jueves, 30 de diciembre de 2010

Un Año Nuevo en Nuestras Vidas.

La rueda del molino de la vida está por dar su última vuelta anual y la molienda de nuestros hechos de bien y de mal por Dios será guardada en nuestro granero personal hasta el Juicio Final.

Mañana habrán pasado 525,600 minutos del año que termina, solamente faltan 1440 minutos y entraremos al Año Nuevo.
Estas últimas 24 horas las quiero dedicar para decirte a tì, Dios mío lo que pretendo hacer con tu ayuda en el Año Nuevo.
Esta es una serie de intenciones similar a la que acostumbramos a proponernos a nosotros mismos con el paso del año que se va, donde nuestro egoísmo las circunscribe a nuestro ámbito personal, pero éstas, las que yo te quisiera mostrar hoy, son las que puedo ahora expresar con un espíritu renovado que gracias a ti, tengo hoy porque puedo decir que , que has hecho en mí el milagro de fe con el que tanto soñé desde mi lejana infancia...

¡¡Dios mío y Señor mío hoy es todo tuyo mi corazón!!

He aquí, pues mis intenciones para que me ayudes a cumplirlas:

  • Dios mío permíteme seguir a tu lado y que nada ni nadie me aparte de Tí.

  • Que mire hacia adelante con la esperanza segura de que algún día te dignes aceptarme en tu casa.

  • Que sea mi alma la imagen que muestre al mundo el milagro que has obrado en mí.

  • Que vea y comprenda que soy solo el instrumento que vibra al toque de tu misericordia y perdón; y que ese perdón y misericordia lo pueda yo dar a todos mis hermanos.

  • Que por más duro y agreste que sea el camino que me tienes destinado lo pueda transitar con una sonrisa de alegría por ser esa tu voluntad; y que en él pueda ayudar a levantarse al hermano que cae para que siga el camino hacia ti.

  • Que cuando más dura sea la prueba que tú me designes sea yo más firme en mi fe para cumplirla.

  • Que me alcance el poquito de fe restante para que ayude al hermano que flaquea y duda de ti.


  • Que no busque en el mundo sus bienes materiales sino que constante vaya en pos de la Luz de tu Verdad y de tu Amor. Y que guíe al hermano que cegado por la ilusión de lo banal ha perdido la Luz que le lleva hacia ti.

  • Que cada día y cada hora de mi vida te vaya amando más y más hasta poderte casi igualar en el amor que tú me tienes a mí. Y que también ame al hermano que me lastime y me ultraje porque el perdón y el amor vienen de ti.

  • Que los males físicos no me impidan alabarte y adorarte, que la fuerza de mi espíritu se sobreponga a la debilidad material y con tu ayuda Jesús Sacramentado pueda cumplir el deseo más absoluto y grande que tengo que es el de amarte y venerarte por toda la eternidad en unión de todos los fieles hermanos de la Adoración Eucarística Perpetua del mundo entero, a quienes te ruego los protejas y les des tu Santa Bendición y que este año que viene te amen también más y más con el mismo amor infinito con el que Tú los amas.


Alabado y adorado sea por siempre Jesús sacramentado.

¡¡Viva Cristo rey!!

miércoles, 22 de diciembre de 2010

¡¡¡Albricias!!! ¡¡Dios ha nacido!!, ¡¡Bendito Sea Dios!!

¡Unamos nuestras voces todos los pueblos de la tierra y cantemos al Señor, pues Dios ha nacido como ser humano hoy en Belén!

¡Renovemos el Misterio Milagroso acontecido hace más de dos mil años cuando en un humilde pesebre nació el Rey del Universo, Dios, Jesús Nuestro Señor!

¡Demos gracias a Dios por su infinita misericordia que nos envió a su Unigénito para librarnos del pecado y quien por su sacrificio nos redimió y nos hizo merecedores de algún día poder estar en el cielo adorándole para toda la eternidad!

Pronto será Noche Buena y después Navidad, milagro de amor de Dios por los hombres, que en una Virgen Inmaculada y por obra del Espíritu Santo engendró a Nuestro Salvador. Celebrar este día de fiesta en el cielo y regocijo en la tierra por la venida al mundo del Mesías, es una acción de agradecimiento a Dios Todopoderoso por habernos conferido la distinción única de convertirnos en sus hijos muy queridos y en hermanos de Jesús Nuestro Señor.


Recordemos, pues, este día con el honor y adoración a quien lo merece --Jesucristo-- en el día de su nacimiento. Que nuestros regalos para Él, sean la fe y la oración y nuestras ofrendas, las acciones de nuestras buenas obras siguiendo las enseñanzas que Él nos dejó en su efímero pero grandioso paso terrenal.

