miércoles, 27 de junio de 2012

Nuestra Señora del Perpetuo Socorro


Pocos casos existen de una difusión tan rápida y global de una devoción a la Virgen María como el cuadro de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, a quien la Iglesia Católica celebra su fiesta precisamente el día 27 de junio. 

La historia señala que durante el siglo XV, vivía en Creta (isla situada al sur de Grecia) un acaudalado y próspero negociante, muy piadoso y hombre religioso, que poseía una pintura, de posible origen bizantino, de la Virgen del Perpetuo Socorro.

Ante una amenaza que se cernía sobre la sagrada imagen el comerciante decidió empacarla y trasladarla para su seguridad a Roma, pero durante el viaje por mar se produjo una furiosa tempestad que ponía en peligro la integridad del barco. El comerciante desempacó el cuadro y levantándolo imploró a Dios, y no bien había proclamado su súplica, cuando  milagrosamente el mar se calmó y llegaron salvos a su destino gracias al milagro de la Virgen del Perpetuo Socorro.

Llegado a Roma, el comerciante decidió visitar a un matrimonio muy amigo a quienes narró la historia del viaje mostrándoles el milagroso cuadro. La esposa del amigo quedó muy impresionada por la belleza del cuadro y solicitó quedarse con él. A lo cual, tras repetidas súplicas, accedió a entregárselo al devoto matrimonio.

Luego de pasados algunos años, el comerciante enfermó de gravedad y se le apareció la Virgen del Perpetuo Socorro solicitando que su cuadro fuera exhibido al público en una Iglesia de Roma. Petición que llegó a conocimiento de los poseedores del cuadro. Que se negaron a desprenderse de él.

La virgen esta vez se le apareció a la hija de la dueña del cuadro y pidió que le dijera a su madre que quería que fuera puesta en el altar de la iglesia en Roma que se encontraba entre la Basílica de Santa María la Mayor y la de San Juan de Letrán, y allí permaneció por más de trescientos años, donde sirvió como medio para incontables milagros.



En el año de 1798 Napoleón y sus tropas invadieron Roma cometiendo infinidad de tropelías entre las que se cuenta la destrucción de más de treinta iglesias entre las cuales se encontraba la de San Mateo donde se veneraba a la imagen del Sagrado Cuadro. Un Padre Agustino, custodio del cuadro, logró sacarlo secretamente del altar antes de la destrucción de la Iglesia.

Transcurridos los años una nueva Iglesia, la de San Alfonso, fue construida en el mismo lugar de la destruida. Esta vez fueron los padres de la orden de los redentoristas los que por designios de la voluntad divina llevaron el cuadro a un altar específicamente construido para la Virgen del Perpetuo Socorro. Donde se encuentra hasta la actualidad.

El cuadro muestra la imagen de la Virgen María sosteniendo en sus brazos a su pequeño hijo, Jesús,  que atemorizado dirige su mirada a los arcángeles San Miguel y San Gabriel que le muestran los instrumentos de la pasión, la lanza y la caña con el hisopo de vinagre y la cruz y los clavos, respectivamente.

Son muchos los milagros y gracias concedidas por Dios con la intercesión de la Virgen del Perpetuo Socorro. Entre ellos breve y humildemente deseo comentarles, para el honor y la gloria de Dios, lo sucedido a quien estas líneas les escribe semanalmente.

No habiendo aún cumplido los seis meses de vida, una terrible bronquitis atacó mi tierna humanidad y viendo mi madre que la enfermedad no cedía le imploró una noche a la Virgen del Perpetuo Socorro que intercediera para mi restablecimiento. Esa noche, en sueños mi madre vio como la Virgen Santísima cubría mi cuna con su sagrado manto. ¡Y con la luz del nuevo día milagrosamente amanecí completamente curado!

Es por esto queridos hermanos, que hoy dedico mi vida en agradecimiento a Dios nuestro Señor con todas las fuerzas de mi espíritu y con la presencia del Espíritu Santo en mi corazón.

