El mundo está hoy revuelto en un mar de maldad, hipocresía y carencia de fe. Todos luchamos por un interés personal, nadie se preocupa del pariente, amigo, vecino y menos del prójimo desconocido.
Hemos por completo olvidado los preceptos que nos fueron dados por Dios a través de su muy amado hijo, Nuestro Señor Jesucristo, durante los tres años que predicó y trató de que comprendiéramos su doctrina de que nos amáramos los unos a los otros como Él nos ama.
La humanidad ha ido avanzando en conocimiento material, los hombres se creen en su nefasta soberbia, creadores de la vida y dueños del universo. Poco a poco la cantidad de seres humanos aumenta día a día y poco a poco las nuevas generaciones van perdiendo el verdadero amor que nos enseñó nuestro Divino Redentor. Amor que brota de un corazón fundido con los corazones de Jesús y María por obra del Espíritu Santo.
En conclusión, el mundo no tiene amor por lo espiritual y lo divino, solo ama a su Yo material, a su egoísmo y a su avaricia insaciable de poseer bienes terrenales que de nada le servirán cuando termine su existencia material.
Entonces... ¿Cuál es nuestra misión? ¿Qué debemos hacer ante esta avalancha de miseria espiritual que nos arrastra a nuestra eterna perdición?
Pues conjuntamente con aquellos escogidos por Dios, sigamos el camino que nos señaló Jesucristo sin apartarnos del divino sendero. Seamos pescadores de seres privilegiados con los dones del Espíritu Santo y hagamos de ellos, Adoradores Eucarísticos Perpetuos.
Pues conjuntamente con aquellos escogidos por Dios, sigamos el camino que nos señaló Jesucristo sin apartarnos del divino sendero. Seamos pescadores de seres privilegiados con los dones del Espíritu Santo y hagamos de ellos, Adoradores Eucarísticos Perpetuos.
Porque fomentando la multiplicación universal de las Capillas de Adoración Eucarística Perpetua estaremos contribuyendo a esparcir la semilla de amor que Jesús Sacramentado nos da a diario cuando dialogamos con Él en nuestras capillas. Y seremos los sarmientos que den fruto abundante y no nos detendremos hasta que el mundo vuelva al amor y toda la humanidad sea un solo rebaño con un solo pastor, el Dios único del universo, compuesto de tres personas distintas indivisibles, Dios Padre, Dios Hijo y el Espíritu Santo.
Queridos hermanos en el divino culto a Jesús Sacramentado, cada uno de ustedes tiene la misión irrenunciable de adorar al Santísimo Sacramento por lo menos una hora en un día a la semana durante toda su vida.
Igualmente tienen la misión de atraer tantos adoradores como les sea posible.
Igualmente tienen la misión de atraer tantos adoradores como les sea posible.
¿Cómo conseguir que las personas se interesen en ser adoradores?
- Tener el propósito y la fe necesarios para llevar a cabo la tarea.
- No desistir, venciendo todo obstáculo, hasta ver cumplido nuestro objetivo.
- Ser ejemplo de adorador perfecto en actitud, adoración, puntualidad, humildad, compromiso, y amor a Jesús Sacramentado para que tus hermanos te vean como un espejo que refleje la luz divina de Jesús Nuestro Señor.
- Dar a conocer los testimonios de fe expresados por otros adoradores por las gracias y favores recibidos en sus peticiones a Jesús Sacramentado durante las Horas Santas en la Capilla de Adoración Eucarística Perpetua.
- No descansar en nuestra misión evangelizadora y que al feliz término de haber conquistado un Nuevo Adorador, empecemos con otro.
Y que la paz de nuestra alma refleje en nuestro rostro el intenso amor y la dicha sublime de servir a nuestro amadísimo Jesús Nuestro Señor para la gloria de Dios Padre Todopoderoso.
Alabado y adorado sea por siempre Jesús Sacramentado
¡¡¡Viva Cristo rey!!!
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