miércoles, 26 de junio de 2013

Juan Bautista Anuncia la Misión de Jesús

Juan El Bautista fue engendrado por sus padres Zacarías e Isabel (Prima de la Virgen María) siendo ya ambos ancianos, por un milagro de Dios. Este hecho se explica en la Santa Biblia en el Evangelio de Lucas Capítulo 1 vers. 5 -25, que dice:

“En tiempos de Herodes, Rey de Judea. Hubo un hombre que se llamaba Zacarías. Era un sacerdote del grupo de Abías. La esposa de Zacarías se llamaba Isabel y era descendiente de una familia de sacerdotes. Zacarías e Isabel eran personas realmente  buenas a los ojos de Dios: Vivían de acuerdo a todos los mandamientos y leyes del Señor. No tenían hijos, porque Isabel no podía tener familia, y ambos eran ya de avanzada edad.”

"Mientras Zacarías estaba sirviendo en el templo, delante de Dios, según el orden de su grupo, echaron suerte según la costumbre, y fue designado para entrar en el santuario del Señor y ofrecerle el incienso de la tarde. Y, mientras el pueblo permanecía afuera en oración, se le apareció el ángel del Señor. Zacarías al verlo se turbó y tuvo miedo. El ángel le dijo entonces: No temas, Zacarías, porque tu oración ha sido escuchada, y tu esposa Isabel te dará un hijo al que llamarás Juan"

 “Al terminar los días de su servicio en el templo, regresó a su casa. Días después, Isabel, su esposa quedó esperando familia.”

Cuando María fue a visitar a Isabel, al presentarse, el niño que llevaba en el vientre Isabel, dio un vuelco, reconociendo así a Jesús oculto en el seno de su madre. San Lucas lo describe en su Evangelio Capítulo 1, vers. 39-42:

“Por esos días, María partió apresuradamente a una ciudad ubicada en los cerros de Judá. Entró a la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Al oír Isabel su saludo, el niño dio saltos en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo y exclamó en voz alta:

¡Bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre. ¿Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi señor? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de alegría en mis entrañas. Dichosa por haber creído que de cualquier  manera se cumplirán  las promesas del Señor!


Indudablemente, desde su gestación Juan el Bautista dio testimonio,  de que en el futuro,  sería el predecesor del Mesías, preparándole el camino para el cumplimiento de su más alto designio, la Voluntad de Dios

Juan el Bautista se forjó en la inmensidad del desierto y de una vida rústica creció la fortaleza de su espíritu. Fue un hombre sencillo, humilde y creyente. Comía lo necesario para existir y jamás bebió vino de ninguna clase. Vestía para proteger su cuerpo con una piel de camello y una correa ceñía su cintura. En síntesis era la imagen de un hombre rudo y montaraz pero tenía una fe y un corazón que solo escuchaban la voz de la voluntad de Dios. 


Èl era en sì: La Voz que clamaba en el Desierto.



Abandonó su vida en el desierto para dedicarse a preparar a su pueblo para la llegada de Jesús, el Mesías. Eran muchos sus seguidores,  los que le atribuían dones celestiales considerándolo Profeta.



El momento cumbre de su existencia lo experimentó cuando al pie del rio Jordán bautizó a Jesús tal como nos lo narra Mateo en su Evangelio, capítulo 3, vers. 13-16:
“Por ese tiempo, vino Jesús, de Galilea al rio Jordán, en busca de Juan para que lo bautizara. Pero Juan se oponía, diciendo: Yo soy el que necesita tu bautismo ¿y tù quieres que yo te bautice?
 Jesús le respondió: Déjame hacer por el momento; porque es necesario que así  cumplamos lo ordenado por Dios. 
Entonces Juan aceptó.

 Una vez Bautizado, Jesús salió del rìo. De repente se le abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba como paloma y venía sobre Èl. Y se oyó una voz celestial que decía:
  Este es mi hijo, el amado;  éste es mi elegido





Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡Viva Cristo Rey!!!

miércoles, 19 de junio de 2013

Horas Santas o Visitas a Jesús Sacramentado


Últimamente hemos constatado que mientras las horas comprometidas para Adorar a Jesús Sacramentado en nuestra Capilla de Adoración Eucarística Perpetua,  han disminuido un poco,  las visitas sin sujeción a horarios han aumentado notablemente.

Nosotros vamos a tener ya cuatro años desde que iniciamos este camino de la Adoración Eucarística Perpetua; al comienzo luchamos para mantener completos los Turnos de Adoración, los cuales logramos consolidar durante el segundo año. 

Durante el tercer año nuestra Adoración transcurrió con entusiasmo persistente. Pero al ingresar al cumplimiento del cuarto año hemos visto una disminución en la consistencia y devoción de nuestros adoradores.

Hemos analizado la situación con toda imparcialidad, honradez, sin ánimo de encontrar culpabilidad,  sino de hallar las causas del problema. A continuación emitimos nuestra sincera opinión en el afán de Enmendar el rumbo y No perder el destino. Exponemos nuestra postura libremente para nuestro propio beneficio renovador pero igualmente lo hacemos con el fin de que si en otra Capilla de AEP en el mundo se presentara una situación parecida, tengan en estas palabras un derrotero para emprender su propia renovación.