Humildemente les recomiendo que cuando pasen por una tribulación o problema terminen su oración como siempre termino yo: 

“Dios y Señor mío,  en Tí espero, en Tí confío y en Tí creo.”





Alabado y adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡Viva Cristo rey!!!


miércoles, 20 de junio de 2012

¡Necesitamos más Capillas de Adoración Eucarística Perpetua en Todo el Mundo!


Nuestro Movimiento Eucarístico Mundial se ha debilitado últimamente, la apertura de nuevas Capillas en las Parroquias, en los países y en los continentes se ha congelado.

¿Será acaso por la frialdad de nuestros Prelados que ya no cuentan con la presencia del Vicario de Cristo Juan Pablo II que los impulsaba y comprometía como Líder de la Adoración Eucarística Perpetua en el mundo?

¿Será tal vez el temor de muchos párrocos de fracasar  en una misión que ni aún empiezan?

¿O seremos quizás nosotros, los humildes adoradores de cada hora y de cada semana a los que nos falta fe para la propagación entre nuestros hermanos de la Adoración Perpetua a Jesús Sacramentado?

Sea cual fuere la causa, necesitamos que nuestro Movimiento Eucarístico crezca y despierte del letargo en el que lo hemos sumido. Pidamos al Espíritu Santo nos de la fortaleza para convertir las oraciones en acciones y, emulando a los primeros cristianos, seamos los artesanos de la construcción de uno de  los actos más relevantes  de nuestra fe: la Adoración a Jesús sacramentado.

Jesús, hijo unigénito de Dios con toda su majestad y omnipotencia,  humildemente nos llama diciéndonos: “Ven, tengo sed de ti.” Y  ¿Vamos acaso a desoír la súplica de nuestro Dios y Señor?... Cada uno responda con lo que le dicte la fe sembrada por el Espíritu Santo en nuestros corazones. Y como dice la plegaria en la Santa Eucaristía:”Levantemos nuestros corazones y salgamos a servir al Señor predicando sus palabras: Tomad y Comed que éste es mi cuerpo, tomad y bebed que ésta es mi sangre.”

No nos cansaremos de repetir, una y mil veces, ¡La inmensa paz y tranquilidad que nos envuelve espiritualmente cuando rebosantes de fe y amor, postrados de rodillas adoramos a Jesús!. 


¡Sin la intención de pedir, sino con la dulzura de dar!

He ahí la fuente de nuestra fuerza, el poder de nuestra palabra y la firmeza de nuestra constancia para obtener los frutos que serán los nuevos adoradores  que formaran las Nuevas Capillas de Adoración Eucarística Perpetua para el honor y la gloria de Nuestro Señor.

Pastores de la grey católica que nos leen, alguna vez consideren como un recordatorio estas humildes palabras,  solo inspiradas por el Espíritu Santo, y apoyen con fe, entusiasmo y alegría este movimiento que inició un día 2 de Diciembre de 1981 en Roma , cuando era Papa, el Beato Juan Pablo II.

¡Dios mío, te pedimos por la intercesión de tu Santísima Madre,  la Virgen María, ayudes a que todos los seres humanos en el mundo entero, tengan una Capilla de Adoración Eucarística Perpetua en sus Parroquias y puedan deleitarse con el infinito placer que les da amorosamente,  el mismo Jesús Vivo,  presente en  la Bendita Hostia Consagrada!

Hermanos adoradores, en su hora de visita al Santísimo, beban de la inspiración divina a través de Jesús Sacramentado y fortalecidos por esta comunión espiritual atraigan a nuevos adoradores perpetuos y vuelvan a atraer a aquellos que sin saber lo que hacían se alejaron. ¡No teman, Jesús está con nosotros!


Alabado y adorado sea por siempre Jesús sacramentado
¡¡¡Viva Cristo rey!!!

miércoles, 13 de junio de 2012

San Antonio de Padua, Doctor de la Iglesia


San Antonio de Padua nació en Portugal pero tomó su nombre de la ciudad italiana  Padua, donde vivió sus últimos años y donde murió. Se  le venera en la hermosa Basílica de Padua.

