miércoles, 21 de noviembre de 2012

Adviento: Tiempo Litúrgico que precede a la Navidad


Adviento es una palabra que proviene del latín “adventus” que significa: “Venida”. Por ejemplo: “Adventus Redemptoris” “Venida del Redentor”.

El Adviento es el primer periodo e iniciación del Nuevo Año Litúrgico; ocurre el Primer Domingo después de la festividad de Cristo Rey y se desarrolla en los cuatro domingos más próximos a la Navidad.

Durante este tiempo nos preparamos para recibir a Jesús en su primera venida al mundo como hombre Hijo Único de Dios. El tiempo de Adviento es celebrado por millones de fieles católicos en todo el mundo y se estima que su entronización global data desde la edad media, aunque como fiesta pagana fue celebrada por el pueblo germánico (raza que habitó la actual Alemania) como una esperanza de la venida de la primavera después del frío invierno y para tenerla presente construían una Corona con las ramas verdes de los pinos y abedules.

La festividad es realizada según la tradición de cada pueblo con pequeñas alteraciones que las diferencian unas de otras. Un ejemplo de ello son las velas que se colocan en la corona de adviento y  que varían en su cantidad y en sus colores. 

En la actualidad la  forma mas común y divulgada es la de colocar 
  •  Cuatro velas en la corona
    • Tres son de color morado o lila que simbolizan
      • La Penitencia
      • La Reflexión 
      • El Perdón 
    • Una de color rosa que representa la cercanía de la Llegada de Jesús.

Cada una de estas velas es encendida en cada uno de los cuatro domingos  de adviento.

Algunos acostumbran colocar una vela blanca al centro de la corona que representa la Luz de Nuestro Redentor y se enciende en la noche del día 24 de Diciembre. También se acostumbra el día 25 cambiar las tres velas moradas y la rosa por cuatro velas rojas que imaginan la gran festividad del Nacimiento del Mesías, Jesús Nuestro Salvador.

Dentro de las tradiciones de la fiesta de adviento existe una pequeña que dedica a cada domingo una de cuatro virtudes que habremos de practicar, recordar y  mejorar durante este tiempo litúrgico y que son como la tradición nos los relata:

  • Primer domingo: El Amor. Representado por el amor de Jesús  para con todos los seres humanos, y que debemos devolvérselo primeramente a Él, Dios y Señor Nuestro, y que luego debemos transferirlo de nuestro corazón a nuestro prójimo.
  • Segundo domingo: La Paz. Aquella que nos da Jesús con su saludo y bendición, esa que nos llena el alma de la tranquilidad que nos sumerge en un estado de santidad alcanzado por haberla recibido. Y recíprocamente dar esa misma paz, perdonando al hermano que nos ha ofendido o pidiendo que nos perdone al que nosotros hemos ofendido. 
  • Tercer domingo: La Humildad. Es la que nos enseña la Santísima Virgen María, Madre de Dios, que aceptó humildemente la voluntad de Dios y que con alegría permitió que su hijo muy amado naciera en un pesebre al calor que le daban dos animales sobre un colchoncito de hierbas y pajas. Humildad la de San Francisco de Asís que dejó todo, placer, fiestas y riquezas por servir a Dios y al hermano. Así también nosotros debemos ser humildes de corazón y aspirar solo a servir  y a cumplir la voluntad de Dios Nuestro Señor.
  • Cuarto domingo: La Fe. Base fundamental de nuestras creencias religiosas las cuales aceptamos sin dudas ni temores porque nos fueron entregadas por el mismo Jesús mediante el testimonio de su Santa Palabra en los Sagrados Evangelios. Fe que nos fue implantada en el alma por el Espíritu Santo el mismo día de nuestro Bautismo y que solo a nosotros corresponde mantenerla viva por toda nuestra vida terrenal hasta nuestra muerte en que ella nos llevará a nuestra eterna vida celestial.


Queridos hermanos preparémonos debidamente durante este tiempo de Adviento para recordar y celebrar el Nacimiento de Nuestro Redentor, poner en práctica sus divinas enseñanzas y esperar con fe su segunda venida con toda la majestad y poder con que fue ungido por ser el Hijo de Dios.  Y en nuestras visitas al Santísimo en las cuatro semanas previas a la Navidad pidámosle que incremente nuestro amor, paz, humildad y fe para glorificar a Dios Nuestro Señor Todopoderoso.


Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡Viva Cristo Rey!!!



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