Respetuosamente solicitamos a nuestro amables lectores en todo el mundo nos ayuden con un comentario que pueda  socorrernos en este pasajero momento de crisis. Su importante comentario pueden dejarlo al final del presente post, haciendo "click"  Aqui

Nosotros opinamos que el origen de nuestro problema radica en nosotros mismos. Es decir nosotros lo hemos creado. ¿Cómo? Sencillamente por quedarnos "sin movimiento"...  estancados en nuestra tibieza adoradora, satisfechos por nada, complacidos por todo

No nos hemos percatado que poco a poco hemos ido perdiendo nuestra organización funcional. Los Líderes de Turno han desaparecido, los Capitanes de Hora se han refugiado en su propia inoperancia.
La espina dorsal del Movimiento Eucarístico de Adoración Perpetua se ha descalabrado y cada adorador cumple su compromiso con Jesús sacramentado a su propio estilo o manera. No hay guías espirituales que apacienten y conduzcan, que con la palabra en la boca y el alma en el corazón motiven y alienten al adorador desconcertado; promoviendo encuentros y reuniones de fe que reafirmen nuestros ideales y objetivos eucarísticos.

La solución la tenemos en nuestras propias manos, hay que reedificar la estructura organizacional de nuestro movimiento, hay que renovarnos en hechos y en personas. Tenemos que preparar a nuevos capitanes capacitándolos para su misión; no podemos nombrar a los pilares de nuestra organización solo porque son nuestros amigos y nos caen bien, debemos escoger a los que después de un examen riguroso, demuestren que son capaces de llevar a cabo su tarea, y después de un entrenamiento e instrucción en los deberes y obligaciones que le competen en el puesto asignado, se hagan cargo del mismo.


Los Líderes de Turno también son necesarios y como su nombre lo indica, son los jefes que dirigen, aconsejan, mandan y hacen ejecutar las acciones planeadas o recomendadas. Sin duda son los primeros en una clasificación y responsables del trabajo de los Capitanes ante el Coordinador General. 

Estos puestos deben ser  ocupados por personas de amplio criterio, profundo conocimiento religioso, incansable disposición para el trabajo y una acendrada fe y amor a su misión.

Esta es la clase de trabajadores que se necesitan para cultivar las tierras del Señor y darle los frutos que Él espera de todos y cada uno de los Adoradores Eucarísticos Perpetuos.



¡Renovémonos!

¡Cambiemos lo que hay que cambiar!

¡Seamos revolucionarios para el bien y la Gloria de Dios Nuestro Señor!




Alabado y Adorado sea por Siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡Viva Cristo Rey!!!

jueves, 13 de junio de 2013

¡Católicos!... ¡¡¡Sólo en Jesús está la Salvación!!!


¡No! No es propaganda de un movimiento separatista cristiano, es la firme creencia de la Fe inspirada en la palabra de Jesús, Hijo Unigénito de Dios Padre.

La Biblia está llena de testimonios dados por los profetas y por el propio Jesús, en los que se nos demuestra fehacientemente que la salvación de nuestra alma se obtiene siguiendo el camino que nos señala Dios en la vida y ejemplo de su muy amado hijo,  Jesucristo, Nuestro Señor.

¡No obtendremos el cielo y su gloria infinita solamente rezando y rogando a los santos de nuestra devoción! … Es verdad que ellos pueden interceder en nuestro favor, pero quien únicamente nos dará la vida eterna según nuestros méritos, es Dios.

Jesús es el fundador de nuestra Iglesia, que es el conjunto de las creencias, ministros y fieles de la religión católica. Por consiguiente, es Jesús,  en unión con el Padre y el Espíritu Santo, el Hacedor de todos los caminos que nos llevan al Reino de los Cielos. Esto se confirma en el Libro de la Biblia: 

Flp 2, 10-11 que dice: “Al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua proclame que Cristo Jesús es Señor para la gloria de Dios Padre.”

En nuestro afán de encontrar un ejemplo totalmente humano a seguir,  nos entregamos espiritualmente a la veneración de un santo o santa, haciendo de ellos, equivocadamente, el directo ejecutor de nuestras súplicas; porque el único que siempre nos entrega el don de su infinita misericordia es Jesús, Dios Nuestro Señor.

Ningún santo, ni la Santísima Virgen María tienen la facultad divina por sí mismos,  de redimir niños del pecado, solo Dios Jesús, Dios Padre y Dios Espíritu Santo, lo pueden hacer, porque son uno mismo en tres personas distintas.

No pretendemos quitarle su lugar en la Liturgia Católica a la Santísima Madre de Dios, quien por obra del Espíritu Santo concibió a Jesús; ni a los santos que alcanzaron su santidad por la voluntad del Altísimo. Es por esto que tienen su lugar en los altares, un lugar especial,  pero no el lugar preponderante que solo le corresponde a Dios en el Altar Mayor.

