El Viernes Santo es una de las más importantes Celebraciones Litúrgicas del catolicismo. En este día recordamos la muerte de Jesús en la cruz.
Es el día trascendental de la Semana Santa. En este día siguiendo la tradición no se celebra la Eucaristía, se adora la Cruz y se da lectura a la pasión según San Juan.
Junto con otras ceremonias propias de este día se reza el Vía Crucis o Camino de la Cruz, donde en catorce episodios llamados estaciones, se recuerdan los pasos de Jesús al recorrer el camino a su crucifixión, muerte y sepultura.
Es el día trascendental de la Semana Santa. En este día siguiendo la tradición no se celebra la Eucaristía, se adora la Cruz y se da lectura a la pasión según San Juan.
Junto con otras ceremonias propias de este día se reza el Vía Crucis o Camino de la Cruz, donde en catorce episodios llamados estaciones, se recuerdan los pasos de Jesús al recorrer el camino a su crucifixión, muerte y sepultura.
Las estaciones del vía crucis son las siguientes:
Primera estación. Jesús es condenado a muerte.
Segunda estación. Jesús con la cruz a cuestas.
Tercera estación. Jesús cae por primera vez.
Cuarta estación. Jesús se encuentra con su Madre.
Quinta estación. El cirineo ayuda a Jesús a llevar la Cruz.
Sexta estación. La verónica enjuga el rostro de Jesús,
Séptima estación. Jesús cae por segunda vez.
Octava estación. Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén.
Novena estación. Jesús cae por tercera vez.
Decima estación. Los soldados se reparten las ropas de Jesús.
Undécima estación. Jesús es clavado en la cruz.
Duodécima estación. Jesús muere en la cruz.
Decimotercera estación. Jesús es bajado de la Cruz y entregado a su Madre.
Decimocuarta estación. Jesús es puesto en el sepulcro.
Es así como los católicos guardamos luto en nuestros corazones, al recordar el sacrificio del Hijo de Dios por nuestra redención.
Acompañémoslo en este día y en absoluto silencio de recogimiento espiritual, digámosle con la voz del alma que no está solo, que siempre estaremos con él las 24 horas del día, todos los meses y todos los años hasta que tengamos la dicha de adorarlo en el cielo por toda la eternidad.
¡¡Viva Cristo Rey!!
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