miércoles, 11 de noviembre de 2015

El Credo, Profesión de Fe y Base de la Doctrina de la Iglesia Católica.


El CREDO más antiguo y ampliamente conocido en la Iglesia Católica es el llamado “Credo de los Apóstoles”,  no porque hubiera sido escrito por los Apóstoles, sino porque era el utilizado por los Apóstoles en las primeras épocas del cristianismo. Principalmente en la introducción de los Catecúmenos antes de ser bautizados. Es conocido también como símbolo de los Apóstoles y es considerado el resumen fiel de la fe de los apóstoles.

Una de la versión del Credo más utilizadas, es el Credo de Nicea, formulado por primera vez en el año 325, en el Primer Concilio de Nicea, y su subsecuente ampliación definitiva en el Concilio de Constantinopla (381). Es la profesión de la fe cristiana, común a la Iglesia Católica.

El Credo se dice en los Domingos y en las Solemnidades. Es a juicio del sacerdote que preside la Santa Misa, la elección de una u otra forma, si bien lo más apropiado por su origen histórico sería:
  • Profesar el Credo corto o de los Apóstoles, en los Tiempos Litúrgicos relacionados con el Bautismo (Cuaresma y Pascua)
  • Y el Credo largo o Niceno-Constantinopolitano, en el resto del año.


Cada domingo recitamos en la Santa Misa el Credo, después de haber oído el Santo Evangelio. El sentido de recitar el Credo es, tras escuchar la Palabra de Dios, y la explicación de esta Palabra por el sacerdote, como respuesta a esta Palabra, hacemos una declaración de nuestra fe

Esto es porque la fe nace de la escucha de la Palabra de Dios, es nuestra respuesta personal a esta palabra, la “Obediencia de la Fe". Solamente una persona que ha escuchado a Jesús puede después creer en Él.

Recitar con fe el Credo es recordar nuestro Bautismo y entrar en comunión con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, es entrar también en comunión con toda la iglesia que nos transmite la fe y en cuya profundidad maternal creemos.

Este es el testimonio de nuestra fe:

Creo en Dios Padre Todopoderoso, Dios existe no tenemos dudas, no necesitamos pruebas.

Creador del cielo y de la tierra. Dios es el principio y fin de todas las cosas. Dios lo puede todo es omnipotente.

Creo en Jesucristo, su único hijo, nuestro señor, Cristo "Mesías" Hijo de Dios. Es el nombre con el que Dios se rebeló a Moisés.

Que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nació de Santa María Virgen, Jesús fue engendrado y no creado, y ratificamos que la madre es la Santísima Virgen María y no ponemos en duda que fue, es y será Virgen, antes, en y después del parto.

Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado,  es en esto que Jesús nos redimió, sufrió mucho y murió por amor.
Descendió a los infiernos y al tercer día resucito entre los muertos. No se refiere al infierno donde están las almas condenadas, sino al lugar donde llegaban las almas de los justos antes de haber sido redimidas por Jesús. Y como lo predijo, resucitó al tercer día, venciendo a la muerte.

Subió a los cielos, y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso,  subió a los cielos en su divina ascensión y está en la gloria por ser consustancial con el Padre y está en todas partes por ser también Dios.

Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y muertos,  es el juicio inmediato a nuestra muerte donde seremos juzgados por nuestras obras.

Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de dones que procede del Padre y con el Hijo recibe una misma adoración, siendo Dios en una de la personas de la Santísima Trinidad.

Creo en la Santa Iglesia Católica. Es santa porque fue fundada por Cristo y es única y la verdadera.

La comunión de los santos. Estamos todos unidos en la tierra, en el purgatorio y en el cielo. Todos somos Iglesia e hijos de Dios y Santos porque la Santidad nos viene del Padre.

El perdón de los pecados. No somos perfectos y somos pecadores, pero por nuestra confesión en verdadero arrepentimiento y por la infinita misericordia de Dios se nos perdonarán nuestras ofensas a Dios.

La resurrección de la carne y la vida eterna. Y aquellos que merezcan el cielo tendrán un cuerpo glorioso como Jesús resucitado y vivirán eternamente en la gloria de Dios Padre junto con el Hijo, el Espíritu Santo, y la Santísima Virgen María, madre de Dios.



Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡Viva Cristo Rey!!!

1 comentario:

  1. El Credo católico, que la Natividad del Niño que va a nacer, nos fortalezca y aumente la fe cada día.

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