El amor, tan profundamente
enraizado en nuestro corazón, por la Santísima Virgen María, Madre de Dios, nos
ha movido a la publicación de este artículo.
Somos muchos los católicos que casi a
diario rezamos estas pequeñas oraciones marianas. Pero verdaderamente, poco o
nada conocemos de ellas, lo cual es una falta de instrucción catequista o de interés
en la religión que decimos profesar.
A continuación, con toda humildad,
trataremos de explicar brevemente lo que significan y también en algunos casos,
el origen de estas oraciones, centradas en la Virgen María.
Ángelus.-
- Es una devoción católica en recuerdo de la Anunciación y Encarnación del Verbo (Segunda Persona de la Santísima Trinidad, encarnada en Jesús).
- Se atribuye la redacción de esta oración tanto al Papa Urbano II como también al Papa Juan XXII.
- Según, los escritos de esas fechas, fue el Papa Juan XXII quien por su Bula del 7 de Mayo de 1327, ordenó que se recitase tres veces al día, en las mañanas, al medio día y al anochecer.
- En la actualidad se reza según las costumbres de cada país y lo dispuesto por el Obispo de la Diócesis que corresponde. Generalmente se reza una vez al mediodía durante todo el Año Litúrgico a excepción del Tiempo Pascual, durante el cual en su lugar, se reza el Regina Coeli.
Regina Coeli.-
- Reina del Cielo es el nombre de una oración mariana y cristológica de la Iglesia Católica en honor de la Virgen María a manera de felicitación por la Resurrección de su Hijo Jesucristo. Se reza en lugar del Ángelus en el Tiempo Pascual, desde la Vigilia Pascual hasta el mediodía del sábado de Pentecostés.
- Si bien esta oración es de autor desconocido, se le atribuye a San Gregorio Magno y ya la rezaban los frailes franciscanos en el siglo XII.
Magníficat.-
- Es una oración católica que proviene del Evangelio de Lucas, Lc 1: 46-55. Reproduce las palabras que María, la madre de Jesús, dirige a Dios en ocasión de su visita a su prima Isabel que llevaba en su seno a Juan el Bautista.
Oración del Ángelus
V. El ángel del Señor anunció a María
R. Y concibió por gracia del Espíritu Santo
V. He aquí la esclava del señor
R. Hágase en mí tu palabra
V. Y el Verbo se hizo carne
R. Y habitó entre nosotros
Oración del Regina Coeli
V. Alégrate Reina del Cielo, Aleluya
R. Porque a Él mereciste llevar en tu seno, Aleluya
V. Ha resucitado, según predijo, Aleluya
R. Ruega por nosotros a Dios, Aleluya
V. Gózate y alégrate, Virgen María, Aleluya
R. Porque ha resucitado verdaderamente, Aleluya
Oración del Magníficat
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador;
porque ha mirado la humillación
de su esclava.
Desde ahora me felicitaran todas las
generaciones
porque el Poderoso ha hecho grandes obras por mí,
su nombre es
santo, y su misericordia
llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo,
dispersa a los soberbios,
derriba de su trono a los poderosos
y enaltece a los
humildes;
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide
vacios.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose
de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham
y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre Oh dulcísima Virgen María, creación
perfecta de Dios, con afán te he buscado en los más infinitos de mis
amores y no encuentro en ninguno de ellos
la expresión que dé certeza cabal a la humilde grandeza que contenga tu belleza celestial.
Solo puedo percibir el delicado aroma de tu presencia divina cuando en un éxtasis de extrema hiperdulía aflora a mi
mente la oración que me enseño mi madre cuando era un niño y por primera vez te
conocí:
Bendita
sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea,
en tan
graciosa belleza.
A
ti celestial princesa,
Virgen Sagrada María,
te ofrezco en este día,
alma, vida
y corazón.
Mírame con compasión
y nunca me dejes madre mía.
Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado.
¡¡¡Viva Cristo Rey!!!
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