Sus amplios conocimientos de la Biblia y de los Evangelios fueron confirmados por los Papas Gregorio IX y León XIII, el primero dijo de él: “Es el Arca de los Testamentos” y el segundo: “Doctor Evangélico”  Añadiendo además:  "El santo de todo el mundo” porque su imagen y devoción se hallan por todas partes.

Un biógrafo escribió: “Era poderoso en obras y en palabras. Su cuerpo habitaba esta tierra pero su alma vivía en el cielo.”

San Antonio nace en el año de 1195 en Portugal bajo el nombre de Fernando de bulloes y Taveira de Acevedo, hijo de un acaudalado matrimonio y miembro de la nobleza. A los 15 años de edad es enviado a seguir estudios con los  canónigos regulares de San Agustín.

En el año 1221 es admitido en la Orden de Frailes Menores, momento en el cual toma el nombre de Antonio. Por órdenes del Prior de la orden se le envía a Marruecos a predicar el Evangelio a los moros, pero no bien llegado a esta ciudad contrae una grave enfermedad (hidropesía) que lo mantiene postrado en cama por varios meses lo que origina que se le envíe de regreso a Europa.

La nave en que hacía el viaje fue atacada por violentos vientos que la desvían de su ruta y llega a la ciudad de Messina, capital de Sicilia. Donde se hospeda en un convento de sus hermanos, quienes le participan que pronto se celebraría en la Ciudad de Asís un Capítulo General de la Orden.

Con muchos sacrificios viaja Antonio a Asís y asiste al Capítulo donde conoce personalmente a San Francisco. Después de la clausura, Antonio es nombrado encargado de la  solitaria Ermita de San Paolo, cerca de Forlì, donde cumple sirviendo a los frailes del convento principalmente en la limpieza de los platos y otros utensilios, después del almuerzo comunal.

Se cuenta que en una ocasión que se llevaba a cabo en Forlì, una Ordenación Sacerdotal donde acudieron los frailes del convento así como Sacerdotes Dominicos, por algún mal entendido, no estando ninguno de los asistentes preparados para dirigir la acostumbrada alocución ceremonial se le ordenó a Antonio que fuese a hablar y dijera lo que el Espíritu Santo le inspirara.

El joven fraile desde que principió hasta que terminó su improvisado discurso, mantuvo arrobados y extasiados a todos los asistentes con sus elocuentes y bellas palabras. Este acontecimiento pronto llegó a oídos del Padre Provincial que le encargó de evangelizar a la región del norte de Italia donde abundaban los herejes.

Después de la muerte de San Francisco y transcurridos varios sucesos en la orden de frailes menores, el papa Gregorio IX liberó a Antonio de cualquier otra responsabilidad para que se dedicara exclusivamente a la predicación. Desde ese momento el lugar de residencia de Antonio fue la ciudad de Padua.

Allí en Padua tuvo el privilegio de ver los frutos de su ministerio, porque no solo escucharon sus sermones multitudes sino que cambio su conducta, acercándola al bien y alejándola del mal.

 El 13 de Junio de 1231 recibió los últimos sacramentos. Entonó un canto a la Santísima Virgen y sonriendo dijo: ”veo venir al señor...” y murió. San Antonio fue canonizado antes de cumplirse un año de su muerte y siete siglos después el Papa Pio XII lo declaró Doctor de la Iglesia.

A San Antonio se le llama Milagroso San Antonio, por la interminable lista de favores concedidos a sus devotos por su intercesión y a los milagros realizados por la mediación Divina.

Hermanos, recordemos hoy el milagro de San Antonio, cuando hizo que la mula de un hereje que no creía en la Sagrada Eucaristía, se alejara del heno que le ofrecía su dueño después de tenerla tres días en ayunas y se acercara adonde estaba San Antonio con una Hostia Consagrada, ante la cual el animal doblando las rodillas se inclinó bajando la cabeza. El hereje se convirtió. Y el milagro se esparció por todo el mundo.


