miércoles, 29 de mayo de 2013

La Gloria del Amor a Jesús Sacramentado

Cristo Jesús edificó su vida y su evangelización en el crisol celestial de su infinito amor por la humanidad. Su vida la entregó por amor y murió crucificado también por amor.

No hay acción más amorosa que la obra de Dios para con los hombres, que  siendo Dios se inmoló por amor para redimirnos del pecado.

En la Última Cena, en compañía de sus amados discípulos, nos regaló el milagro más hermoso de su tránsito terrenal: la Transubstanciación del pan y el vino en su Cuerpo y Sangre y desde ese momento está disponible para todo aquel que escuche su clamor cuando nos dice: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.” (Jn 7, 37)

A continuación  transcribo algunos enunciados, que merecen ser  analizados detenidamente para comprender el verdadero valor de las palabras que encierran el amor de Jesús.

Él no viene para los que se creen justos. Ni para los sanos, sino para los pecadores y los enfermos porque “No necesitan médico los que están fuertes”

Él cambia nuestro corazón de piedra por el suyo propio de carne, para que podamos amar a Dios en todas las cosas y sobre todas las cosas. A través de su amor Eucarístico Jesús nos transforma en Él mismo “Y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí”

El profundo amor que te tiene hace que se quede aquí siempre en la Eucaristía como prueba viva de que eres infinitamente importante para Él.

La gloria es nuestra cuando aceptamos la invitación de tener una profunda unión y una divina intimidad con Jesús en  el Santísimo Sacramento.

La Eucaristía es la gloria misma de Jesús, Él nos transfigura con su gloria cuando lo recibimos en la comunión y cuando lo visitamos en el Santísimo Sacramento.

La Eucaristía no es una cosa... Es una persona, la persona de Jesús Nuestro Salvador. La Eucaristía es el amor personificado.

Quisiera, y le he pedido a Dios y al Espíritu Santo  que me ayuden, a  que cada uno de ustedes, queridos hermanos, escriba  su conclusión para cada uno de los enunciados que anteceden y lleve  su escrito a la Capilla de Adoración Eucarística Perpetua y con todo el amor que pueda caber en vuestros corazones, se lo lea en silencio a Jesús Vivo en la Hostia Consagrada.

Él sabe lo que tú le estas leyendo porque sus ojos y su mente están en tu corazón. Jesús ama cada palabra que escribiste porque ellas son la gloria de tu  amor al Santísimo Sacramentado.

No lo decepciones, Él está esperando ver y sentir lo que tú sientes, solo Él y tú, nadie más es necesario, Dios lo sabe y tu también.

Habla con Él, como si fuera (que en realidad lo es), tu hermano, tu padre, tu amigo. Espera, Confía y Cree en Él y tu fe te llevará a destinos insospechables de paz, ternura y amor y verás realizado en tí el milagro que tanto buscabas y no encontrabas.


Querido hermano, 

¡No desperdicies la oportunidad que nos concede la
infinita misericordia de Dios!

¡Acepta sus designios y No vuelvas tu mirada al pasado!

¡Pon tus ojos y todo tu ser en la Luz Divina de Jesús Nuestro Señor,
que te señala, el único camino de salvación a seguir: el Ejemplo de su Vida!




Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado                                                


 ¡¡¡Viva Cristo Rey!!!


miércoles, 22 de mayo de 2013

Reseña del Encuentro Eucarístico Puebla 2013



Como estaba programado, los días 17, 18 y 19 de Mayo, se llevó a cabo en el Centro Vacacional de Metepec, Atlixco, Puebla, el Segundo Encuentro Latinoamericano de Adoradores Eucarísticos Perpetuos.

Los más de seiscientos Adoradores que asistieron al Encuentro demostraron el amor que tienen a Jesús en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía. Su fe los condujo, guiados por la protección de  Nuestra Señora de la Santísima Eucaristía y por Nuestra Señora Santísima Virgen de Guadalupe. Entre ambas recibimos las bendiciones que nos permitieron realizar un encuentro sin incidentes y lleno de paz celestial. Hasta la naturaleza se doblegó y el volcán Popocatépetl que había estado en los días previos al encuentro, exhalando nubes de cenizas, ¡dejó de hacerlo! en los tres días que duró el Encuentro.

