miércoles, 15 de febrero de 2012

“Amarás a tu Prójimo como a Ti mismo”

Como epílogo a la fiesta de San Valentín que celebramos el día de ayer, 14 de Febrero, también recordado en casi todo el mundo como el Día del Amor y la Amistad, deseamos recordar el segundo mandamiento de la Ley de Dios, que junto con el primero que dice: “El Señor, Nuestro Dios, es el único Señor, y amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”, el segundo es: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” No existe otro mandamiento mayor que éstos.


Debemos de tener conocimiento exacto de lo que Jesús nos dice cuando nos induce a amar al prójimo, primeramente amar es demostrar y expresar un sentimiento de bien desinteresado hacia alguien o algo. Y prójimo es el ser que esta próximo o junto a nosotros.


A todos estos seres debemos mostrarles los mismos sentimientos de seguridad, de bondad, de caridad, de buen consejo y de piedad que tengamos para con nosotros mismos. Es decir hagamos a nuestro prójimo todo lo bueno que desearìamos que nos hicieran a nosotros y evitemos hacer el mal como esperamos que nadie nos lo haga a nosotros.


Tenemos que cumplir con los dos primeros mandamientos de la Ley de Dios, para obedecer a nuestro Creador y Señor y ser dignos de su paz y misericordia. Pero es necesario que lo hagamos con sinceridad absoluta y sin que obre de por medio ningún interés de beneficio personal, solo que permanezca en nuestros corazones la satisfacción de haber cumplido con la voluntad de Dios Nuestro Señor. Tengamos muy presentes las palabras de Jesús Nuestro Señor: “Lo que hicieres por la más humilde de mis creaturas, lo estarás haciendo por mi.”



Es hora hermanos de borrar la hipocresía de nuestras acciones, arrojar a un lado del camino las vestiduras impregnadas de orgullo y soberbia y vestirnos con la inmaculada pureza del amor de Dios y mostrar al mundo que somos seguidores del camino que nos señaló nuestro Redentor. En la medida de nuestras posibilidades vistamos al desnudo, demos de comer al hambriento, demos posada al desamparado y ayudemos al necesitado.


Cada quién debemos de obrar conforme nos lo dicte nuestro corazón teniendo siempre la certeza de hacerlo por el amor que le tenemos a Dios Nuestro Señor y sabiendo que en una buena acción vamos abriendo el camino de nuestra salvación.


Hermanos escuchemos el llamado que nos hace Jesús desde este humilde Post y salgamos llenos de alegría a cumplir nuestra misión en la tierra, para Honor y Gloria de Dios Nuestro. Y para con nuestro ejemplo invitar a que nos imiten todos aquellos que estén cerca de nosotros y hacer de este mundo un mundo mejor.



Por último queridos hermanos cuando estemos en nuestra capilla de AEP frente a Jesús Sacramentado roguemos para que El nos haga llegar la Gracia del Espíritu Santo y mediante su Fortaleza, Fe y Sabiduría nos permita hacer la voluntad de Dios Padre y que junto con María la Virgen Santísima recorramos el camino que nos lleve a la morada celestial de su amado hijo, Jesús Nuestro Señor.


ALABADO Y ADORADO SEA POR SIEMPRE JESUS SACRAMENTADO.

¡¡¡VIVA CRISTO REY!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario