jueves, 14 de abril de 2011

Domingo de Ramos, Entrada de Jesús a Jerusalén

El Domingo de Ramos cierra el tiempo de Cuaresma y da principio a la Semana Santa.

En este día se conmemora la entrada de Jesús, Nuestro Señor, a Jerusalén montado en un burrito tal como lo anunciara el Profeta Zacarías (9,9), entre alabanzas y hosannas de la muchedumbre que tendía sus mantos en el suelo como señal de pleitesía y respeto. De la misma manera que con palmas daban la bienvenida al Mesías tan largamente esperado.

Este acontecimiento nos revela la inconsistencia y lo voluble que es una masa humana manipulada por unos cuantos. En un principio, alaban a Jesús impresionados por los milagros hechos por el Hijo de Dios y que aun se reflejaban en sus conciencias, especialmente, el último de ellos, la Resurrección de Lázaro de entre los muertos.


Los escribas y fariseos, temiendo que en el pueblo germinara la fe en Jesús, iniciaron una campaña de desprestigio y repudio hacia Él y cuyos resultados no tardaron en aparecer, ya que unos días después esta misma muchedumbre que había vitoreado a Jesús como rey, ahora reclamaba su muerte gritando: ”crucificadle”.



La falta de estabilidad y firmeza en nuestros conceptos es una debilidad del ser humano y cambia según los factores externos que le afecten. Es así que nuestra inconsistencia se hace presente repetidas veces en nuestras acciones, y el cambio fluctúa del bien al mal y del mal al bien. Ejemplo cotidiano de este proceder se refleja en nuestro trato directo con Dios... hoy le ofendemos con el pecado y luego nos arrepentimos y juramos no volver a cometer el mismo pecado, mas sin embargo volvemos a repetir lo que rechazamos ayer.


Contra esta forma equivocada de actuar debemos recurrir a la ayuda del Espíritu Santo y a la oración para que nos fortalezca la fe en nuestros principios católicos. Debemos acercarnos con más frecuencia al Sacramento de la Comunión para estar siempre en la gracia de Dios, la cual nos permitirá alejarnos del pecado. Oremos con verdadera fe y constancia inquebrantable.


¡Pidamos al Espíritu Santo que nos ilumine el camino hacia Jesús! Él que es inconmensurablemente misericordioso no nos rechazará, oirá nuestras suplicas y nos dará la fe que necesitamos y su amor, sin el cual no podríamos coexistir en Él.


Hermanos, que este Domingo de Ramos nuestros corazones griten con toda la fuerza de nuestra sangre el hosanna que Cristo Rey desea escuchar en el cielo y en la tierra. Y que juntamente con los ángeles y los santos digamos:


“Bendito el que viene en nombre del Señor”


Y hoy, mañana o pasado mañana, cuando nos toque visitarlo en su Santa y Bendita Capilla de Adoración Perpetua, le digamos dulcemente en silencio con la voz del alma:


“Jesús Sacramentado, Rey y Dios mío, te alabo y te adoro, y te alabaré y adoraré, pase lo que pase, por toda la eternidad”



¡¡Alabado y Adorado sea por Siempre Jesús Sacramentado!!


¡¡¡VIVA CRISTO REY!!!

1 comentario:

  1. EL CAMINO DE LA CRUZ
    Arrodíllate ante el altar, haz un Acto de Contrición, y forma la intención de ganar las indulgencias bien para ti, o para las almas en el Purgatorio.
    Después di:
    SEÑOR mío Jesucristo, tu anduviste con tan grande amor este camino para morir por mí, y yo te he ofendido tantas veces apartándome de ti por el pecado; mas ahora te amo con todo mi corazón, y porque te amo, me arrepiento sinceramente de todas las ofensas que te he hecho. Perdóname, Señor, y permíteme que te acompañe en este viaje. Vas a morir por mi amor, pues yo también quiero vivir y morir por el vuestro, amado Redentor mío. Si, Jesús mío, quiero vivir siempre y morir unido a ti..AMEN
    Bendice al creador de este lindo espacio, que me ha dado la oportunidad de expresar mis sentimiento y amor a ti!!

    ResponderEliminar