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jueves, 18 de septiembre de 2014

La Voluntad de Dios es que Seamos Santos


En mis continuas visitas a Jesús Sacramentado, en nuestra Capilla de Adoración Eucarística Perpetua veo que casi siempre hay más de cuatro personas  y muchas veces hasta ocho.

¡Todas orando con devoción y respeto!.

Esta situación me causa una sincera alegría, porque me doy cuenta que ¡todavía hay gentes que Aman a Dios!

Mas sin embargo, también me entristece el comprobar que solo uno o dos de los presentes son Adoradores Eucarísticos Perpetuos confirmados, es decir comprometidos a estar una hora acompañando a Jesús.

Los demás son visitantes que por alguna razón o motivo, que yo ignoro, entran a la capilla a ver al Santísimo, y su visita dura contados minutos, entre diez y treinta minutos, y algunos solo entran, se santiguan y luego se van.

Una vez más tengo que señalar la falta de de fe y amor a Jesús, de nuestro pueblo que ¡venera a Dios solo con la boca, mas no con el corazón!.

En muchas ocasiones se les ha solicitado que se registren como Adoradores Eucarísticos Perpetuos, y que es el llamado que por nuestro intermedio, les hace el mismo Jesús Sacramentado, desde su dolorosa soledad. Mas no responden al llamado de Cristo Nuestro Señor.

Siempre escuchamos la indignante respuesta de no tener tiempo para dedicarle una hora, solamente una hora a la semana, a nuestro Dios, Rey y Señor.

Por otro lado vemos que muchos de estos hermanos que se niegan a dar una hora de Adoración a su Dios,  si tienen tiempo para pasar una hora o tal vez más, frente a un televisor viendo su programa favorito o irse a tomar un café con el amigo o la amiga o para pasear sin ton ni son por un centro comercial, observando escaparates y vitrinas. 

Seguro, me pasaría más de una hora señalando más de un centenar de las consabidas horas que tiramos al tacho de la basura y que son la excusa de muchos para  dejar de adorar al Dios que les dio la vida y les promete su salvación. En verdad no somos más que unos mezquinos ingratos. Siempre tenemos tiempo para hacer lo que nos agrada, pero nunca lo tenemos para lo que nos aburre o desagrada.

Y amar, adorar, y estar con Jesús... 

¿Es para ti, aburrido y desagradable? 


Acuérdate del primer Mandamiento de la Ley de Dios, 
"Amarás a Dios sobre todas las cosas".

Hablando, o mejor dicho, escribiendo sobre recordatorios, me viene a la memoria, lo que ya hace un tiempo les relate, sobre el testimonio de un hermano, que mas o menos dijo, sobre su compromiso de asistir a su hora de encuentro con Jesús, su Dios y Redentor

''Me he propuesto  en un acto de amor y fe, nunca faltar a mi hora Santa, pase lo que pase...
¡Si me quedara sin el sentido de las vista, a tientas, quizá con paso vacilante, a tropezones pero con la fortaleza de mi fe llegaría hasta tu capilla, Bendito Jesús Sacramentado!
¡Si perdiera mis piernas, motores de mi caminar, arrastrándome llegaría hasta ti, Oh Jesús mío.!
Si una enfermedad me postrara en un lecho, me levantaría y caminaría por más penoso que fuera mi dolor para llegar hasta ti, Señor de mis amores.
Y por ultimo si la muerte me llegara lejos de ti, y fuera el día de mi hora de mi adoración contigo, mi alma volaría presurosa a tu Capillita, para estar eternamente contigo, mi Buen Jesús!".

Hermanos, que este hermoso testimonio les permita abrir sus corazones a la dulzura del Inmaculado Corazón de la Santísima Virgen María y sea ella la intercesora que los lleve al Sagrado Corazón de su Divino Hijo y 

¡YA!, ofrezcan una hora semanal a Jesús Sacramentado

que amoroso los espera con los brazos abiertos, en su casa, la Capilla de Adoración Eucarística Perpetua.



Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡VIVA CRISTO REY!!!

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