Reunámonos los hijos con los padres y con toda la familia para que en unión de amor y paz alabemos y adoremos al único dueño y merecedor de los festejos. Que Él sea el candil de Llama Eterna alrededor del cual nuestras oraciones se eleven al igual que guirnaldas espirituales que adornen hoy en su día a Jesús, Dios de Amor. Saquémoslo de la soledad y démosle el lugar que le corresponde en nuestros corazones y hoy en que recordamos su nacimiento no lo olvidemos y hagámoslo sentirse feliz ofreciéndole una plegaria eterna colmada de fiel y sincero amor.


Hermanos, hoy, después de haberle festejado en nuestros hogares recordando su nacimiento en Belén, vayamos a nuestra Capilla de Adoración Eucarística Perpetua a adorarle en silencio, a decirle con la voz del alma:


¡Aquí estoy Señor y Dios Mío para decirte en persona cuánto te amo y cuánto te necesito y hoy en este glorioso día no he querido dejarte solo y vengo con el más humilde de los regalos, mi corazón inflamado por tu Amor Divino... ¡Gracias Señor y Dios mío!


¡Adorado y alabado sea por siempre Jesús Sacramentado!
¡¡Viva Cristo rey!!

jueves, 16 de diciembre de 2010

¡Tiempo de Adviento!

El Tiempo de Adviento marca el inicio del Año Litúrgico y es el período en que nos preparamos para celebrar el Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. Durante el Adviento, es costumbre en las iglesias y muchos hogares preparar una Corona con cuatro velas -que según la tradición- a cada una de ellas se le asigna una virtud que hay que mejorar en esa semana,


  • La primera: el Amor;

  • La segunda: la Paz;

  • La tercera: la Tolerancia

  • La cuarta: la Fe.


Preparemos hermanos nuestros corazones para esta magna celebración de la venida al mundo de Nuestro Creador y Salvador, que el principal motivo de esta fiesta sea el Nacimiento de Jesús, olvidémonos de las costumbres modernas que nos conducen a la práctica egoísta de intercambiar regalos y acordémonos de quien en verdad debemos de festejar con humildad pero con todo el amor de nuestras almas, a Dios Nuestro Señor Hecho Hombre por Obra y Gracia del Espíritu Santo.


¡Rompamos con el paganismo y soberbia humanos!...



y llenos de Amor, Paz, Tolerancia y Fe bendigamos y adoremos en estas fechas a nuestro Redentor en el día de su nacimiento. Que toda acción o intención la hagamos en el nombre del Señor, los regalos, en nombre de Jesús para complacerle a Él solamente, a Él Nuestro Dios.


Las cenas y brindis para celebrar y conmemorar su nacimiento y agradecerle eternamente con lo más delicado y santo de nuestros corazones... Él, que nació para sacrificarse por nosotros y dar su vida por la redención de nuestros pecados.


Que esta navidad, en compañía de nuestros familiares y amigos, en santa paz de amor elevemos una oración para adorarle y manifestarle lo alegres y jubilosos que estamos por su venida al mundo. Que la fiesta es de Él y para Él, que nosotros sus hijos solo queremos agradarle y alabarle.



Deseamos que en esta ocasión, queridos hermanos nuestra Capilla de Adoración Eucarística se vea llena de adoradores y visitantes que acudimos para hacerle compañía y manifestarle nuestro amor y gozo en su día y que en su cumpleaños en la eternidad le venimos a adorar y no lo dejaremos solo por acudir a saciar nuestra gula en una cena en la que ni siquiera nos acordamos de Él.



Gracias te damos Señor por ser tan bueno y misericordioso con esta grey que tanto te maltrata y te olvida cuando debería ser al contrario. Por eso, Dios y Señor mío, desde el fondo de nuestros corazones y con toda la fuerza de nuestro espíritu te decimos en conmovedor silencio:

¡Alabado y Adorado seas por siempre, Jesús sacramentado!

¡¡¡Viva Cristo rey!!!!

jueves, 9 de diciembre de 2010

Diciembre, Mes de la Inmaculada Concepción y Natalicio de Jesús!!

¿Cuál es más grande y solemne... La Inmaculada Concepción de la Virgen María o el Nacimiento de Jesús Nuestro Salvador Hijo del Padre?.

Dos acontecimientos que se funden en uno solo por su inmenso significado y que contienen el Misterio del Santísimo Trino,


“Creo en Dios Padre … y en Jesucristo su único hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo … y nació de Santa María Virgen … ”.



