Todo se puede establecer mediante la personal interpretación que le queramos dar al mundo actual y a nuestro concepto cristiano.
El resultado lógico será el de un enorme conglomerado de definiciones unipersonales que no marquen una idea del pensamiento global mayoritario.
Pues bien, para obtener un mediano consenso que muestre la verdadera opinión del cristiano actual con respecto al mundo en el que nos ha tocado vivir en estos días, recurrimos al testimonio mayoritario de grupos cristianos con respecto a este punto.
El concepto general es que el mundo globalizado es un escenario de vida materialista, donde el poder económico se impone a los valores éticos, morales y religiosos. El dinero es el ídolo ante el cual los hombres se inclinan con fanatismo recalcitrante subrogando a un plano sin importancia a la religiosidad cristiana.
El concluyente resultado no admite duda ni retroceso en el juicio emitido,
"Este mundo es escenario patético del Quebrantamiento Total
de la Ley de Dios."
Hagamos un análisis de los Diez Mandamientos de la Ley Divina y comprobaremos que en el mundo actual, la mayoría de los hombres no cumplen con lo que establece la Ley de Dios.
Después de esta irreversible comprobación volvamos nuestra mirada a aquella pequeña porción del mundo que aún cumple con la Ley de Dios, pero no como una guía que señale su vida, sino que la acomoda a su libre albedrío, es decir que solo la acatan en parte, cuando no les afecte a sus bienes personales y materiales. Por esto repetidamente escuchamos declaraciones como esta:
"Yo no he matado a nadie, honro a mis padres y creo en DIOS,
por lo tanto no he pecado".
¿Y cuando deseamos los bienes ajenos?... ¿y cuando no amamos a nuestro prójimo, como a nosotros mismos?... ¿Acaso no hemos pecado?...
En conclusión, son solo muy pocos aquellos cristianos que verdaderamente siguen el camino que Jesús les señala para ir a Dios Padre. ¡Regocijémonos de que aún, en este mundo caótico y materialista, existan seres como ellos a quienes el ambiente que los rodea no los corrompe y donde hay tanta maldad y pecado se pueda encontrar a estas almas piadosas, dignas de la bendición celestial!
Sean estas humildes palabras las que nos hagan reflexionar de que aun siendo pocos, podemos convertirnos en la absoluta mayoría, porque contamos con la ayuda de Aquel que todo lo puede y para Quien no hay imposibles... ¡Nuestro Padre Dios Todopoderoso!
Queridos hermanos, en nuestra próxima visita a Jesús Sacramentado, en nuestras Capillas de Adoración Eucarística Perpetua, oremos con amor y fe en nuestros corazones, diciéndole:
Jesús mío, ten misericordia.Te pido perdón por los muchos pecados que he cometido.
Perdóname porque estoy muy arrepentido de haberlos cometido y haberte ofendido.
Te ruego, Jesús mío, que no me abandones y estés siempre a mi lado, en los momentos próximos al pecado y en el momento de mi muerte.
Santísima Virgen María, inmaculada y pura, oh bendita madre mía, intercede por este humilde pecador ante tu divino hijo, Jesucristo, Dios y señor nuestro.
Alabado y adorado sea por siempre Jesús Sacramentado
¡¡¡Viva Cristo Rey!!!
Nota: El próximo Miércoles 19 de Noviembre publicaremos el programa completo de los eventos a realizarse el día 26 de Noviembre con motivo de la celebración del quinto aniversario de la fundación de nuestra Capilla de Adoración Eucarística Perpetua.
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