La total convergencia de los concurrentes en realizar su más alto propósito, el de Adorar a Jesús Sacramentado, permitió en cada acto de fe celebrado, enmarcar en ellos el infinito amor de los Adoradores Eucarísticos Perpetuos por nuestro Dios y Señor.

La presencia de hermanos  adoradores de Argentina y Chile dio el toque sudamericano al Encuentro. Igualmente, como era de esperarse, adoradores mexicanos representados por los estados de Aguascalientes, Puebla, Chihuahua, Tabasco, Yucatán, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Baja California, Veracruz y del Distrito Federal, dieron el sabor nacional a la reunión.

Se celebraron Horas Santas dirigidas por el Misionero de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento Padre Patricio Hileman Rivera,  quien con su innegable don evangelizador, envolvió a los adoradores en la mística de amor a la Eucaristía, quienes algunos conmovidos espiritualmente, cayeron en éxtasis de paz celestialIgualmente el Padre Hileman celebró la Santa Eucaristía en los tres días del encuentro, siendo asistido por sacerdotes que también concurrieron al encuentro.

El día Sábado 18 se llevó a cabo la Vigilia de la Fiesta de Pentecostés, en la cual los adoradores  demostraron su rendida devoción a Dios Espíritu Santo. Este acto de adoración y fe, se prolongó hasta muy entrada la madrugada del  Domingo 19.

El sábado 18 a las cinco de la tarde se dio inicio a la presentación de los testimonios de los milagros ocurridos por la intervención de la Santa Eucaristía en las Capillas de Adoración Perpetua. Algunos de los cuales fueron expresados por los propios beneficiarios del milagro. De esta manera quedó verazmente demostrado que Jesús sì nos oye cuando le pedimos con fe y pureza de corazón.



Deseamos agradecer a todas aquellas personas con las que compartimos un sitio en el salón de eventos o durante las comidas diarias, gracias por demostrarnos su calor humano y su amor en Cristo Nuestro Señor.

¡Sin cada uno de los que asistieron a esta bella hermandad de armonía, 
hubiera faltado un pedacito de corazòn a este encuentro!

Gracias a la hermana Lucy Barradas por su inagotable fuerza espiritual para llevar a cabo otra vez este gran esfuerzo para la honra y gloria de Dios Nuestro.

Gracias a Mariana y a Maricarmen coordinadoras del evento, que con su apoyo y simpatía nos ayudaron a solucionar los pocos y pequeños inconvenientes que tal vez se presentaron.

Y sobre todo gracias a Dios Todopoderoso que nos permitió asistir a este encuentro donde reafirmamos nuestra fe en la Sagrada Eucaristía y mediante la cual aprendimos amar un poquito más a Jesús Sacramentado que siempre vivirá en nuestros corazones eternamente.

Queridos hermanos Adoradores Perpetuos de la Santa Eucaristía, seamos evangelizadores  de nuestro movimiento, tal como Dios nos lo pide. 

  • Invitemos a todos en nuestra comunidad a que visiten la Capilla de Adoración Eucarística Perpetua.
  • Pidamos a nuestros hermanos que se pongan en contacto con Dios Vivo en la Hostia Consagrada, que Èl que todo lo sabe y todo lo puede de seguro los ayudará. 


Bastarán solo unos minutos de íntima relación espiritual
para estar plenamente convencidos que 
Jesús es amor y nos ama con todo su dulce corazón.



Alabado y adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡ Viva Cristo Rey !!!



Nota: 
  • En la Página adjunta presentamos un pequeño collage de las fotografías que pudimos tomar durante el evento. Fotos del Evento



miércoles, 15 de mayo de 2013

Espíritu Santo que Viene del Padre y del Hijo.