En estas santas palabras se encierra uno de los fundamentos irrefutables de nuestra fe, “El Credo”, Es la firme cimiente de nuestro edificio espiritual católico. El credo es un resumen de las verdades reveladas por Dios, por lo tanto su creador es Dios mismo.


Estas verdades Dogmáticas nos explican la autenticidad e innegable existencia de estos acontecimientos, pero desde nuestra perspectiva individual y desde nuestra formación en nuestros hogares, ¿cómo sentimos y valoramos la Inmaculada Concepción y la Natividad de Nuestro Señor?



La Inmaculada Concepción.- Recuerdo muy bien que el día 8 de Diciembre de cada año se realizaba en nuestra Parroquia la Primera Comunión de todos los niños que habíamos asistido a la preparación catequística.
¡Qué fecha tan solemne! íbamos a recibir a Jesús en la Hostia Sagrada y en el día en que fue concebido por la Virgen María. ¡La Virgen María, Madre de Dios, muy amiga y protectora nuestra, a quien nuestra madre, el Párroco y las catequistas nos habían presentado desde muy niñitos! Tal vez no entendíamos lo de la Inmaculada Concepción, pero la venerábamos y respetábamos por ser Virgen, Santa y Madre de Dios, respeto y amor que adquirimos poco a poco empezando por nuestras oraciones nocturnas antes de irnos a dormir y más tarde un poco mas grandecitos, todos los viernes a las seis de la tarde rezando el Santo Rosario.


Sobre la Natividad del Señor, en nuestras épocas de niños, hace ya muchos, pero muchos años, en casa, para el mes de diciembre empezábamos los preparativos para hacer el nacimiento. De esa época, yo -personalmente- no recuerdo haber tenido para la navidad ninguna clase de árbol que se identificara con ella, solo el Nacimiento, así se le llamaba al conjunto de imágenes que representaban a la Virgen María, a San José y al Niño Dios, como actores principales, y luego venían los humildes pastorcitos y después los Reyes, Melchor, Gaspar y Baltazar. Por último para completar la escena se tenían al pie del niño recién nacido, una vaquita y un burrito, que según mi madre estaban ahí para proporcionar calor al niño recién nacido. Diseminadas alrededor del pesebre una que otra oveja que acompañaban a los pastores. Este era el símbolo que se nos introducía en nuestros corazones como la semilla de nuestra fe, era la realidad, era Dios hecho hombre que venía a salvarnos del pecado y ahí también aprendimos a venerar y respetar a la Virgen María y a su digno esposo San José.

Igualmente aprendimos que el niño Jesús sonreía y agradecía por igual a los humildes pastores como a los encumbrados reyes. Para nosotros no había clases sociales, junto con el pobre y el rico, de rodillas ante el pesebre también nosotros rezábamos adorando al Niño Dios.

He aquí hermanos, la base firme que desde mi niñez mi corazón se fue formando para recibir a Jesús Sacramentado en la Santa Eucaristía. Es por esos inicios infantiles que fui preparándome para llegar a ser un fiel Adorador Eucarístico Perpetuo, doy gracias a Dios y a la Virgen Santísima que me hayan llevado de la mano por el buen camino y también que me hayan vuelto a Él cuando Satanás me tentaba para ir por su lado...

Busquemos pues hermanos entre los recuerdos de nuestra infancia los motivos personales que nos acerquen más a Dios con la intercesión de la Virgen María y la ayuda de Jesús sacramentado y sembremos esta semilla entre nuestros niños.


Alabado y adorado sea por siempre Jesús Sacramentado.
¡¡¡Viva Cristo rey!!!!

jueves, 2 de diciembre de 2010

Cumplimos con el Aniversario... ¡Gracias a Todos!



Hoy agradecemos al Santísimo su infinito Amor a la población de Cardel, al permitirnos mostrarle nuestra Adoración en las Festividades celebradas con motivo del Primer Aniversario de la fundación de la Capilla de Adoración Eucarística Perpetua.

Las imágenes que llenan hoy este espacio son el testimonio de un pueblo que Adora y Alaba a su Dios y Señor.

Disfrútenlas y que su mensaje de Amor y Fe les colme el alma y corazón con la Bendición de Jesús Sacramentado.







Recuerdos del pasado...




Imágenes de la Santa Misa de Aniversario...



¡Jesús te Espera en Cada Eucaristía!

Procesión del Santísimo...




¡¡Alabado y Adorado sea Jesús Sacramentado!!
¡Viva Cristo Rey!