mundo para que le conocieras y pudieras ganarte por tus propios méritos el cielo que te tiene reservado. Tu propósito y único fin en la tierra es la Santidad. En ti está obtener lo que se te ofrece con puro amor. Sacude tu alma de todo pecado,  limpia de tus pies el polvo del mal y reinicia el camino que te muestre el Señor.

Hermano, hazlo ya, vuelve a tu hora con Jesús Sacramentado y jamás lo vuelvas a dejar. Vuelve a la infinita paz que sentirás cuando Jesús, en el silencio de su casa,  te bendiga por haber escuchado su llamado.

La Santísima Eucaristía es el Milagro de Milagros, la más grande obra que Dios regaló al mundo por intermedio de Jesús, su muy amado hijo. Es el misterio de la Transubstanciación, es el hecho de transformar completamente una substancia en otra. No es ni símbolo ni imagen, es la misma exactamente Idéntica Substancia que se transforma con los mismos atributos con la misma esencia. Y Jesús Nuestro Señor nos lo confirma en la última cena cuando tomando el pan dice: 

“Tomad y comed que Esto es mi Cuerpo” 

y luego tomando el vino, dice; 

“Tomad y bebed que Esto es mi Sangre.”



Qué mas evidencia necesitamos para creer sin duda alguna que la Hostia Consagrada es el Cuerpo y Sangre de Dios Nuestro Señor. Que la Divina Fórmula expuesta en la Custodia de nuestra Capilla de Adoración Eucarística es el mismo Jesús Vivo en Cuerpo y Alma, porque nos fue revelado por el mismo Jesús nuestro Salvador.

Hermano de poca fe, vuelve a leer el párrafo anterior y medítalo con la luz de inteligencia que te conceda el Espíritu Santo, Haz de ti un pensamiento nuevo, una fe renovada, deja atrás la apatía, la pereza, la complacencia en las cosas terrenales, Levántate de tu caída espiritual, renuncia a la tentación material y arrepentido, verdaderamente arrepentido con un arrepentimiento que te hiera el alma hasta el borde de la muerte, grita,  desde lo mas puro y sincero de tu corazón: 


“Jesús Sacramentado nunca más te volveré a abandonar.”



Alabado y adorado sea por siempre Jesús Sacramentado 

¡¡¡Viva Cristo Rey!!!