Señor y Dador de vida que con el Padre y el Hijo forman Una Sola Persona, en la representación divina de la Santísima Trinidad.

Cuando decimos Dios, nos estamos refiriendo al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Para amar al Espíritu Santo hay que conocerlo, buscarlo en la intimidad del Misterio del Padre y del Hijo, encontrarlo en el amor que brota del Padre hacia al Hijo y vuelve del Hijo al Padre por obra del Espíritu Santo,  que es Esencia Divina de la unión  indivisible del Trino de Amor.

Según esto el Espíritu Santo es el vínculo eterno de amor que une al Padre y al Hijo: “Son tres el amante, el amado y el amor” “El Padre es la fuente, el Verbo es el río y el Espíritu Santo es la corriente del río”

El Espíritu Santo se ha manifestado desde la Eternidad, pues siendo consustancial con el Padre y el Hijo, no tiene principio ni fin.

Cada vez que Dios sale de sí mismo para manifestarse, lo hace en el Espíritu: “El Espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas” (Gén, 1-2) porque es el que todo lo crea, cuida y conserva.

En el Antiguo Testamento, es el testimonio de la promesa (Gén. 18, 1-15), es la nube que acompaña el camino del pueblo y el que lo purifica de su infidelidad.

Pero además de todo,  es el que habló por los profetas y preparó la venida del Misterio de Jesús, desde el primer anuncio del Mesías hasta las puertas del Nuevo Testamento. Por último en los Salmos se expresa la calidad del pueblo, purificado e iluminado por el Espíritu Santo.

Toda la existencia terrena de Jesús transcurre en la presencia del Espíritu Santo, Jesús de Nazaret fue concebido por obra de Dios Espíritu Santo y nació de la Santísima Virgen María.

La relación de la Eucaristía con el Espíritu Santo aparece en las palabras de Jesús, cuando proclama la institución del Sacramento de su Cuerpo y de su Sangre: “El Espíritu es el que da vida” (Juan 6,63).

El misterioso poder del Espíritu Santo convierte Sacramentalmente el Pan y el Vino en el Cuerpo y la Sangre del Señor e irradia su gracia en los participantes y en toda la comunidad creyente.

El que se hace accesible al Espíritu Santo encuentra una gracia y capacidad que desconocía y se hace capaz de convertir a un hombre en un misionero. A un pecador en un ferviente seguidor de Jesús.

Poco a poco conforme vamos penetrando en la intimidad de los misterios del Espíritu Santo vamos lentamente conociendo con firme entendimiento su Sagrada Misión. Y sin darnos cuenta vamos recibiendo sus dones que nos llevan al encuentro con el Hijo para la Gloria del Padre.

La Sabiduría asoma en los resquicios de nuestra mente y de pronto nuestro entendimiento se abre a la luz de la fe y entonces comprendemos y creemos en nuestra Santa Iglesia Católica y llenos de fortaleza y amor 

¡Empezamos a  seguir a Jesús por el camino
que nos llevará a Dios Nuestro Señor!


¡Qué paz tan transparente, casi imperceptible, la que acaricia nuestras almas, envolviéndolas en un halo divino de dulzura incomparable, cuando en nuestros corazones establece su morada el Espíritu de Dios!


No hay palabras ni sentimiento alguno que pueda expresar el deleite infinito de sentir la Gracia Bendita de Dios cuando recibimos la Sagrada Eucaristía en la Hostia Consagrada. En ese instante dejamos de ser humanos y nos convertimos en ángeles de Dios por la unción y el amor del Espíritu Santo.


Queridos hermanos, vengamos a nuestra Capilla de Adoración Eucarística Perpetua y con el amor puro e infinito del Espíritu Santo,  ¡Amemos a Jesús Sacramentado para la gloria del Padre, Creador y Señor del Universo, por los siglos de los siglos,  en la tierra y en el cielo!



Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡Viva Cristo Rey!!!




miércoles, 8 de mayo de 2013

¡Virgen de Luján, Patrona de la Argentina!


