Con motivo de celebrarse el día Viernes 28 de Octubre la culminación de los festejos en honor a esta venerada imagen del Cristo crucificado, hemos estimado apropiado el escribir este post para que aquellos que no lo conozcan, tengan la oportunidad de hacerlo a través de este servicio de la propagación de los acontecimientos y personajes de nuestra Santa Iglesia Católica.
De acuerdo a las crónicas, a mediados del siglo XVII Lima, la actual capital de la República del Perú, contaba con una población de 35,000 habitantes dentro de los que había diferentes razas, blancos, indios aborígenes, mestizos, criollos y negros. Estos últimos provenían de las costas occidentales del continente Africano y fueron traídos a América como esclavos y mano de obra para trabajos agrícolas. Los angolas se establecieron en un lugar llamado Pachacamilla cerca de Lima y vivían en extrema pobreza en galpones construidos de adobe. Uno de sus miembros, por inspiración divina, pintó a Jesús en la Cruz sobre uno de los muros de adobe.
En noviembre del año 1655 un fuerte terremoto sacudió Lima causando la destrucción total de muchas edificaciones así como los galpones de los negros pero milagrosamente el muro donde estaba pintado el Cristo crucificado permaneció intacto sin siquiera una simple cuarteadura. Ante este milagro, poco a poco las gentes acudían a venerar a la santa imagen, causando cierta inquietud en los gobernantes españoles, en especial en el Virrey, quien ordenó que se destruyera el óleo, poniendo una capa de pintura sobre él.
Por dos veces diferentes encargados de cumplir la orden del Virrey no pudieron hacerlo porque fuerzas desconocidas se lo impidieron y enterado el Virrey de los sucesos decidió revocar la orden permitiendo su veneración. Después de visitar el mismo Virrey y su esposa al Cristo Crucificado ordenó se le construyera una capilla para su adoración.
El 20 de Octubre de 1687 otro terrible terremoto azotó Lima y nuevamente la fuerza de la naturaleza echó por tierra toda edificación, incluso la capilla del Cristo de Pachacamilla, pero nuevamente el Milagro ocurrió y la pared de adobe de la capilla donde estaba la pintura de Cristo se conservó otra vez intacta por lo que inmediatamente se ordenó la confección de un óleo copia de la imagen y salió en procesión por las calles de Lima para implorar el perdón de Dios.
Es así como nació esta gran devoción al Señor de los Milagros a quien también se le conoce como Cristo Moreno, Cristo de Pachacamilla y Cristo Morado, por la relación que tuvo con sus primeros adoradores los negros africanos; por el lugar de su ubicación y por último por el hábito de sus devotos de color morado.
La imagen del Señor de los Milagros es venerada en casi todo el mundo y en más de 64 ciudades diferentes los días 18 y 19 del mes de Octubre se celebran fiestas en su honor. Entre estas ciudades deseamos mencionar a: Estocolmo en Suecia; Sídney en Australia; Anchorage en Alaska; Köbe en Japón; Roma en Italia; Madrid en España; Paris en Francia; Friburgo en Alemania; además de en toda América incluyendo Nueva York en los Estados Unidos de Norte América y por supuesto Ciudad de México en México.
Cabe mencionar que El Señor de los Milagros sale en procesión en Lima los días 18, 19 y 28 de Octubre de cada año, y que tradicionalmente todos los devotos visten durante todo el mes de Octubre un hábito de color morado en señal de penitencia y adoración al Cristo. Es por ello que en Perú se le llama a Octubre el mes morado. El anda donde se transporta esta hecha de caoba, plata y partes de oro y su peso excede los 1800 kilos. Son miles de miles los fieles que concurren a las procesiones del Señor de Los Milagros, considerándose una de las más grandes en todo el mundo.
Para terminar debemos declarar que los testimonios de los milagros hechos por este Cristo se cuentan en muchos miles y los beneficiarios de esta gracia divina expresan su agradecimiento colocando un corazón de plata en el altar que tiene para su veneración en el convento de las Madres Carmelitas Nazarenas en Lima.
Queridos hermanos, a estas multitudes solo las mueve la fe y el amor a Jesús, por ello es que sus devotos se multiplican año por año. Así como ellos, nosotros oremos con fe y persistencia para que las capillas de Adoración Eucarística Perpetua se multipliquen en todo el Mundo, en toda América, en todo México y en todo nuestro querido Veracruz.
ALABADO Y ADORADO SEA POR SIEMPRE JESUS SACRAMENTADO
¡¡¡VIVA CRISTO REY!!!