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miércoles, 14 de mayo de 2014

¡¡¡Seguimos con la Adoración Eucarística Perpetua!!!


Continuamos con nuestra humilde súplica de unir nuestras vidas espirituales y materiales al incomparable gozo de pertenecer a la Adoración Eucarística Perpetua.

Es menester que conozcan en persona a Jesús Sacramentado, para que la experiencia les permita entender a Dios.

Parafraseando al Papa Francisco nos atrevemos a decir: 

“Las cosas de Dios no se pueden entender solo con la cabeza, 
es necesario abrir el corazón.”

Por ello les ruego que se acerquen a la Capilla de Adoración Eucarística Perpetua, con la llama de la fe encendida y con el corazón completamente abierto para una plática espiritual verdadera con nuestro Dios; en donde con toda libertad y respeto le hagamos partícipe de nuestras alegrías y de nuestras desventuras.

Hablemos con Él, como hablamos con nuestros padres, con familiaridad respetuosa, sin poses ni pensamientos de hombres, sino con humildad y con pensamientos puros y sencillos donde nos dejemos ver tal como somos, porque no los engañaremos, porque ellos nos conocen perfectamente.

Que nuestra conversación con Jesús Vivo sea un éxtasis de tránsito de intensa comunión espiritual con nuestro creador. Que el incienso de nuestros pensamientos ascienda suave y dulcemente hasta tocar los umbrales de la custodia donde está el Santísimo Cuerpo y la Santísima Sangre de nuestro Divino Salvador.

Dios nos oye como el padre misericordioso y amoroso que es, nunca nos rechazará y su respuesta la tendremos inmediata, justa y verdadera. 

Busquemos en nuestros corazones y allí encontraremos sus palabras. Palabras que se traducen en hechos reales, que como parábolas infalibles nos enseñan lo profundo de su significado, su justa voluntad y sobre todo su infinito amor.

Aprendamos con ferviente afán a comprender los designios de nuestro Dios, que no tienen otro propósito que el de nuestra salvación.

Por más duras que sean las pruebas con las que Dios nos responda a nuestras súplicas, aceptémoslas con alegría, porque Dios nos las propone para nuestro bien, jamás para nuestro mal.

Hay millones de testimonios, de santos, sacerdotes y seres como tú y yo, que su vida ha sido inmensamente enriquecida desde el instante en que Jesús Eucaristía penetró en sus corazones e hizo su morada en ellos.

No es necesario que sucedan extraordinarios milagros para corroborar el efecto que produce en nuestras almas y vidas; porque la Sagrada Eucaristía es la nueva alianza, el lazo de amor entre Dios y el hombre, que nos proporciona una paz verdadera, una ternura infinita y una alegría rebosante,  que se reflejan en el aliento de vida que respiramos, en el latir amoroso de nuestros corazones y en el placer infinito de vivir solo en y para Jesús para la gloria del Padre, Dios Todopoderoso.

Queridos hermanos, no desperdicien la oportunidad de vivir la indescriptible alegría de conocer a Jesús Sacramentado, para luego bendecirlo, alabarlo y adorarlo por el resto de nuestro camino por este mundo y llegar a ser dignos de hacerlo eternamente en el cielo con el apoyo e intercesión de la Santísima Virgen María, Madre de Dios.


Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡ Viva Cristo rey !!!

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