miércoles, 20 de marzo de 2013

Fin de Cuaresma, ¡Sigamos al Papa Francisco!


Este domingo 24 de Marzo se celebra el Domingo de Ramos en la Entrada Triunfante de Jesús,  Dios y Señor Nuestro, a Jerusalén. Y a la vez marca el final del Tiempo Cuaresmal.

Estamos ya preparados para la Semana Santa y en el epílogo de la Cuaresma jubilosos cantemos a Jesús Triunfante, llevando en la mano un ramo de olivo para demostrar a Dios Hijo nuestro regocijo y pleitesía.

Es también momento propicio para acordarnos de nuestros hermanos los pobres y siguiendo el motivo que inspira al Pontificado del Papa Francisco: “Primero los Pobres”...

¡Llevemos como ofrenda una despensa para los necesitados de todas nuestras parroquias. Y que esta sea del tamaño de nuestras posibilidades económicas pero llenas de amor y caridad.!

La pobreza es la condición del que no tiene lo necesario para vivir. La historia de la pobreza desde los principios de la humanidad ha sido considerada como una situación normal en la vida del hombre.

Muchos son los pasajes Bíblicos en que se refleja como la escasez de alimentos y el hambre eran algo admitido por la mayor parte de los seres humanos de aquellos tiempos y que existió como un mal antiguo y constante.

La naturaleza del propio hombre entre sus aspectos negativos lleva el instinto de superioridad sobre sus congéneres, el imponerse mediante la fuerza del poder a todos los demás. Y es así como desde las más antiguas asociaciones tribales surgen los jefes de la tribu, y luego conforme avanza el desarrollo de la humanidad los reyes, emperadores, líderes y dictadores van creando un grupo social que acapara la riqueza y domina a otros que forman el grupo de los pobres, los que nada poseen.

Hace un  poco más de dos mil años apareció Jesús el Hijo de Dios, que nos vino a mostrar un mundo nuevo, donde todos debemos ser como hermanos, querernos y amarnos sin distinción; pero muy pocos lo siguieron y la mayoría no lo escuchó.

Durante la edad media la desigualdad entre ricos y pobres se hizo crítica y surgieron revoluciones encabezadas por pseudo-líderes que en nombre del pueblo pobre,  destronó a reyes y emperadores, pero una vez en el poder formaron una nueva casta y los pobres se hicieron más pobres.

Y la historia continua hasta nuestros días en que la riqueza y la pobreza son los extremos de una sociedad inequitativa que no termina de aceptar la doctrina de Jesús nuestro Redentor.

Queridos hermanos en Jesucristo, sigamos los pasos de nuestro actual Papa Francisco quien por coincidir con el amor de Santo de Asís por los pobres escogió su nombre y para confirmar lo hecho dice:

“El verdadero poder es el servicio. El papa debe servir a todos,
especialmente a los más pobres, los más débiles, los más pequeños”

 y también dice:

”Quiero una Iglesia pobre para los pobres.”

Escuchemos con atención la súplica de nuestro Papa Francisco: 

“Oremos por él, oremos por la Iglesia, oremos por los pobres.”

Y con toda la fuerza de nuestros corazones y la fe que nos da el Espíritu santo, oremos para que en el mundo no haya más diferencias entre los seres humanos y que al final seamos un solo rebaño con un solo pastor, Jesús Dios Nuestro Señor.


Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡Viva Cristo Rey!!!







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