miércoles, 6 de marzo de 2013

Crisis en la Iglesia Católica en 2000 Años


El Diccionario de la Lengua Española nos define la palabra Crisis como “Un momento difícil, una dificultad, es un cambio rápido que se produce en el transcurso de una enfermedad y que es síntoma de mejora.”

La Iglesia Católica ha sufrido de muchas crisis durante los dos mil años de fundación por Nuestro Señor Jesucristo, Dios hecho hombre por la voluntad del Padre y la bendición del Espíritu Santo.

La Primera Crisis experimentada por la Iglesia Católica fue en el año 33, cuando su fundador y líder fue crucificado por el poder político de Roma a instancias del Pueblo Israelita, y su muerte produjo el desbande de sus seguidores ante el temor de la persecución.

Fue también producto de esta crisis la Reafirmación del Poder de la Fe en cada uno de sus Apóstoles cuando el Espíritu Santo descendió sobre cada uno de ellos en forma de lengua de fuego, introduciendo en sus almas la fortaleza para alejar el temor y divulgar con mucho entusiasmo y alegría las palabras de Jesús Nuestro Señor.

Sale la Iglesia Católica, evidentemente reparada y triunfante de esta crisis, y los cristianos aumentan en expansión por todo el mundo conocido en esas épocas iniciales.

Las siguientes crisis en orden de gravedad en el cristianismo son muchas y aún continúan hasta nuestros tiempos.

Podríamos continuar con la Crisis de las Persecuciones por parte de los Emperadores Romanos, donde los mártires hombres y mujeres Santos de Dios, con su ejemplo de morir alabando a Jesús engrandecieron sus creencias minimizando la brutal represión romana.

La magnitud siguiente en cuanto a las crisis es discutible pudiendo mencionar la Reforma Protestante, el Cisma de Oriente y las Cruzadas, la Herejía Arriana, las Controversias con los Judaizantes, que resolvió el primer Concilio de Jerusalén o los conflictos con los Papas Medievales.

En los tiempos modernos no son pocas las crisis que nublan el horizonte de nuestra Iglesia Católica, los empeños de cierta parte de Cardenales que invocan por una Renovación Litúrgica para estar a tono con la época, y es por eso la celebración de Concilio Vaticano II.

Otra causa de crisis se presenta abiertamente con la actitud y comportamiento de índole sexual de algunos dignatarios de nuestra iglesia que valiéndose de su posición privilegiada abusan hundiendo en el pecado a otros seres a quienes por principio deben amar y proteger.

Es cierto que la iglesia sale herida con estos actos pero también es evidente que sigue adelante y siempre triunfante.

En nuestros días algunos medios masivos de información han dado en llamar crisis a la renuncia al Pontificado del Papa Benedicto XVI. Ésta mal llamada crisis será transformada en una mejora que hará que en unos días más el Conclave Cardenalicio elegirá a un nuevo Papa quien por la inspiración del Espíritu Santo tendrá las cualidades de tres de sus antecesores, Juan XXIII, Juan Pablo II y Benedicto XVI.

Queridos hermanos, tengamos fe y confiemos plenamente que Nuestro Dios, Redentor y Fundador jamás abandonará a su bien amada esposa, la Santa Iglesia Católica. Y cuando el humo blanco desde la Capilla Sixtina, anuncie al mundo entero: “Habemus Papa” para la gloria de Dios Nuestro Señor, el repique de las campanas lleven hasta el cielo el humilde agradecimiento de todos los que tenemos la dicha y privilegio de ser fieles católicos por la gracia de Dios.


Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡Viva Cristo Rey!!!






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