Hacemos esta distinción para que los fieles católicos no caigan en una involuntaria idolatría hacia los santos, que merecen nuestra veneración, más no la  adoración,  que solo pertenece a Dios.

No es un tema fácil de tratar, el de señalar como debe ser nuestra devoción hacia los santos. No somos teólogos ni mucho menos, solamente y con humildad, deseamos establecer lo que corresponde a Dios y lo que corresponde a los santos. Nuestro consejo en caso de una duda o confusión, es que la consulten con su Director Espiritual, Sacerdote Confesor  o Párroco de su comunidad.

Y a ustedes queridos hermanos Adoradores Perpetuos, les pedimos que sigan asistiendo a sus Capillas de Adoración Perpetua en las horas que tienen asignadas para adorar a Jesús Sacramentado,  que no es un santo,  sino Dios Vivo Omnipotente y Omnipresente en la Santísima Eucaristía.

 Por último deseamos insistir en que no olviden su labor de evangelización y trabajen con ahínco y mucha fe en conseguir la mayor participación de personas en la dulcísima y bendita Adoración Eucarística Perpetua.


Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡Viva Cristo Rey!!! 

miércoles, 5 de junio de 2013

Adoración Eucarística Mundial Simultánea


El pasado Domingo 2 de Junio, con motivo de la celebración de la fiesta de Corpus Christi,  el Papa Francisco invitó a todas las Diócesis y Parroquias Católicas del Mundo a acompañarlo en una Adoración Eucarística Simultánea,  a las 17 horas del día 2 de Junio de 2013. El Santo Padre nos solicitaba que todos estuviéramos sincronizados con el horario de Roma, es decir que todos los países del mundo realizaran su oración en una hora equivalente a las 5 de la tarde de Roma.

¡Hecho histórico en el mundo católico!... por primera vez un Papa adoraba a Dios Eucaristía, en unión espiritual con toda la Iglesia  Católica del Mundo,  coincidiendo en la misma fe y en el mismo momento.

Los que pudimos gozar de este sublime encuentro fuimos testigos presenciales y participantes  de la más pura Adoración a Jesús Sacramentado en la Fórmula Sagrada expuesta en la Basílica de San Pedro en Roma.

El Papa Francisco nos mostró con su humildad y silencio lo que en verdad significa Adorar a Jesús Dios Nuestro. En la hora y minutos en que transcurrió la Adoración Simultánea,  nuestro pastor en la tierra, no pronunció ni  una sola palabra, que pudiera interrumpir el éxtasis celestial de su bendita adoración.

Vimos en vivo, como los asistentes a este magno acto de adoración, elevaban sus almas y en unión de los ángeles del cielo reconocían al Hijo Vivo en la Hostia Consagrada, y que en conjunción con el Espíritu Santo,  glorificaban a Dios Padre.

¡Qué portentosa demostración de fe!

¡Qué innegable testimonio de la presencia de 
Jesús en la Santa Eucaristía!

Es el misterio de un milagro de amor,
 es la irrefutable verdad que derrama 
Dios sobre el alma del mundo cristiano.

Seguidamente transcribimos algunos fragmentos de las oraciones que los Papas que precedieron al Papa Francisco le manifestaban a Jesús en la Eucaristía:

Papa Pio XII
“¡Oh dulcísimo Jesús, que escondido bajo los velos Eucarísticos, escuchas piadoso nuestras súplicas humildes, para presentarlas al Trono del Altísimo…..”

Papa Juan XXIII
“Señor de los Señores, Jesús Eucarístico, Pastor amable, presérvanos de los peligros……”

Papa Pablo VI
“Tú eres el Cristo, Hijo de Dios Vivo, Tú eres quien revela al Dios invisible, el Primogénito de toda creatura, el fundamento de todas las cosas……”

Papa Juan Pablo I
“Permanece muy cerca de mí, Señor, mantén tu mano sobre mi cabeza, pero haz que también yo mantenga mi cabeza bajo tu mano…….”

Papa Juan Pablo II
“En la Eucaristía te has convertido en fármaco de inmortalidad; danos el gusto de una vida plena, que nos haga caminar en esta tierra como alegres y confiados peregrinos, mirando siempre la meta de la vida que no tiene fin……”

Papa Benedicto XVI
“Señor Jesús, que en el admirable Sacramento de tu cuerpo y de tu sangre nos hagas partícipes de la Vida Divina … nosotros te adoramos y te bendecimos …”


Señor y Dios nuestro, Jesús Sacramentado, te damos gracias infinitas por habernos permitido estar presentes en alma y espíritu,  este domingo 2 de junio en el año de la fe, en esa bellísima Adoración Simultánea, encabezada por el Papa Francisco, para humildemente demostrarte en nuestra Adoración el pequeño amor que te profesamos comparado con el infinito y eterno que Tú nos tienes.


¡Haz de mí lo que sea tu voluntad, tuya es mi vida, sin ti soy nada,

en tí espero, en tí confío, en tí creo!




Alabado y adorado sea por siempre Jesús Sacramentado


¡¡¡ Viva Cristo Rey ¡!!