miércoles, 19 de septiembre de 2012

El Año de la Fe: 11 Octubre 2012 - 24 Noviembre 2013


Hemos creído conveniente hacer esta publicación para que aquellos lectores que no estén aún enterados de este acontecimiento, lo hagan por este medio.

Reproducimos las palabras del Papa Benedicto XVI mediante las cuales anunció la celebración de este importante evento de la Iglesia Católica:

“Quiero anunciar en esta Celebración Eucarística que he decidido convocar un Año de la Fe. Este Año de la Fe comenzará el 11 de Octubre de 2012, en el 50º Aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, y terminará el 24 de Noviembre de 2013, solemnidad de Cristo Rey del Universo. Será un momento de gracia y compromiso por una conversión a Dios cada vez más plena, para reforzar nuestra fe en Él y para anunciarlo con alegría al hombre de nuestro tiempo". (Homilía de la Santa Misa del 16 de Octubre de 2011)

Los objetivos de este Año de la Fe están basados en los documentos de los Años de la Fe: El primero convocado por el Papa Pablo VI en el año 1967 y el actual por el Papa Benedicto XVI.
El fin es confirmar nuestra fe rectamente expresada y redescubrir los contenidos de la fe profesada, celebrada, vivida y rezada.

El camino a seguir para obtener los resultados esperados nos han sido delineados por el Concilio Vaticano II.

El Catecismo Católico es el medio certero para cumplir con los propósitos señalados, en él se concentra la fe de toda la iglesia desde sus principios hasta la actualidad. 

En el Catecismo hallamos:

º La fe que profesamos (Credo)

º La fe que celebramos (Liturgia)

º La fe que vivimos (Moral)

º La fe que rezamos (Oración)

El Papa Benedicto XVI propone al Catecismo como la herramienta que nos proporciona la ayuda para cimentar la fe, especialmente para aquellos encargados de enseñarlo (los Catequistas) a los niños y jóvenes en todas las parroquias del mundo.

Hagamos desde ya el compromiso de celebrar el Año de la Fe cada día,  alimentando nuestra fe con el celestial ejemplo primero, de la Virgen María, de los Apóstoles, Santos y Mártires, tratando de imitar sus vidas regidas principalmente por su indeclinable Fe en Dios. Y que los frutos obtenidos hagan de nosotros ¡mejores seguidores de Jesús Nuestro Señor!

Demostremos a quienes nos atacan,
  • Que la fortaleza de nuestra fe es superior a sus ataques.
  • Que Dios está con nosotros y 
  • Que nuestra verdad, como la luz,  se impondrá a las tinieblas del error.


Queridos hermanos, no olvidemos que la fe debe ser siempre apoyada con nuestras buenas acciones para el bien del hermano necesitado, para el del compañero en desgracia, para el amigo alejado, en fin para todo aquel que requiere nuestro amor. Porque una fe sin acción... ¡es una fe muerta!.

Adoradores Eucarísticos Perpetuos, ¡divulguemos la buena noticia del próximo Año de la Fe y pidamos a Jesús Sacramentado que a su término  el dueño de la mies, Dios Padre, recoja en abundancia los frutos de nuestro trabajo para su honra y gloria eterna.


Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado.

¡¡¡Viva Cristo rey!!!



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