miércoles, 19 de agosto de 2015

La Adoración Eucarística Perpetua temida por muchos Sacerdotes


El 2 de Diciembre de 1981 el Papa Juan Pablo II, hoy San Juan Pablo II, comenzó la Adoración Perpetua en una capilla de la Basílica de San Pedro y pidió, con palabras de aliento, que todas las Parroquias hicieran lo mismo.

“Todos en la Iglesia … deben vigilar para que este Sacramento de Amor sea el centro de la vida del Pueblo de Dios, para que, a través de todas las manifestaciones del culto debido, se procure devolver a Cristo amor por amor, para que Él llegue a ser verdaderamente la vida de nuestra alma, de nuestra parroquia y del mundo entero.”

Decisión santa, inspirada por el Espíritu de Dios, la de establecer la Capilla de Adoración Perpetua en el Vaticano. Y sus palabras, humilde súplica, a todos los Obispos y Párrocos del mundo a formar Capillas de Adoración Eucarística Perpetua en todas las Diócesis y Parroquias de la tierra.


Exhortación de la Madre Teresa de Calcuta:

“Cuando miras al Crucifijo comprendes cuánto te amó Jesús...
Cuando miras la Sagrada hostia comprendes cuanto te ama Jesús ahora.

Por eso debes pedirle a tu Párroco que tenga Adoración Perpetua en tu Parroquia. Le ruego a la Santísima Virgen María que toque el corazón de los sacerdotes de todas las Parroquias para que tengan Adoración Perpetua en sus Parroquias y que esta devoción se propague por el mundo entero.”

El próximo año se cumplirán los 25 años del establecimiento de la primera Capilla de Adoración Eucarística Perpetua por San Juan Pablo II en la Basílica de San Pedro, en Roma.

¿Qué experimentará el alma de San Juan Pablo II por el 
insignificante caso hecho por los Párrocos a su humilde invitación?...

Tal vez no sea ya en el cielo este problema el que inquiete su alma ahora dedicada a alabar y adorar a Dios, pero ¿qué experimentarán las almas de aquellos muchos sacerdotes que hasta ahora no han cumplido con la súplica del Papa Juan Pablo II, Vicario de Cristo en la tierra?... Ellos sí están aquí para servir a Dios y a sus hermanos, o no es un pecado desobedecer la petición de la Cabeza de la Iglesia en la tierra? Sus conciencias les habrán de dar la respuesta.

El principal “obstáculo” que encuentra un sacerdote en no aceptar la responsabilidad de establecer una Capilla de Adoración Eucarística Perpetua es el temor de fracasar,  temor a que su grey no responda al llamado, si se atreve a hacerlo.

Luego hay excusas de otra índole, como por ejemplo, 
  • Que el pueblo es muy pequeño y que no hay suficientes personas que se comprometan a velar una hora semanal en la Capilla. 
  • Que no hay dinero para construir una capilla, 
  • Que la gente teme ir a un turno nocturno por la inseguridad que existe hoy ante el crecimiento de la criminalidad...


Pero ¿quién dice que el trabajo de evangelización es fácil... o convencer al incrédulo cuesta poco trabajo?.... Ahí tenemos ejemplos de hombres que no se amilanaron en seguir el camino de Jesús y sus Apóstoles, que sacando fuerzas de un espíritu de indomable porfía por cumplir con el compromiso de servir a Dios ¡No renunciaron hasta ver cumplida su misión!.

Son muy pocos por no decir uno o dos los sacerdotes que leen este humilde blog, por ello no se enterarán de esta humilde opinión. Pero aquellas 10 o 15 personas que nos ven en el mundo diariamente, a ellos les pedimos que sigan la exhortación de la Madre Teresa de Calcuta y soliciten a sus Párrocos que abran una Capilla de Adoración Eucarística Perpetua, porque

Una Capilla de Adoración Eucarística Perpetua
 es la morada de Jesús Vivo,
que nos espera con los brazos abiertos, 

para derramar sobre los que vienen a visitarle 
todos los beneficios y dones
 que su infinita misericordia y eterno amor
son capaces de dar a quien se los merece.



Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡ Viva Cristo Rey !!!

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