Alabado y adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡Viva Cristo rey!!!

miércoles, 6 de junio de 2012

Día de Corpus Religioso y de "Mulas e Inditos" en México


 
Mañana 7 de junio del 2012, la Iglesia Católica celebra la Fiesta del Día de Corpus Christi Cuerpo y Sangre de Cristo recordando en este día la Institución de la Eucaristía llevada a cabo por el mismo Jesús Nuestro Señor, el día Jueves Santo durante la última Cena con sus discípulos.

Hoy pretendemos, con todo respeto, relatar una tradición en México, íntimamente ligada a la fiesta religiosa. No lo hacemos con el afán de corroborar su autenticidad sino como un medio de explicar a nuestros hermanos que semanalmente nos leen la relación entre la fiesta religiosa y la tradición.

Se cuenta que por el año de 1526 en la Ciudad de México con ocasión de celebrarse la Festividad de Corpus Cristi, fiesta  católica y religiosa traída por los sacerdotes españoles al nuevo continente, se llevaba a cabo la Procesión de la Sagrada Eucaristía.

A esta procesión asistía el Virrey con todo su cabildo, las personas notables de la ciudad y el pueblo devoto. También bajo palio un Prelado de la Iglesia,  portaba la Custodia con la Hostia Consagrada.

Cerraba la procesión un grupo de indígenas,  que a lomo de mulas,  traían a la ciudad,  productos de sus cosechas para comercializarlas durante la festividad.

Dentro de los espectadores al paso de la procesión, se encontraba un hombre llamado Ignacio, quien experimentaba cierta duda de si dedicarse o no al sacerdocio. Ante esta incertidumbre pidió a Dios que le enviara una prueba para definirse.

Al pasar la Sagrada Eucaristía frente a Ignacio, éste vaciló en su fe, y dudando, se dijo: “Si Dios estuviera en la Hostia, hasta las mulas se arrodillarían”. No bien había terminado su pensamiento, la mula que estaba junto a él, se arrodilló en señal de adoración. Ignacio también cayó  postrado de rodillas pidiendo perdón a Dios y aceptando la prueba que le enviaba el Santísimo.

Como es de esperarse Ignacio ingresó a una orden religiosa y profesó sus votos sacerdotales y pasó el resto de su vida sirviendo a Dios y contando a todos el milagro de la mula.

Es así como se origina, según  lo expuesto, la Tradición en México del Día de las mulas. En este día se confeccionan artesanías y  “mulitas” hechas con hojas de plátano secas y que llevan en sus alforjas dulces y golosinas que son la delicia de los compradores, niños y adultos.

Es parte de estos festejos que los niños sean vestidos con trajes de “inditos”, ellos con sombreritos y bigotes pintados y ellas con trencitas. Y así ataviados son llevados a los atrios de las parroquias donde los sacerdotes les imparten la Bendición.

Con el fin de complementar este escrito y para aclaración de nuestros lectores de otros países, se cuenta también la historia de San Antonio de Padua quien en un reto con un no creyente hizo que una mula después de ayunar por tres días, rechazara  el heno que se le ofrecía,  para obedecer el llamado del santo, que portaba en las manos una Hostia Consagrada, ante la cual, el animal doblando las rodillas se postró en señal de adoración.

Dos hechos legendarios ocurridos en distintos países, con  siglos de por medio,  que son señales contundentes de testimonios populares de la real existencia del Cuerpo y la Sangre de Cristo en la Hostia Consagrada.

Hermanos, mañana asistamos a nuestra Capilla de Adoración Eucarística Perpetua, con la convicción que nos da nuestra fe, y pongamos los pétalos de la flor de nuestro corazón a los pies de Jesús, Hostia Divina, Cuerpo y Sangre del Hijo de Dios.




Alabado y adorado sea por siempre Jesús Sacramentado

¡¡¡Viva Cristo rey!!!