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miércoles, 19 de marzo de 2014

Vocación y Misión de los Laicos - “Christi Fideles Laici” -



Este es el llamado a todos los Bautizados que hace Jesús para que lleven la Evangelización mediante la proclamación de su Santa Palabra, haciendo conocer a todo el mundo la Buena Nueva.

El Sínodo de los Obispos convocado por el Papa Juan Pablo II del 1 al 30 de Octubre de 1987, tuvo como tema “La Vocación y Misión de los Fieles Laicos”.

El mundo actual embriagado por el avance científico se sume poco a poco en la indiferencia religiosa y principalmente en el secularismo que lo lleva a la antigua y ahora renovada tentación de querer llegar a ser como Dios.

La Iglesia no puede permanecer inmóvil en el amenazante torbellino de rebeldía inspirada por el maligno y convoca a todos sus miembros a llevar a cabo el propósito  de su innegable responsabilidad de hacer que se cumpla el plan salvífico de Dios y que todos puedan alcanzar, por medio de la Palabra de Cristo, su salvación.

¡Ha llegado la hora de emprender una Nueva Evangelización!

Los fieles laicos, debido a su participación en el oficio profético de Cristo, están plenamente implicados en esta tarea de la Iglesia. En concreto les corresponde testificar cómo la Fe Cristiana constituye la única respuesta plenamente válida a los problemas que la vida plantea a cada hombre y a cada sociedad.

Para cumplir su misión, los fieles laicos tendrán que esforzarse  en realizar muchas y muy variadas tareas que conlleven a una Nueva Evangelización, como por ejemplo:

  • Iluminar y guiar a las respuestas que se deben dar hoy a los nuevos problemas.
  • La Nueva Evangelización debe tender a reducir la amenaza del secularismo.

¡Solo una Nueva Evangelización puede asegurar 
el crecimiento de una fe límpida y profunda!

  • Recuperar la frescura original del Evangelio
  • Todos tienen el derecho de recibir el Evangelio, los cristianos tienen el deber de anunciarlo, sin excluir a nadie, no como quien impone una obligación sino como quien comparte un horizonte bello. 


¡La Iglesia no crece por proselitismo sino por convicción de la fe!

  • Hoy que la iglesia quiere una profunda Renovación Misionera hay una predicación que nos compete a todos como tarea cotidiana. Se trata de llevar el Evangelio a todas las personas que uno trata, tanto a los más cercanos como a los desconocidos.
  • Cuando escuchamos la palabra de Jesús, la tenemos en el corazón y esa palabra crece, ¿cómo? Dándola al otro. La palabra de Cristo en nosotros crece, cuando la proclamamos, cuando las damos a los demás.


Esta es la vida cristiana. Es una misión para toda la iglesia, para todos los bautizados, para todos nosotros.

Por lo expuesto 


"¡Permitid a Cristo que hable al hombre...
 y que el hombre escuche y propague su palabra!. 

Solo él tiene Palabra de Vida, 
¡SI! 
De Vida Eterna"



Los padres cristianos son los primeros e insustituibles catequistas de sus hijos, habilitados para ello por el Sacramento del Matrimonio, pero todos debemos ser conscientes del derecho que todo Bautizado tiene de ser instruido, educado, acompañado en la fe y en la vida cristiana.



Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡Viva Cristo Rey!!!




Nota:
       Este post ha sido escrito basado en las Exhortaciones Apostólicas de Vocación y Misión de los laicos del Papa Juan Pablo II y  del Papa Francisco.
     

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