La Virgen de Luján o Nuestra Señora de Luján, Patrona de la Argentina, es también Patrona de Uruguay y Paraguay.

Cuenta la historia que en el año 1630 un acaudalado hacendado portugués radicado en lo que es hoy la Provincia de Santiago del Estero, República Argentina, solicitó a un amigo portugués que vivía en Brasil le enviara  una imagen de la Virgen de la Inmaculada Concepción.

Para darle una opción más, el amigo le envió dos imágenes. En mayo de 1630 las imágenes llegaron al Puerto de Buenos Aires y fueron empacadas en cajas diferentes cada una, subiéndolas a una carreta rumbo a su destino final.

Después de tres días de viaje, la caravana donde iba la carreta, hizo un alto a cinco leguas del actual pueblo de Luján. Después del descanso y dispuestos a continuar el viaje, los bueyes de la carreta, se negaron a avanzar. Y después de varios intentos infructuosos decidieron bajar una de las cajas, ante lo cual los bueyes iniciaron su marcha sin ningún problema.

En su curiosidad por saber que contenía la caja descargada, la destaparon, hallando en ella una pequeña (38 cm. de altura) imagen de la Inmaculada Concepción hecha de arcilla cocida. Las gentes creyentes del lugar interpretaron lo acontecido como providencial y se la entregaron al dueño de las tierras de ese lugar.

Manuel, un pequeño esclavo, que venía con la caravana fue testigo de lo ocurrido y viendo su patrón el gran amor que demostraba a la Virgen lo dejó a las órdenes de la Inmaculada. Se lo destinó al exclusivo cuidado de la imagen, lo que hizo hasta su muerte. Se encargaba del orden de la ermita y de los vestidos de la virgen, dirigiendo las oraciones de los peregrinos.

Después de un tiempo, ya muerto el dueño de la estancia, ésta se vio muy abandonada por lo que una acaudalada dueña de un mejor lugar logró trasladarla a su  finca a orillas del río Luján.

Feliz de tenerla en su oratorio a la mañana siguiente de su traslado fue a rezarle, pero la virgen no estaba en su lugar. Al buscarla, la encontraron en donde originalmente estaba. Creyendo que era el esclavo Manuel el que llevaba a la  virgen a su antigua morada, lo estancaron al piso sin movimiento. Pero la virgen siguió volviendo a su lugar original.

La dueña consultó a las autoridades eclesiásticas y civiles sobre el problema del traslado de la Virgen y ellos viajaron al lugar y estudiaron lo sucedido. Esta vez la Virgen fue trasladada al nuevo lugar en una devota peregrinación y en compañía de Manuel. Desde ese momento la imagen no volvió a su antigua capilla.

En 1886 se presentó al Papa León XIII, la petición del Episcopado y de los fieles del Río de la Plata para la Coronación de la Virgen. El Pontífice bendijo la corona y le otorgó Oficio y Misa propios para su festividad. La coronación se llevó a cabo el 8 de Mayo de 1887.

Se inició la construcción de la actual Basílica Nacional el 6 de Mayo de 1890 y se inauguró en 1935. La grandiosa Basílica, de estilo gótico, tiene preciosos vitrales. La cripta de la Basílica  tiene muchos tesoros relacionados con la historia de Luján, cuenta además con hermosas réplicas de todas las advocaciones Marianas de América.

La imagen de la Virgen en 1887 fue recubierta de plata sólida para evitar su deterioro. Viste una hermosa túnica blanca y un manto azul celeste (colores de la Bandera Argentina). La virgen es morena, de rostro ovalado y de ojos azules.

Queridos hermanos, hoy 8 de mayo, es la festividad de Nuestra Señora de Luján, que ella sea por esta vez la que lleve a su amado hijo nuestro amor  en una humilde oración.





Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡Viva Cristo Rey!!! 

miércoles, 1 de mayo de 2013

¡¡Mayo, Mes de María... la Madre de Dios!!


