La palabra Acólito significa seguidor o acompañante. Son los católicos instituidos por el Obispo para servir como Ministros de la Eucaristía y ayudar al sacerdote en las celebraciones de la liturgia. Existieron desde los inicios de la Iglesia siendo en aquellas épocas los ayudantes de los Obispos.
La palabra Monaguillo proviene de "monje pequeño" y es el niño que asiste al sacerdote especialmente durante el sacrificio de la Santa Misa, no requieren ser instituidos y generalmente deben haber recibido el Sacramento de la Comunión.
En la actualidad por costumbre se aceptan las dos denominaciones, Acólitos y Monaguillos, como sinónimos.
En su oficio los Monaguillos cumplen con el deseo y mandamiento de Nuestro Señor que dice: “Dejad que los niños se acerquen a mí.”
Creo que todos deberíamos haber sido monaguillos porque los niños que lo fueron, que lo son y que lo serán, generalmente son la semilla que producirá católicos responsables y de corazón ; y además, en ciertos casos, también sacerdotes de nuestra fe.
Las madres son las verdaderas forjadoras de estos pequeños servidores, es que ellas, con su amor y ejemplo inducen al niño a ser monaguillos y así aprendemos a amar a Dios sirviendo al sacerdote.
Quien quiera que haya sido monaguillo en su niñez recuerda con amor el palpitante regocijo que nos invadía el alma cuando el día Domingo nos poníamos nuestra casulla roja y blanca e ingresábamos al presbiterio para estar muy cerquita de Dios, asistiendo al padre celebrante de la Santa Misa. En nuestra infantil inocencia nos imaginábamos ser ángeles terrenales al servicio de Nuestro Señor a quien servíamos con dedicación y veneración por intermedio de la asistencia que brindábamos de todo corazón al sacerdote celebrante.
¡Bellos recuerdos de nuestra juventud que grabaron para siempre en nuestras almas las sagradas imágenes de las hostias consagradas y el olor del incienso con el que aromatizábamos la presencia de Dios en el altar!
¡Bendito oficio que sembró en nuestras vidas la semilla
inmortal de nuestra fe!
inmortal de nuestra fe!
Siempre que observo en los monaguillos la bondad y paz que reflejan sus caritas cuando están cumpliendo sus funciones litúrgicas no puedo evitar rogar a Jesús Sacramentado y al Espíritu Santo que protejan a estos niños y los dirijan por el buen camino al encuentro de Dios.
Recomiendo también a los y las catequistas que en su encomiable labor educativa religiosa hagan de los niños de sus parroquias los hombres de bien para el mañana para la gloria de Dios Nuestro Señor.
Que infundan en ellos el amor a la Sagrada Eucaristía y a la Santísima Virgen María, Madre de Dios, porque Ustedes son las responsables de moldear el alma de esos pequeñines con la Humildad, Castidad, Caridad , Sabiduría y Entendimiento de la doctrina católica para hacerlos miembros intachables de nuestra Santa Iglesia.
Hermanos Coordinadores del grupo de Adoración Eucarística, sugiero que se organicen visitas de los niños del catecismo al Santísimo en las capillas de AEP una vez a la semana durante 15 minutos para que empiecen a conocer y amar a Jesús Sacramentado y se conviertan en el semillero de los futuros Adoradores Eucarísticos Perpetuos.
ALABADO Y ADORADO SEA POR SIEMPRE JESUS SACRAMENTADO
¡¡¡VIVA CRISTO REY!!!
¡¡¡VIVA CRISTO REY!!!
EsO eS MuY CiErTO DiOs sE MuEsTrA Su aMoR MeDiAnTe nOsOtROs sUs sErViDOrEs lOs aCoLiToS!!!!
ResponderEliminarqUe DIoS nOs siGa bENdIcIeNdO
Que Dios y la Virgen Santísima te bendigan. AEP-Cardel
ResponderEliminarINTERESANTES DIBUJOS Y MENSAJE PARA AYUDAR CONCIENTIZAR NIÑOS DE SU VOCACIÓN
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