jueves, 21 de mayo de 2015

Pentecostés, Solemnidad Universal Católica.


El próximo Domingo 24 de Mayo de este año, la iglesia católica jubilosa celebra la Fiesta de Pentecostés, que es en su grado de importancia, la tercera solo después del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo y la de su gloriosa Resurrección, al tercer día de haber muerto en la cruz por nuestra salvación.

La Celebración de Pentecostés, es llamada así por realizarse 50 días después de la Pascua

Esta fiesta tiene sus orígenes en la antigüedad en que se celebraba la Fiesta de la Cosecha, 50 días después que aparecieran los primeros frutos del cultivo.

Años después, el pueblo judío celebraba en ese mismo día, después de pasadas siete semanas de la Pascua, la entrega que hizo Dios a Moisés de las Tablas de la Ley en el monte Sinaí. Celebrándose de esta manera la antigua alianza de Dios con su pueblo elegido, el pueblo judío.

En la iglesia católica fue establecida la Fiesta de Pentecostés con la venida del Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego sobre los apóstoles reunidos en el cenáculo, alrededor de la Santísima Virgen María. Siendo también sobre ella derramada la Gracia del Espíritu de Dios.

La venida del Espíritu Santo es descrita en la Santa Biblia de la siguiente manera:

"Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De pronto vino del cielo un ruido, como el de una violenta ráfaga de viento, que llenó toda la casa donde estaban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego, las que, separándose, se fueron posando sobre cada uno de ellos; y quedaron llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar idiomas distintos, en los cuales el Espíritu Santo les concedía expresarse." (Hechos de los Apóstoles 2, 1-4)

Una semana antes de Pentecostés, cuando Cristo ascendió al cielo antes de despedirse y bendecirles, les dijo a sus apóstoles:

“Ahora yo voy a enviar sobre ustedes al que mi Padre prometió. Por eso, quédense en la ciudad hasta que hayan sido revestidos de la fuerza que viene de arriba." (Lucas 24, 49).

Estas verdades Bíblicas son más  que suficientes para que entendamos la fuerza de la Tercera Persona de la Santísima Trinidad y su estrecha relación que tenemos con ella,  el Espíritu Santo.

Todos los bautizados somos Hijos de Dios, porque el día de nuestro bautismo recibimos al Espíritu Santo, tal como lo recibieron los apóstoles en el cenáculo. Derramando Dios sobre nosotros los dones de su amor para sus hijos muy amados.

Es por esto queridos hermanos que deben tener en cuenta el Día de su Bautismo, como una fecha de sagrada recordación y entender que ese día es el día íntimo en el que recibimos de Dios al Espíritu Santo... 

¡Nuestro personal día de Pentecostés!

Pidamos a Jesús Sacramentado que nos mantenga libres de todo pecado, que nosotros mediante nuestra fe y amor a nuestra Santa Iglesia Católica, y por la intercesión de la Santísima y siempre Virgen María, rechazaremos las tentaciones del maligno, para ser dignos de ser humildemente siervos de Dios.


Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡ Viva Cristo Rey !!!



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