Preparemos nuestros corazones para con inmenso júbilo rendir homenaje y pleitesía, a la Dulcísima Virgen María, que escogida por Dios Padre,  fuera la Madre de Jesucristo Nuestro Divino Redentor.

Se cuenta que en Roma, hace muchos siglos se rendía culto a la Diosa Maia, protectora de la  fertilidad y de la maternidad. Se dice tambièn que el nombre del mes de Mayo se deriva del de la Diosa Maia (también llamada Bona Dea). Y es el mes de Mayo en el hemisferio norte donde se haya en apogeo la Primavera.

Es pues lógico que la Iglesia Católica haya designado a Mayo como el Mes de María, porque la Primavera es la estación en que las flores con sus ora tímidos colores, ora con sus encendidos matices anuncian el comienzo de la fertilidad.

La flor más bella de la creación, la Santísima Virgen María, nuestra intercesora ante su amado Hijo y Dios Padre nos muestra el camino para llegar a ellos.  

¡¡Nos cuida y protege cubriéndonos con su manto, en nuestros  momentos de tribulación o de desesperanza!!

Nuestra Madre Celestial no sería solamente festejada en el mes de Mayo, también nuestra madre terrenal tiene su lugar en Mayo como también en nuestros corazones ambas durante toda nuestra vida.

Ejemplo de dulzura y de amor infinito es la Virgen María, nuestra madre, porque Jesús estando clavado en la cruz nos la proclamó como madre de toda la humanidad.

Hoy uno de Mayo se inicia el mes dedicado a María, la Santísima Virgen Madre de Dios, y con la sonrisa de nuestro amor en todos nuestros corazones, humildemente nos postramos a sus pies y le entregamos nuestra alma, nuestra vida, todo nuestro ser  envueltos en el aroma de una oración que nos brota del corazón:

Dios te salve María, ... Ruega por nosotros … Amen!

¿Quièn no ha sentido alguna vez en su vida la caricia profunda en el alma,  cuando nuestra preferida Virgen nos ilumina con la luz de su ternura?

¿Quièn no ha experimentado la dulzura de comprensión cuando nos sostiene en sus brazos para sacarnos de una aflicción?

¿Quièn no ha  derramado lágrimas sinceras de arrepentimiento cuando hemos pecado y avergonzados, no podemos mirar a nuestra Madre Celestial?

¿Quièn de niño no le ha rezado una pequeña oración antes de dormir,  entregándole en ella,  la flor candorosa de nuestra inocencia infantil?

¿Quièn siendo joven no le ha entregado la lozanía primaveral de los años juveniles cuando le llevábamos nuestras flores más bellas convertidas en dulces versos de amor sin igual?

Quien no ha vivido alguno de estos ejemplos --aunque sea solamente uno-- ¡¡No ha vivido!!, ¡no ha conocido!, ¡no ha sentido la infinita alegría de poder llamarse y sentirse hijo de la dulce Virgen María, también Madre de Dios!.

Todos los católicos veneramos a María en alguna de sus santas advocaciones, como, la Virgen de Guadalupe, la Inmaculada Concepción, la Virgen del Perpetuo Socorro, la Virgen del Carmen, Virgen de Lourdes, Virgen de Fátima, la Virgen de las Mercedes, Virgen del Pilar, y cientos más.

No son diferentes las advocaciones,  no nos confundamos, ¡solo representan a una sola!, la única, la Bendita entre todas las mujeres: la Inmaculada Santísima Virgen María, la Madre de Dios.

Queridos hermanos empecemos el mes de María, acudiendo a nuestra Capilla de Adoración Eucarística Perpetua, en compañía de nuestra Señora de la Santa Eucaristía, y con silente devoción recemos llenos de amor la oración del Santo Rosario, para que Jesús Sacramentado sonría porque sabe que también veneramos  con infinito amor y eternamente, a su Santa Madre, Reina del cielo y de la tierra.


Alabado y Adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡Viva Cristo Rey!!!